La imagen satélite sorprende por el parecido entre ellos. En ambos
casos se tratan de depresiones que giran en el mismo sentido. La
energía térmica del sol se transforma en movimiento y la
condensación del vapor de agua al subir desprende más calor
alimentando el proceso y generando nubes de gran desarrollo
vertical. El resultado global de estos fenómenos atmosféricos es el
de distribuir el exceso de calor por las demás zonas del globo.
Debido a los diferentes vientos locales de las distintas latitudes,
los ciclones se desplazan hacia el Oeste y las tormentas hacia el
Este, pero su gran diferencia procede de sus formaciones.
Un ciclón se origina en
la misma superficie del agua, cuando hay una fuerte evaporación en
las zonas ecuatoriales. Las tormentas de latitudes mayores se
desencadenan por una perturbación de las corrientes de chorro (Jet Stream).
En los ciclones el viento más fuerte aparece cerca de la superficie
terrestre, mientras que en una tormenta estos se encuentran muy
arriba cerca de la tropopausa.
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