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2016

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Fish Bombing; destrucción total

(experiencia en "directo")

 

 

8 de septiembre de 2016; Mar de Alor, Indonesia; estamos buceando después de comer, a unos 15 metros de profundidad disfrutando de la vida marina en los arrecifes de la costa de la bahía de Maumere en la isla de Flores.

 

De súbito te quedas paralizado ante el repentino y abrumador estruendo que hace resonar todo tu cuerpo.

 

Es cómo un brutal trueno caído muy cerca pero sin eco alguno. El susto es enorme y sales a superficie. Alguien ha lanzado una bomba en el arrecife, posiblemente a menos de un kilómetro de distancia.

El sonido se traslada muy bien en el agua y un bombazo a 6 u 8 millas de distancia se oye de forma nítida debajo del agua, aunque muy atenuado por la distancia.

Pero si está a solo unos cientos de metros y te pilla debajo del agua... el estallido es brutal y te paraliza del susto.

A diferencia de un bombazo en el aire, el sonido desgarrador debajo del agua desaparece tan súbitamente como llegó, no dejando ecos ni reverberaciones como lo hace un bombazo en superficie. Muchas costas del planeta están amenazadas por estas acciones salvajes dadas a conocer a partir de la segunda guerra Mundial. Ya pudimos comprobar como se llevaba a cabo esta práctica hace pocos años, buceando en los bellísimos arrecifes de Tubbataha en el mar de Sulu de Filipinas, en mitad de un parque teóricamente bien protegido y declarado reserva natural por la UNESCO, o ahora muy recientemente en la bahía de Maumere.

La horrible práctica es muy efectiva en un arrecife sano, aunque al terrible precio de destruirlo todo de forma implacable e irreparable a un radio de 5 ó 10 metros alrededor del bombazo. El estallido y brutal onda expansiva mata toda forma de vida en unos 15 metros a la redonda y destruye el arrecife coralino en un círculo de 5 metros de radio. Algunos peces salen a la superficie reventados y quedan flotando. La inmensa mayoría se pierden en el fondo. Y por el camino, se ha destruido toda forma de vida, coral, crustáceos, pequeños nudibranquios, esponjas,…. ¡Todo reventado!

El precio de esta fácil y feroz forma de pesca sigue arrasando demasiados mares del planeta. De forma inmediata se consigue una efectividad que cuadruplica cualquier otra técnica de pesca, pero a costa de tener que busca otra zona en la que lanzar otro bombazo. Por ejemplo en la isla de Sulawesi, los ingresos medios por pescador han caído de 6.450 US hasta solo 550 US debido a la insostenibilidad de estas acciones aniquiladoras. A pesar de ello los pescadores furtivos siguen pensando que tras un bombazo siempre encontrarán otra zona de costa en donde continuar con sus métodos.

A pesar de estar rigurosamente prohibida y penada, sigue practicándose en demasiados rincones del planeta, al ser sus gobiernos incapaces de forzar la aplicación de la ley cuando no ser objeto de corrupciones que hacen la vista gorda ante tales prácticas atroces.

Tras la experiencia vivida en los arrecifes de Maumere, pudimos charlar con diversos habitantes locales que nos confirmaron que la pesca explosiva es efectuada de forma continuada por pescadores que vienen de fuera. Los habitantes locales preservan sus arrecifes, pues entienden que deben poder seguir pescando en el futuro.

En otras costas cercanas, como las de la vecina isla de Komodo, el negocio turístico sigue creciendo arrastrado por el de la famosa isla de Bali, y al no existir un control policial eficiente pues los kilómetros de costa a controlar son muchos, sus habitantes no se andas con "chiquitas", pues disparan a matar a los furtivos que son descubiertos efectuando estos terribles atentados ecológicos de pesca con dinamita. Como consecuencia, la práctica del “Fish bombing” está prácticamente erradicada en Komodo y de Bali, aunque no ocurre lo mismo en otros rincones e islas del archipiélago Indoneso.

 

Pesca con Dinamita

Bucear en un arrecife destrozado por las explosiones es una experiencia descorazonadora que casi te hace llorar, como también pudimos comprobar en demasiado litoral del archipiélago Filipino durante diversas inmersiones.

 

Vivir el Fish Bombing en "Directo"

Tras vivir en "directo" una explosión cercana, es fácil imaginar lo que tiene que significar el incidente para delfines o grandes cetáceos, cuya extremada sensibilidad auditiva es capaz de lograr la comunicación submarina extendida a cientos de kilómetros de distancia. Y es que en la misma bahía de Maumere pudimos avistar y disfrutar solo dos días antes de la explosión, la majestuosidad de la gran ballena azul en ruta migratoria hacia el hemisferio norte.

Por desgracia, para hacer pesca con explosivos no hace falta conseguir cartuchos de dinamita. Basta con fabricar una bomba casera realizada por muy poco dinero con algunos productos químicos muy comunes y fáciles de adquirir. Se introduce el polvo explosivo compuesto por nitrato potásico obtenido a partir de algún tipo de fertilizante común y un poco de gasolina metidos en una botella de cerveza junto con algunos fósforo obtenidos de cabezas de cerillas mezclados con una cuerda de cáñamo que hace las veces de mecha. Una sola botella de cerveza de tercio típica puede hacer ¡un cráter de dos o tres metros en el arrecife, arrasando TODO a su alrededor!

 

Pero algo tan rudimentariamente construido también explota con cierta frecuencia antes de ser lanzada por la borda matando o lesionando seriamente a los pescadores que practican esta forma de pesca destructiva. 

En Sabah (Malasia) la práctica continúa siendo demasiado común y se pueden escuchar bombazos durante todo el día. Como consecuencia de todo ello, en Sabah solo el 25% de sus arrecifes siguen intactos, La diversidad marina ha caído a la mitad, y la densidad de peces es de sólo el 10% de lo que era hace unos pocos años.

 

 

 

 

 

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