El científico William Fenical de la Universidad de Jolla en
California, demostró el poder antibiótico y
antiinflamatorio del agua de mar. En Israel, el Dr. Philippe
Goeb investigó el agua de mar, y descubrió que actúa como una
efectiva recarga hidroelectrolítica, que la convierte en la más
completa de todas las aguas minerales, muy útil para la
deshidratación en edades avanzadas. Es muy útil para la
regeneración celular, modificando el medio interno hasta el
núcleo celular. El agua de mar ayuda al equilibrio homeostático,
estimula la irrigación sanguínea, y elimina la acidificación del
medio intracelular.
El mar reacciona frente a los microbios que llegan desde la
tierra, destruyendo en un proceso de ósmosis estos contaminantes. El
plancton también ayuda en un proceso conocido como biocenosis, como
se pudo comprobar en la rotura del colector submarino de aguas
fecales de Miami en el año 2.000 que contaminó la bahía Biscayne, a
pesar de lo cual y gracias a estos dos efectos descritos, no se pudo
detectar contaminación biológica.
La lista de enfermedades para las que el agua de mar es beneficiosa
es muy grande; diabetes, alergias y rinitis alérgicas, diferentes
tipos de cáncer, gastritis, enfermedades de la piel como la
psoriasis, desmatitis, úlceras varicosas, cálculos renales,
hemorroides, enfermedades hepáticas, quemaduras, conjuntivitis y
glaucomas, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, asmas y
enfermedades respiratorias,…
La terapia de agua de mar puede efectuarse además del método Quinton por
vía oral bebiendo pequeños sorbos y hasta un total de medio litro al
día en disolución isotónica, uso externo en aplicaciones tópicas. Nebulizada (como se hace
con el fármaco Rhinomer), aplicada en colirio en el ojo o el oído,
en gargarismos o enjuagues bucales para la faringitis o amigdalitis,
enemas y lavados vaginales.
¿Se
puede beber agua de mar como náufrago?
Siempre hemos escuchado que lo peor que se puede hacer en caso de
quedarnos a la deriva en una balsa salvavidas es beber agua de mar.
Sin embargo ya hace varias décadas el médico francés Alain Bombard
decidió hacerse náufrago voluntario y desmentir esta
creencia, aguantando dos meses con agua de mar además de otras
fuentes de agua dulce. Es cierto que la ingesta debe ser
moderada, pero es posible beber algo de agua de mar, del orden de
una cucharada por hora dejando que esta se diluya algo en la boca
con la saliva, y no más de un cuarto de litro al día, siempre que
podamos encontrar también jugo de pescado o agua de condensación o
lluvia. Intentaremos beber agua de lluvia recogida de posibles chaparrones, o
estrujar el pescado para extraer agua sin sal.
Sea como fuere, parece ser
que bebida muy poco a poco ayudaría al náufrago a mantenerse vivo.
Aprovechar el agua de mar al navegar
El agua de mar es desinfectante, y por ello es buena idea pasar por
el agua de mar y secar, las frutas y verduras antes de entrar a bordo
y evitar parásitos y hongos.
Para cocinar en el barco es perfectamente adecuada al ahorrar agua
dulce y evitar tener que usar la sal refinada en el agua de los
arroces o las pastas. Debemos recordar que si mezclamos 1 parte de
agua de mar con 3 partes de agua dulce obtendremos la salinidad que
solemos tener al salar el agua dulce para cocinar. Esta es la
disolución para conseguir una concentración isotónica, es decir
equivalente a la salinidad que tenemos en el organismo.
Si la mezclamos
en dilución isotónica con zumos de cítricos, la salinidad pasa desapercibida porque el ácido enmascara
la salinidad del agua de mar. Por ejemplo podemos preparar un litro
de limonada y agregar un cuarto de litro de agua de mar. También
podemos utilizarla para hacer gazpacho, siempre que no utilicemos
más de una cuarta parte de agua de mar. Lo mismo y en la misma
proporción para hacer consomés y otras sopas.
Pero
recuerde que no debemos calentar por encima de los 40ºC pues
entonces se pierden parte de sus propiedades. Para hacer un guiso
con calabacín con patatas, puede poner sólo agua de mar, pues las
patatas y el calabacín aportan la parte de agua sin sal que tiene la
propia verdura, sin que el
buen plato quede salado. Podemos hacer un sofrito de patata, carne,
ajos, cebolla, e ir añadiendo agua hasta cubrirlo. Finalmente añada
el calabacín y otras verduras tiernas. El agua de mar nos puede
valer para dejar una noche ablandar los garbanzos o para hacer
aceitunas cambiando el agua con frecuencia durante varias semanas
hasta eliminar el amargor de la oliva tierna.
Artículos relacionados:
-
Proteger el mar está en tus manos
-
El agua, los mares
y nuestro incierto futuro
-
Cambio climático; disfruta mientras puedas
-
Homo Delphinus
-
El futuro está en el
mar
-
Microperlas contaminantes
-
Playas de plástico; muerte del océanos
-
Cómo envenenamos nuestros mares