No estamos
hablando de una película de marcianos. Existe un dicho que habla de
la existencia de un último rayo de sol de color verde, durante
el atardecer y justo en el último segundo cuando desaparece nuestra
estrella en el horizonte; El sol.
Cierto, no es
ningún mito! Se trata de un brevísimo ‘chispazo’ verde (los ingleses
lo llaman apropiadamente Green Flash) que se produce un
instante y justamente cuando el sol desaparece totalmente en el
horizonte.
Para poder apreciarlo es necesario que exista una atmósfera muy
limpia y sin apenas nubes, condiciones estas solo apreciables, y de
vez en cuando, sobre el mar. Además debemos estar unos 4 ó 5 metros
por encima de la superficie para poder apreciar dicho fenómeno
refractivo y reflexivo.
Este un fenómeno
óptico atmosférico ocurre poco después de la puesta del sol o
también justo antes del amanecer, en el que se puede ver un punto
verde, durante uno o dos segundos, sobre la posición del sol.
También puede verse como un rayo verde que sale del punto donde se
ha puesto el sol. Los destellos verdes son en realidad un grupo de
fenómenos que surgen por diferentes causas. Se pueden observar desde
cualquier altitud e incluso desde un avión, pero es importante tener
un horizonte despejado como en el océano, aunque a veces se observan
sobre nubes y montañas.
El concepto del
destello o rayo verde fue popularizado por la novela “el rayo verde”
por Julio Verne, en la que se describe su color como "...un
verde que ningún artista podría jamás obtener en su paleta, un verde
del cual ni los variados tintes de la vegetación ni los tonos del
más limpio mar podrían nunca producir un igual”.
Con un poco de zoom, se puede llegar a
ver un borde verde en la parte superior del disco solar en muchas
puestas de sol, si el día está claro. Sin embargo, el efecto de rayo
o de destello requiere una fuerte estratificación por capas en la
atmósfera para que se produzca un efecgfo de espejismo que
magnifique el color verde.
El rayo verde como el descrito en la
novela de Verne de forma oval y achatado por debajo, se
produce especialmente en el mar, cuando la superficie del mar está
más caliente que el aire de encima y así se genera el fenómeno de
espejismo. Al nivel del mar y con aire nebuloso el rayo verde a
veces se puede apreciar como un rayo que sale hacia arriba justo
inmediatamente después de la puesta del sol y durante unos buenos
segundos. Pero cuando en la atmósfera se produce un fuerte fenómeno
de inversión térmica, se puede apreciar en la parte superior del sol
una forma de reloj de arena que se vuelve verde durante hasta 15
segundos.
Se debe a un
efecto de refracción y reflexión relativamente complejo que ocurre
de la siguiente manera: La capa de aire de la atmósfera actúa como
un prisma debido a que con la altura, baja la temperatura del aire,
es decir su densidad, y por tanto su índice de refracción.
El último rayo de
luz blanca solar, casi paralelo al horizonte se descompone en sus
distintos colores, dejando el rayo de color rojo que se ponga el
primero, seguido un instante después por el de color verde. Los
colores azules que vendrían a continuación son absorbidos por la
atmósfera y no llegamos a verlos. La diferencia de tiempo entre
ambos es tan pequeña que nos cuesta conseguir distinguirlos
y por tanto, ver el rayo verde, (esto se debe a que la diferencia angular
entre los dos rayos es pequeñísima; de unos 20 segundos de arco)
¿Entonces porqué
finalmente podemos ver el rayo verde en algunas ocasiones?
En algunas
ocasiones se produce un efecto óptico de espejismo, cuando la capa
de aire sobre la superficie está más caliente que el resto del aire,
finalmente produce una reflexión de lo que está más lejos. En
definitiva podemos ver algo que está más allá del horizonte y que
nos parecerá situado ligeramente por encima de él. El resultado es
que gracias a este espejismo podemos ver un poquito más de tiempo
este último rayo verde del sol que dura del orden de un segundo.
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