En mitad del océano Atlántico, entre la Corriente del Golfo y la
Corriente Ecuatorial, existe una enorme extensión de aguas muy
transparentes conocida como Mar de los Sargazos, en la que se
desarrolla un tipo de alga conocida como este mismo nombre y que
hace molesta la navegación por la gran densidad de ellas, aunque no
llega a ser capaz de detener a un barco.
Las algas flotan en mitad de la mar alejadas de cualquier tierra y
corriente que las pudiera alimentar y forman un nicho de vida sobre
las profundas y desiertas aguas en que flotan. Entre los sargazos se
desarrollan otras formas de vida como pequeñas gambas, pulpos o
cangrejos, y en esta agua se dan cita las anguilas de todos los
rincones del mundo a donde viene para reproducirse y morir todos los
años.
El Mar de los Sargazos con una
superficie total de unos 3.500.000 km2 se caracteriza por la
ausencia de vientos y corrientes marinas. Las "calmas" de la zona
hace que los navegantes huyan de su territorio. Al rededor las
corrientes circundantes giran en sentido concéntrico de las agujas
del reloj, pero en el centro no hay movimiento aparente. Estas
corrientes que lo rodean crean unas aguas superficiales
relativamente cálidas que se mueven lentamente en el sentido de las
aguas del reloj. Por el contrario las aguas profundas de esta zona
son frías y densas. En las aguas superficiales abunda el plancton
pero no hay casi vida animal, mientras que las aguas profundas son
ricas en minerales.
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