Así las
cosas, en las profundidades del lecho marino del punto Nemo
descansan los restos de numerosos satélites espaciales, incluida la
famosa Estación Espacial Rusa MIR de 122 toneladas de masa, y en
2.031 también recibirá los restos de la Estación Espacial
Internacional, que actualmente orbita la tierra sobre ese lugar 15
veces al día a 400 kilómetros de altura, con sus 420 toneladas de
equipos avanzados. Tecnología punta y en muchos casos "Top Secret"
que descanta a cerca de 3.700 metros de profundidad y que
quizás, pudiera ser objeto de espionaje por las diferentes
potencias.
Los
océanos constituyen el 71% de la superficie de nuestro planeta, que
más bien debería llamarse planeta Mar y no Tierra. De estos mares,
solo se conoce el 5%, quedando el 95% totalmente inexplorado. El
Punto Nemo es el lugar más alejado y aislado a cualquier costa,
equidistante de la isla de Pascua, el atolón de las Pitcairn, y la
isla Mehar en la Antártida.
En
1.997 se identificó a varios cientos de millas de este punto, un
misterioso sonido bautizado como “bloop”, parecido al de una ballena
pero de mucha intensidad sonora, lo que dio lugar a todo tipo de
especulaciones, incluidas las de naves alienígenas o pruebas de
armas experimentales, aunque finalmente la explicación más plausible
fue la de los crujidos de baja frecuencia de los hielos de un gran
iceberg que se acerco a ese recóndito lugar.
Durante
la regata Oceánica VOR del 2.018, el punto Nemo en las coordenadas
48º 52,6’S 123º 23,6’ W del Océano Austral, fue utilizado como
etapa número 7 para los competidores, y en ese momento los veleros
se hallaban a 2.688 kilómetros de cualquier costa más cercana. Los
veleros soltaron boyas oceanográficas para estudiar algunos
parámetros del mar en esa zona, además de la contaminación de
plásticos en ese alejado lugar.
El
punto Nemo se encuentra en la punta Sur de la Dorsal
oceánica, cuyo extremo norte llega hasta California, y que marca la
separación entre las placas tectónicas del Pacífico y la de Nazca.
En su fondo marino aparecen chimeneas hidrotermales que expulsan
magma y minerales fundidos en donde los organismos extremófilos
consiguen vivir en condiciones de extrema presión y sin oxígeno.
El
punto Nemo, se encuentra en medio del vórtice de la corriente
circular del Pacífico Sur y por ello las basuras se acumulan en ese
vasto lugar, formando la triste y enorme zona de basura de
plásticos, redes y sedales, que se extiende por varios miles de
kilómetros cuadrados, hasta alcanzar una superficie parecida a la
del territorio de toda Francia. Al no llegar corrientes que
arrastren nutrientes, se trata de una zona con poca vida, a lo que
contribuye esa patente acumulación de plásticos y contaminantes.
El
punto Nemo, un lugar significativo, aislado e inquietante, al que
nunca acudir, salvo que en un extraordinario viaje oceánico, le
pille a uno de camino...
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