Los tiburones son
más pesados que el agua y uno muerto, se irá al fondo en vez de
flotar entre dos aguas. Para solucionarlo, el tiburón hace como los
aviones, ayudándose con sus aletas pectorales a modo de alas para
crear una fuerza que le sustenta. Esta técnica les obliga a nadar
sin descanso pues, si se detuvieran, caerían al fondo.
Los demás peces
son también más pesados que el agua, pero más evolucionados que el
tiburón. No necesitan nadar para permanecer flotando y para ello
hacen como los buzos, ajustando su flotabilidad llenando un
compartimiento con aire que extraen de su sistema circulatorio,
hasta dejar la flotabilidad justa y necesaria para quedar
ingrávidos. Esta bolsa de aire llamada vejiga natatoria puede
cambiar de volumen y ajustar a voluntad su flotabilidad sin
necesidad de permanecer nadando para no caer al fondo.
Los peces también
son más evolucionados que el tiburón en otros aspectos como su
sistema respiratorio. El tiburón necesita nadar continuamente para
hacer que la corriente de agua generada pase por sus branquias y de
esta manera poder respirar. Los peces pueden hacer lo mismo o
bombear el agua con la boca para expulsarla por las agallas sin
necesidad de tener que nadar.
Sin embargo he
podido observar como los tiburones descansan y se apoyan en los
fondos de poca profundidad durante la noche para dormir,
probablemente necesiten muy poco oxigeno o simplemente el agua
circulante de una corriente les sea suficiente para respirar durante
esos momentos.
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