Vela y Aventura:
elegir el barco
La pregunta del millón…. En muy pocas ocasiones el barco
adecuado es el barco perfecto, ya que debemos valorar aspectos
tan importantes como el precio o la disponibilidad. Lo
importante es saber cual es el más razonable a nuestras
necesidades.
Debemos hacernos algunas preguntas
esenciales a las que debemos responder de forma meditada y
realista. Para cada proyecto existe un barco diferente y que en
muchos casos no dependerá del presupuesto. Para hacer un largo
viaje debemos saber por cuanto tiempo vamos a navegar, cuales
serán las etapas más largas, las zonas del mundo que
recorreremos, con cuantos tripulantes, y que tipo de vida vamos
a realizar a bordo.
Monocasco o Catamarán
La primera gran
decisión a tomar será la de elegir un velero monocasco o un
bien catamarán.
El multicasco
ofrece muchas ventajas para los amigos tragamillas, como una
habitabilidad impresionante, la comodidad durante la navegación
sin escora, el reducido calado que permite acceder a lugares
impensables o incluso la posibilidad de vararse en una playa.
Pero en puerto
tendremos que pagar una plaza y media más de la que nos
correspondería por la eslora, esto en caso de encontrar marinas
que nos admitan… A igualdad de eslora, el precio de un catamarán
estará por encima del 30 ó 40% más caro, aunque esto no
significa nada, pues también a igualdad de eslora, el espacio y
habitabilidad son significativamente mayores.
Los monocascos
indudablemente navegan mejor, especialmente en vientos de
ceñida, a excepción de algunos modelos con orzas largas y
profundas que permiten remontar el viento casi tan bien como los
monocascos. Con mala mar, el monocasco es más cómodo.
Si piensa hacer
largos recorridos por el mundo debemos
considerar la posibilidad de catamarán como muy válida, especialmente si pensamos navegar
en rutas por los trópicos empujados la mayor parte del tiempo
por alisios. (más información en el artículo "Monocasco
o Catamarán, ¿sabría
decidir?")
|
La eslora adecuada
Otra pregunta
del millón… De las más difíciles y cuya respuesta dependerá del
numero de tripulantes que navegarán y naturalmente de la
solvencia de nuestra cuenta corriente!
Pero tenga
presente que con los pequeños veleros los problemas también
serán pequeños, y que los barcos grandes además de ser
extremadamente más caros también tendrán otras dificultades como
la imposibilidad de realizar una maniobra apretada, o simplemente
no poder entrar en una pequeña cala en la que fondear por exceso
de calado. El mantenimiento también se dispara con la eslora y
lo recordará cuando tenga de cambiar velas, o simplemente pagar
los amarres.
Si es su
primer barco, sin ninguna duda la elección adecuada es la del
barco de serie de grandes fabricantes. Fabricarse un "custom" o barco
a medida requiere haber navegado muchos miles de millas para
saber decidir lo que más nos interesa. El barco de serie además es mucho
más fácil de vender en el mercado de ocasión cuando decidamos
cambiarlo por otro.
Lo único
cierto es que NO existe una eslora ideal, y hay navegantes que
han dado la vuelta al mundo en un 7 metros y otros que con 17
metros de eslora no se han alejado más de 50 millas de su puerto
base.
Pero por
poner un ejemplo; para 4 personas, entre 11 y 12 metros
conseguirá una eslora adecuada capaz de ofrece una cómoda,
habitabilidad y capacidad para navegar millas, pudiendo ser
todavía considerado como un barco medianamente pequeño y por
tanto no excesivamente caro de mantener.
A partir de
13 metros los obenques empiezan a crecer de sección de forma
importante, las velas aumentan notablemente de superficie y por
tanto de precio. El peso del ancla ya se hace inmanejable a
mano. Los presupuestos de mantenimiento crecen de forma
alarmante...
Pero también
crece significativamente el volumen interior y por tanto el
confort. La independencia frente a los demás tripulantes, los
espacios separados… las cosas dejan de estar apiñadas las unas
encima de las otras.
Por otro lado y gracias a la evolución
tecnológica, incluso los mayores veleros pueden ser llevados con
tripulación reducida (e incluso en solitario). Para ello han
surgido las ayudas técnicas como los winches eléctricos, los
reenvíos con frenos de fácil manejo, y toda la electrónica
digital. El caso más extremo lo encontramos con un increíble
velero de 80 metros de eslora (El Halcón Maltés) cuyo precio es
de 75 millones de Euros, y que puede ser controlado por una sola
persona gracias a todos sus automatismos.
El Halcón maltés: Tres palos,
velas revolucionarias, 25 nudos de crucero, todo automatizado,
80 metros de eslora, 75 millones de euros...
El
tipo de quilla
Las carenas
han cambiado de forma notablemente en los últimos años en la
búsqueda por las altas prestaciones y buenas velocidades. Pero
si el barco es para hacer largos recorridos, no es tan
importante hacer un nudo de más o de menos, frente a la
seguridad durante la navegación o la estabilidad del barco que a
su vez se traducirá en comodidad durante el crucero. ¡Ojo con
las quillas de calado reducido! ya que penalizan en prestaciones
pero sobre todo en seguridad, aunque podamos acercarnos un poco
más a playa esperada.
Debemos
cuando menos pensar en la posibilidad del calado variable que
ofrecen algunos veleros al elevar la quilla de forma hidráulica.
Sin pecar en la seguridad o confort podremos varar y fondear en
sitios impensables para otros veleros. Otras ventajas de la
quilla retráctil es la de poder varar en marea baja para limpiar
la carena, remontar ríos de poco calado, etc…
La cubierta
Por un lado
están los gustos por lo estilizado y las formas limpias, más
propio de barcos de regatas que de veleros oceánicos. Aquí no
hay lugar a dudas. Si lo que busca es un velero oceánico con el
cual hacer viajes y muchas millas, debemos buscar uno con
superestructura, es decir, con cubiertas del tipo Desk Salon. Son barcos
que ofrecen más espacio en interior y protegen la bañera frente
al mal tiempo. Los hay más o menos bonitos, de líneas más
clásicas o estilizadas. La estética también es importante ya que
será su inseparable compañero de aventuras.
El modo en
que esté aparejado el barco define también el tipo de cubierta.
El Sloop tiene la belleza de la simplicidad, con mayor y una
única vela en proa. Los Ketch suman en popa un segundo palo más
pequeño. Luego existen variantes como la goleta que también es
de dos palos pero con el principal en la de popa...
Compare,
pregunte, déjese aconsejar y someta toda esta información a su
propio juicio,.. Acabará sabiendo que es lo que desea.
El material de
construcción
Cada material
posee sus cualidades y sus defectos, de modo que en este aspecto
tampoco existe el material perfecto. Lo que si existe es una
mala o buena construcción, y es esto lo que hace las diferencias
entre los barcos, más que el uso de un material u otro.
Con unos
materiales conseguiremos cascos más baratos pero sólo en la
partida presupuestaria del casco que representa un pequeño
porcentaje del coste total del barco (del orden del 30%). En
construcción en madera lo único que se utiliza actualmente
(salvo algunas excepciones) es el contrachapado marino laminado
con epoxi y solo en pequeñas unidades.
Sin lugar a dudas el más
utilizado hasta esloras de 15 a 18 metros sigue siendo la fibra
de vidrio con resina de poliéster pues ofrece excelentes
cualidades. Pero existen otros interesantes materiales como el
aluminio y naturalmente el acero que sigue siendo el material
más utilizado en grandes esloras y megayates por ser muy
resistente fácil de reparar o de transformar. El acero necesita
un tratamiento minucioso de chorreado con arena y la aplicación
de distintas capas de pinturas anticorrosivas además de
necesitar un mantenimiento más costoso.
|
Poliéster |
Acero |
Aluminio |
Madera |
Solidez |
Bien |
Excelente |
Muy Bien |
Bien |
Coste |
Medio |
Medio |
+20% |
Medio |
Mantenimiento |
Casi nulo |
Necesario |
Muy poco |
Complicado |
Facilidad
Reparación |
Posible |
Fácil |
Especialista |
Fácil |
Grandes
Reparaciones |
Especialista |
Fácil |
Especialista |
Fácil |
Envejecimiento |
Bien |
Excelente |
Muy Bien |
Bien |
El Aluminio
es cada vez más utilizado ya que a igualdad de eslora consigue
significativos ahorros de peso además de seguir siendo muy
sólido y muy duradero. Pero requiere una mayor inversión
económica en la construcción y debemos prestar un cuidado muy
especial con la instalación eléctrica para evitar los
antiguamente temidos problemas de corrosiones galvánicas, ya
totalmente superados gracias a los buenos métodos construcción.
La construcción con aluminio como la del acero requiere tener
especial cuidado con los aislamientos térmicos y acústicos, para
evitar condensaciones interiores y problemas con la temperatura
interior o excesivos niveles acústicos.
Los “otros” materiales
La fibra de
carbono tan utilizada en regatas es inviable para el aficionado
normal ya que es extremadamente cara. El anticuado ferrocemento
no tiene ya ninguna razón de ser, aunque algunos se empeñen en
lo contrario. La construcción en acero inox es cara y no está
muy justificada.
Existen otros
materiales todavía más desconocidos en la construcción de cascos
como el “Monel” que es una aleación de 2 partes de níquel y 1
parte de cobre junto con pequeñas partes de otros metales y que
son inoxidables y también muy resistentes. Además el Monel es
biocida debido al cobre por lo que será innecesario el uso de
antifoulins. Su problema es el precio y la dificultad para su
soldadura.
Es de esperar
que en el futuro veamos cascos compuestos (no solo composites)
por varios materiales que combinen metales y no metales aunando
sus mejores características para dar lo mejor de cada uno de
ellos.
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