Bien parece
una elección casual de los legisladores de entonces. Quizá
pudiéramos estar ahora viendo en las bocanas luces azules y
amarillas…
Pero todo
tiene su explicación y su lógica. Cada color no es más que luz cuya
onda vibra a una frecuencia determinada. El blanco corresponde a la
suma de todos los colores vistos simultáneamente. Nuestros ojos
interpretan estas distintas frecuencias como distintos colores. En
la retina del ojo existen unas células sensibles a los colores que
son capaces de detectar hasta 10 millones de tonos distintos. Para
ello solo es necesario tres tipos de células sensibles a la
radiación Roja, Verde y Azul. Al activarse estos bastoncillos en
distinta medida para cada color, nuestro cerebro interpreta la
percepción de uno u otro tono cromático. Los bastoncillos sensibles
al color rojo son realmente sensibles a los tonos amarillentos. Por
esta razón nuestra sensibilidad al color rojo es cinco veces menor
que al amarillo o al verde. Y así lo observamos en el mar por la
noche cada vez que nos acercamos al puerto. Siempre veremos el faro
verde antes que el de color rojo, hasta el doble de distancia.
De lo dicho
es evidente que el color verde resulta una buena elección para las
luces en el mar, y parecería lógico haber continuado con el color
amarillo. La razón para haber buscado otro color es el conseguir una
pareja de colores suficientemente distintos como para que no se
puedan confundir. Es mucho más fácil equivocar un amarillento con el
verde que un color rojo con el verde. Simple cuestión de contraste
cromático, dado que son de longitudes de onda muy distintas.
Rojo y verde
son colores llamados complementarios, es decir que el ojo los
considera fisiológicamente opuestos. Por ello si pintamos un disco
la mitad de verde y la otra mitad de rojo y lo ponemos a girar a
toda velocidad, el ojo interpretará esta mezcla como blanco. La
complementariedad la podemos comprobar de otra sencilla pero curiosa
manera: pinte un disco rojo en un papel en blanco y mírelo
intensamente durante un minuto. Ahora mire cambiando rápidamente, a
un papel totalmente en blanco. Verá aparecer un disco ‘fantasma’ de
color verde, justamente del color complementario para el ojo.
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