Los mapas de altura geopotencial siguen siendo nuestro mejor aliado para deducir la evolución de los fenómenos atmosféricos. Si en un mapa de 500 hPa vemos las curvas de nivel (isohipsas) sin grandes curvaturas, entonces los fenómenos que tendremos en superficie se desplazarán en la dirección del viento y a una velocidad aproximadamente de la mitad de magnitud de la del viento de altura. Si por el contrario estas curvas de altimetría muestran fuertes ángulos y curvaturas muy cerradas, los fenómenos que tengamos en la superficie serán casi estacionarios. El último caso es el de curvas de nivel cerradas como ocurre en una “colina”. Entonces el fenómeno de superficie de desplazará en la dirección del viento más fuerte que tengamos en la superficie, o sea, el que haya en donde veamos más isobaras juntas en el mapa de superficie. 

El desplazamiento de las depresiones dependerá de la forma que tengan las isohipsas.

Los Mapas de Temperaturas

Existen otros mapas meteo que son todavía más interesantes, aunque cada vez más técnicos, y en los que se muestras las curvas de nivel como veníamos viendo hasta ahora pero en los que se superponen las curvas de temperatura del aire. Estos mapas de isotermas tanto del nivel 500 hPa como los cercanos a los 1.500 metros de altura en los 850 hPa permiten deducir la evolución de los fenómenos meteorológicos. 

Observaremos con especial atención las zonas en donde las curvas isotermas cortan bruscamente las curvas de nivel, ya que se producirán rápidas evoluciones en la meteorología.

En los mapas de 500 hPa es conveniente localizar los “thalwegs” (los prolongamientos de las zonas de bajas presiones), pues nos permitirán definir depresiones en la superficie. Por el contrario, las dorsales en los mapas de altitud ponen en evidencia a los anticiclones. Si vemos que un thalwegs se encuentra decalado respecto a la depresión en la superficie, esto indicará que la depresión va a reforzarse. Y también aumentará la depresión de superficie si el thalweg viaja a latitudes camino del ecuador. Por el contrario, si éste se aleja del ecuador, disminuirá de intensidad. Cuando el Thalweg de altitud comienza a cerrarse entonces sabremos que la depresión ha alcanzado su mayor tamaño. Pero también puede ocurrir que dos thalwegs que aparezcan en el mapa en lugares bien separados, se vayan acercando entre sí, lo cual dará origen a un thalweg más fuerte y a depresiones en superficie mucho más intensas. 

Si en las cartas de altitud observamos vientos homogéneos con un gradiente de velocidades de viento descendiente de forma brusca en las latitudes hacia el polo, esto es un claro indicativo de posibles nacimientos depresionarios. Esto se debe a la famosa fuerza de coreolis que tenderá a curvar y convertir los vientos lineales en circulaciones ciclónicas.

El gradiente de viento desciende al aumentar la latitud. Esto originará movimientos ciclónicos.

Si la intensidad del viento cambia en la misma dirección del desplazamiento de este, por ejemplo por una concentración o dispersión de las líneas de viento, existen grandes posibilidades para esperar cambios en la meteo.

Las zonas en donde observemos fuertes vientos son candidatas a cambios importantes ya que estos vientos producirán fuertes contrastes térmicos. De la misma forma, si el viento cambia rápidamente de intensidad en la dirección en la que avanza, tendremos grandes posibilidades de cambios y ciclogénesis.

Como evolucionan las Depresiones

Cuando nace una depresión podremos observar como la zona de la depresión o el “valle” en el mapa de altitud se encuentra decalado hacia la parte en donde están las temperaturas más bajas respecto a la depresión en el mapa de superficie. En España y debido a la latitud en la que nos encontramos este desplazamiento suele ocurrir hacia el NW. La zona depresionaria en el mapa de altitud estará poco marcada o con frentes muy abiertos.

Según va evolucionando la depresión el decalaje entre la carta de altitud y la de superficie irá disminuyendo. El eje del thalweg estará orientado en direción SSW y los mayores vientos de altura los encontraremos en la parte delantera de la depresión de altura lo cual hará que la depresión en superficie aumente todavía más. Estamos en la fase joven de la depresión.

Cuando la depresión se encuentra en su máximo apogeo, podremos ver como las isobaras cerradas se extienden hasta regiones cada vez más altas y de forma cada vez más concéntrica, frenándose su velocidad de propagación. Al mismo tiempo la zona de depresión en superficie se separa del lugar en el que se juntan los frentes, lo cual cierra la depresión en su momento oclusivo.

Cuando veamos que tanto la depresión de superficie y la de altura tiene las curvas concéntricas, comienza la fase de debilitamiento y envejecimiento de la depresión debido a la ralentización de sus vientos que ya no reciben ninguna “alimentación” del exterior. La zona central de la depresión que nunca tiene viento, pues es allí donde el aire sube comenzará a extenderse a la vez que se debilita. El centro de la depresión se irá alejando poco a poco del punto en donde se juntan los frentes. Cuando el vector de viento máximo en altura en el thalwer cambie de dirección desde el SW hacia el SE, podremos estar seguros que la depresión ya llegó a su máximo y que comienza a decrecer.

Para localizar un frente sobre una carta de altitud bastará con localizar los punto de las curvas de nivel en donde se produce el cambio de curvatura. Y también será interesante recordar que cuando las altas presiones coinciden una encima de la otra en los mapas de superficie y de altura, entonces el anticiclón permanecerá estacionario.

Las Depresiones más peligrosas

Cuando la depresión en altura comienza a profundizar y a generar un “pozo” de forma muy rápida, entonces la curvas isohipsas llegarán a cruzar las curvas isotérmicas, dando lugar a una bajada de presión en la superficie del mar muy importante con vientos muy fuertes. Los vientos de superficie tenderán a ser más fuertes que los vientos de altura lo cual es contrario a la situación normal. La situación se da cuando la temperatura superficial del agua del mar es demasiado elevada, por lo que suele pasar en verano, generando fuertes cumulonimbus y tormentas muy violentas.

En una situación normal las líneas de temperatura no “pisan” a las curvas de nivel o isohipsas. Cuando ocurre lo contrario podemos esperar un fenómeno meteorológico muy agresivo.

Los puntos en los que observamos el cambio de curvatura en las curvas de altura isohipsas define el frente frío o la lámina de aire en descenso.

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