Transductores de
Profundidad
Pros y Contras
Los
transductores de profundidad trabajan emitiendo señales sonoras
y escuchándolas seguidamente como hacen los delfines o los
murciélagos para orientarse. Los datos escuchados por el
‘micrófono’ son enviados a un software para su interpretación de
forma gráfica.
Los
transductores emiten ‘sonidos’ a 200.000 ciclos por segundo es
decir mucho más alta frecuencia que el sonido más agudo que
somos capaces los humanos de escuchar. Para ello utilizan un
cristal (de cerámica policristalina) capaz de vibrar a esta alta
frecuencia. Las ondas de presión (sonidos) rebotan en los
objetos y en los fondos y son seguidamente escuchadas por el
transductor. Como el sonido se desplaza en el agua a una
velocidad constante (salvo diferencias debidas a los cambios de
temperatura y que también son tenidas en cuenta por el software
de calculo), conociendo el tiempo que tarda en regresar la
señal, podremos conocer la profundidad del fondo o la distancia
a los objetos reflejados.
En aguas profundas:
Medir profundidades mayores a
algunos pocos cientos de metros es tarea de una sonda que esté
diseñada para ello. Si navegamos en fondos de solo algunos
metros las prestaciones de alta profundidad de una sonda no son
importantes, pero haciendo navegación de altura eso es
precisamente lo que nos hace falta. Para conseguir medir fondos
a mucha profundidad debemos utilizar transductores de mayor
diámetro, capaces de imitar sonidos de frecuencia más baja (de
unos 50 Kilohercios), y con un haz de emisión más estrecho. En
aguas saladas la capacidad de medición de una sonda disminuye
entre un 25% y un 50% respecto al agua dulce de un lago, pues la
sal disuelta atenúa la señal recibida.
La frecuencia y el Haz emitido: Las
frecuencias más bajas producen ecos más potentes y con mayor
capacidad de penetración, pero la capacidad de resolución de la
imagen procesada en la pantalla disminuye. Pero con los sonidos
de bajas frecuencias, el haz de sonido emitido tiende a
dispersar la energía más que con frecuencias mayores. Por esta
razón se trabaja con dos frecuencias de (50kHz y 200kHz) que
pueden mostrar imágenes en pantalla partida en dos zonas
gráficas. La correspondiente a los 200 kHz muestra un nivel de
detalle superior.
El haz
emitido queda determinado por el angulo con que este se
dispersa, y cuanto más estrecho sea, menos información recogerá
de los fondos, pero con más energía reflejada y por tanto más
detalle. La norma por tanto es que, para aguas profundas es
preferible un transductor de haz estrecho y para aguas someras
es preferible un transductor de haz ancho que ofrezca más
información del entorno submarino.
El tipo de
transductor: Normalmente los de baja
frecuencia tienden a ser mayores (al igual que pasa con los
altavoces de graves y agudos), y para una misma frecuencia,
cuanto más ancho sea el transductor, más estrecho será el haz
obtenido y con mejores capacidades de resolución y penetración
en aguas profundas. Los transductores de unas 2 pulgadas son
considerados como de haz estrecho, mientras de los de 1 pulgada
son aconsejables para aguas poco profundas.
Para su instalación
existen varios tipos de montajes siendo el más conocido el que
necesita realizar un agujero en el casco para situar en él un pasacascos en el cual se aloja la sonda. Son los más efectivos y
con mejor rendimiento al no atenuarse la señal emitida por el
propio casco.
Pero si su barco es de
fibra (en los de madera o metal no es posible la instalación)
podrá adquirir un transductor que se pega con epoxi directamente
en el interior del casco evitando problemas de estanqueidad, y
los peligros derivados de una perforación en el casco. Además
debe pegarlo en la parte del casco más delgada y sobre todo que
no tenga capas de foam, burbujas de aire, o madera de balsa
laminada que absorbería toda la energía haciendo inútil el
funcionamiento.
Aún con una buena
instalación su funcionamiento es muy inferior a los de casco
pasante pues siempre se pierde mucha energía al atravesar el
sonido el grosor de fibra en el casco. Por esta razón se
inventaron otro tercer tipo conocido como
transductores ‘Transom’ que se montan en el exterior del casco y
en la popa, asomando solo un par de centímetros de la superficie
del casco. El cable que transmite la señal atraviesa el interior
del casco por la cubierta o en una zona por encima de la línea
de flotación. Son los más económicos y muy adecuados para cascos
planeadores de menos de 8 metros de eslora equipados con motores
fueraborda y que no se desplacen a velocidades muy altas o con
aguas ‘movidas’ cerca del transductor (como haría un motor de
eje).
La carcasa de la sonda
suele ser de plástico y este tipo es el más adecuado para los
cascos de fibra y cascos metálicos. Las de bronce también son
válidas para los de fibra y también para los cascos de madera ya
que la expansión de esta podría deteriorar a los de plástico. En
cascos metálicos los transductores de bronce necesitan
obligatoriamente aislamiento galvánico para evitar las
corrientes generadas entre metales de distinta
electronegatividad. Por último existen transductores cuya
carcasa es de acero inox muy adecuadas para cascos de aluminio o
también de acero.
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