Las Sondas
Gráficas
Estos
dispositivos electrónicos permiten obtener una representación
del fondo marino bajo nuestro casco, incluyendo no solo la
superficie del fondo sino la vegetación, estructuras que reposen
en el fondo o incluso posibles bancos de peces. Permiten una
navegación más segura y localizar elementos sumergidos.
Las sondas gráficas toman la
información a partir de un transductor situado en el casco del
barco, amplificando y discriminando los datos importantes. Para
ello se emiten señales acústicas de alta frecuencia y por tanto
inaudibles para el oído humano que son ‘escuchadas’ por el
transductor para ser posteriormente interpretadas en la
pantalla. Los datos se representan gráficamente como una columna
de agua bajo el barco con sus diferentes detalles, a diferencia
de una sonda normal que únicamente indica los metros de
profundidad. Todos las sondas gráficas tienen una pantalla
digital y un transductor que deben funcionar a la misma
frecuencia para poder funcionar. La unidad de control/pantalla a
su vez está subdividida en 3 componentes: La pantalla, el
emisor/receptor y el procesador de señal digital. Realmente el
orden debería ser el contrario, es decir un emisor/receptor de
ultrasonidos cuyas señales ‘escuchadas’, son procesadas por un
mini ordenador con un software específico que se encarga de
quitar la información superflua y de dar un aspecto gráfico y
ordenado a las demás, que a su vez son pasadas a la pantalla
gráfica.
En muchos casos las sondas
incluyen otros componentes que entregan información adicional
como la temperatura del agua en superficie, la velocidad y otros
parámetros de navegación. Muchos de ellos permiten combinarse
con otros instrumentos de navegación para ofrecer en la misma
pantalla y a imagen partida, información de un chart-plotter con
la imagen del radar o de la sonda de profundidad.
El transductor:
Para elegir un transductor correcto a nuestras necesidades
debemos tener en cuenta distintos parámetros, como son la
profundidad normal del agua en la que van a trabajar, la
frecuencia de funcionamiento, el ancho del haz emitido, el
detalle con el que necesitamos ‘ver’ el fondo, el tamaño que
mejor se adecue a nuestro casco,... (vea el artículo sobre
transductores; ventajas e inconvenientes)
La pantalla:
Existen varios tipos de pantallas gráficas, con cristal líquido
tipo (LCDs) o las más modernas TFTs que se vén con mayor calidad
de imagen o las de anteriores generaciones de tubos catódicos (CRTs).
Las de tipo LCD, son muy compactas y consumen muy poca potencia
eléctrica. Además tienen un contraste excelente a la luz del día
y pueden alcanzar resoluciones de hasta 320x200 pixels. Las
nuevas TFTs ofrecen además mejoras de contraste y mejores
ángulos de visión, con colores muy vivos y definidos. Es
importante que el cristal protector que lleva encima no refleje
excesivamente la luz ya que en caso contrario sería muy difícil
de ver a la luz del día. Las pantallas CRT’s de rayos catódicos
son como las de los televisores, y pueden ser en color o en
blanco y negro. Son más delicadas, pero se ven desde cualquier
angulo. A la luz del sol no hay quien vea nada, por lo que
vienen equipadas con una visera por la que debemos mirar.
Mediante distintos colores seremos capaces de aprender a
diferenciar el tipo de señal recibida, codificándose en
distintos tonos de color el tipo de señal recibida como eco.
La resolución de sonda
gráfica: A más resolución, mejor
interpretación de la imagen recibida, y para ello no solo
influirá la capacidad de resolución de la pantalla sino la
capacidad de resolución de imagen ofrecida por el conjunto
transductor/procesador de señal.
Cuanto mejor sea la resolución del equipo, mejor veremos los
detalles como peces cerca del fondo, pero separados por
pequeñas distancias los unos de los otros.
La resolución se define en dos
aspectos diferentes. Por un lado es interesante conocer el
número de pixel que tiene la pantalla desde la superficie del
agua hasta el fondo, y por otro lado la cantidad de pixels que
tiene la pantalla por centímetro cuadrado. Cuanto más alargada
hasta el fondo sea la pantalla, mejor será la resolución de
profundidad, y cuanto mejor sea la resolución por centímetro
cuadrado, mejor veremos los detalles de los elementos
representados por nuestra sonda gráfica. Pero tenga en cuenta
que para poder aceptar una resolución alta, debemos conseguir
una pantalla que ofrezca un buen nivel de contraste.
Imágenes en 3D:
Existen algunas pantallas que ofrecen una representación
tridimensional del fondo. Para ello, el transductor lanza
distintos haces de señales que son posteriormente interpretados
por el procesador de señales. El resultado es una imagen de
fondo formada por una retícula de líneas sin demasiado detalle.
Los más avanzados son los conocidos como Sondas de scanner (array
sonar) que emiten pulsos de señal en distintos ángulos hacia los
dos lados del barco, hacia delante y hacia atrás, permitiendo una
representación tridimensional más detallada.
Otras características: Muchas
sondas gráficas representan símbolos de peces como iconos con
tamaños variables dependiendo de la fortaleza de la señal
recibida. Pero tenga en cuenta que esta característica puede
enmascarar la realidad que existe realmente en el fondo marino,
por ello según vaya aprendiendo a interpretar la imagen gráfica,
debe prescindir de los iconos que representan a bancos de peces.
Cuando lo único que necesita es
conocer la profundidad del agua o su temperatura, es mejor
utilizar el display numérico cuya interpretación es inmediata y
se combina perfectamente con las alarmas de profundidad
programables, o con la alarma de cambio de profundidad (para
cuando estamos fondeados y queremos controlar que no garreamos
por el fondo).
IPSE: La
visión directa
El
complemento ideal a una sonda gráfica es la visión directa
del fondo
marino, que hasta ahora era imposible o prohibitivo
económicamente.
Hace solo
unos meses, ha aparecido un producto que permite de forma
muy rápida el descenso de una cámara de vídeo monitorizada
en superficie, mediante una pantalla plana o con gafas de
visión en realidad virtual.
El sistema
puede tomar imágenes hasta 100 metros de profundidad con
visión en color y una gran nitidez de imagen. La cámara
puede girar controlada desde superficie mediante un mando
electrónico.
El cable
umbilical es capaz de soportar grandes tensiones al llevar
un alma de acero, por lo que no existe riesgo de perdida
del equipo.
IPSE
es ideal para conocer cómo es el fondo en el que nos
encontramos, controlar el buen agarre de un ancla, o
realizar inspecciones.
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