Los mapas fuera del
tiempo
Pero no sólo
encontramos problemas con el enigmático mapa de Piri Reis. Hay
muchos mapas antiguos que dibujan tierras que no habían sido
exploradas en los tiempos en que se realizaron los mapas.
En las
cartas del español Juan de la Cosa del año 1.500 figuran partes de
Norteamérica que aún estaban por descubrir!
El mapa de Pizzigano
fechado en el año 1.424 muestra islas aún sin descubrir como eran Puerto
Rico o Guadalupe, pero con nombres de Antilia y Satanaces.
Australia
descubierta en teoría en el siglo XVII, aparece en su totalidad en
algunos mapas como el de Jorge Reinel de año 1.510 o también en el
de JeanRotz de 1542, Pier Desceliers de 1.546 o Nicholas Vallard de
1.547.
El mapa de
Yehudi Ibn Ben Zara datado en 1.487 muestra la isla de Groenladia
surcada por ríos, con valles y montañas que han sido confirmados en
el año 1.947 mediante técnicas de sondeos…
El increíble mapa de
Piri Reis
El mapa de
Piri Reis muestra entre otras, las islas Malvinas descubiertas en
1.592. Pero lo más sorprendente es el perfil de costa de la Antártida
que se muestra con gran detalle.
Piri Reis fue
un marino y cartógrafo otomano nacido en Gallípoli, sobrino de Kemal
Reis, el más famosos de los piratas que asolaron el Mediterráneo
entre los siglos XV y XVI. Y así Piri Reis fue también pirata
llegando a ser almirante de la flota turca en el Mar Rojo y el Golfo
Pérsico. Pero aunque pirata, fue hombre de gran cultura llegando a
dominar además de su lengua otomana, el árabe, el griego, el español
y el portugués.
Piris Reis se
aficionó a coleccionar cientos de mapas antiguos de todas partes del
mundo, llegando a publicar un atlas de 215 mapas que abarcaba desde
Dardanelos hasta Gibraltar.
Unos años
antes, en 1.513, confeccionó, tal y cómo él explica a partir de
otras 20 cartas más antiguas de los tiempos de Alejandro, el
mapamundi del que sólo se conserva un fragmento y que ha hecho muy
famoso a tan especial marino. El famoso mapa de Piri Reis, pintado
sobre piel de gacela, y que regaló al sultán Selim I, fue
descubierto en el año 1929 en el palacio de Topkapi de Estambul.
Mide 90 x 65 centímetros con grabados en colores y leyendas
ilustradas.
La Antártida sin hielo
Esta piel es
sólo la mitad de mapa y fue separado de su otra mitad por algún
interesado que quiso llevarse la que justamente representaba el
Mediterráneo y todo el oriente próximo y lejano este. La parte que nos ha
quedado representa España y Africa, así como América del Sur y algo
de Norteamérica. Pero lo verdaderamente sorprendente es que en él
aparece la Antártida SIN hielos.
El cartógrafo
Arlington Mallery, capitán de la USA NAVY, descubrió el mapa en el
año 1.954
cuando estudiaba otras cartas antiguas para investigar si los
vikingos pudieron llegar a América antes que Cristóbal Colón. Se
quedó sorprendido al comprobar como la tierra de la Reina Maud en la
Antártida figuraba en el mapa con islas que solo recientemente han
sido descubiertas. En el mapa Piri Reis las Azores y las Canarias
estaban situadas con mucha exactitud y los contornos de la Antártida
se correspondían con bastante aproximación a los que expediciones
actuales han podido determinar entre los años 1.949 a 1.952.
Tierra de
Fuego en Argentina aparece unida al continente antártico, y
sorprendentemente el perfil que los une, en el
peligrosamente famoso paso Drake, se corresponde con el perfil
submarino de esta parte del mar.
Pero la era
glaciar finalizó hace 17.000 años cuando los mares estaban 140
metros por debajo del nivel actual… Es decir: Las líneas costeras de
las cartas de tiempos de Alejandro el Magno copiadas por Piri Reis
tuvieron que ser cartografiadas antes de que la Antártida quedara
cubierta por los hielos con espesores cercanos a los dos kilómetros
de grosor.
Es decir, las
cartas de tiempos de Alejando, que casi con seguridad ardieron en el
pavoroso y desastroso incendio de la biblioteca de Alejandría, o
bien eran sumamente antiguas o provenían de copias a su vez muchísimo
más antiguas.
¿Una imagen del espacio?
El técnico
francés
de la NASA Maurice Chatelain, estudió el mapa Piri Reis y
descubrió que las deformaciones que tiene no son tales… Si
saliéramos al espacio y viéramos el planeta desde fuera de la
atmósfera, la
vista obtenida correspondería con la deformación que se observa en
las líneas de costa del mapa Piri Reis. Es decir, corresponde a una
proyección plana de la superficie esférica del planeta, tal y como
lo veríamos desde un cohete a 4.300 kilómetros de altura y con el
objetivo de la cámara centrado encima de El Cairo, ¡donde se
encuentra la gran pirámide de Giza!
En el mapa se
observa una gran isla que ya no existe y es nombrada como Antillia.
Algunos ríos caudalosos atraviesan lo que hoy es el desierto del
Sahara. Ahora sabemos que hace más de 8.000 años este enorme
desierto estaba surcado por grandes ríos que regaban fértiles praderas
en mitad del Sahara.
La información
cartográfica descrita en el mapa de Piris Reis tiene por tanto más de 10.000 años, pues es cuando se
sabe que el istmo que unía la Antártida con Ushuaya desapareció
creando el famoso Cabo de Hornos y el Estrecho de Drake.
Pero existen
otros misteriosos mapas antiguos que muestran la Antártida sin
hielos, como por ejemplo el Mapa-mundi de Oronteus Finaeus o el de
Gerardus Mercator de 1.538. Este conocido cartógrafo que hoy conocemos
por su famosa proyección, visitó Egipto en numerosas ocasiones. El
francés Philippe Buache publicó un mapa de la Antártida con una
exactitud desconcertante y solo comprobada a partir de 1.958 mediante
pruebas sísmicas.
Las costas
coinciden con mucha exactitud, y en los mares del sur se observa una
gran desviación que podría provenir de una imagen proyectada sobre
un plano a partir de la esfera terrestre.
Algunos
historiadores han sugerido que el supuesto perfil de la Antártida
corresponde con la costa de la Patagonia oriental girada 90º. Quizás
por razones de espacio, Piri Reis realizó así el dibujo, como a veces
se solía hacer en la época.
El
polémico historiador Graham Hancock sugiere en su obra “Las huellas
de los dioses” que una civilización muy avanzada habitó el planeta
hace más de 12.000 años. Desconcertante, inquietante y sorprendente.
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