La diferencia
básica es que somos un planeta de agua. Sólo la tierra tiene mares
(de agua)
que permiten las lluvias, la existencia de ríos y fenómenos
atmosféricos muy variados. Los grandes planetas como Júpiter y
Saturno tienen un pequeño núcleo sólido rodeado por una densa y
enorme capa de gases licuados por el frío y la presión. Los planetas
interiores del sistema solar que están más próximos al sol se
parecen algo a la tierra pero tienen mucha temperatura. En mercurio
su cara iluminada alcanza los 420 ºC suficientes para
fundir el plomo! Venus se parece bastante a nosotros por tamaño y es
el más cercano, pero su alta temperatura de más de 400 ºC
vaporizaría inmediatamente el agua que poco a poco se perdería en el
espacio. Marte por el contrario, es más frío que la tierra, y
tuvo agua en tiempos muy remotos que crearon canales y dejaron
claras huellas en su orografía. Pero la acción volcánica marciana
fue menor y al no cubrirse la atmósfera de cenizas protectoras de la
acción solar, la evaporación fue mayor, perdiéndose el agua en el
espacio hace muchos millones de años. Pero es posible que puedan
aparecer grandes cantidades de agua helada escondida en el subsuelo.
En la tierra se dan las condiciones justas en muchos aspectos, ya
que si estuviéramos solo un 10% más próximos al sol, ya se nos
habría perdido el agua, evaporada y difundida en el espacio.
Al contrario si
estuviéramos un 10% más alejados del sol, no habría más que rocas de
hielo.
La gravedad de la
tierra por su tamaño es tal, que permite conservarla y atraparla en
su atmósfera y océanos. Si esta fuera sólo un poco inferior, se
perdería poco a poco en el espacio. Gracia al pequeño ángulo de
rotación de la tierra respecto al plano de los planetas podemos
tener las estaciones a lo largo del año, que permiten difundir y
suavizar las diferencias de temperatura. El planeta Júpiter cercano
a la tierra, actúa como un imán protector de cometas y asteroides
potencialmente ‘asesinos’, que caen en su superficie
evitándonos a nosotros las colisiones con la tierra.
Es
una increíble buena suerte que se cumplan todas estas condiciones
para que podamos estar aquí. Somos muy afortunados pero seguro que
no únicos ya que existen cien mil millones de soles
(100.000.000.000) en nuestra vía láctea,
¡Y todavía hay más galaxias en el universo que estrellas en nuestro
sistema solar!
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