Contamos con una tripulación
que ama estos
fondos marinos y conoce al detalle cada uno de los puntos de buceo. Durante las inmersiones nos
acompañan 4 divemasters, para hacer grupos pequeños de sólo 4 buzos.
La experiencia
es fantástica, por la calidad del barco y su cómoda navegación,
así cómo por la dedicación y esmero con que están preparadas las
inmersiones. Las velas de estos barcos son casi decorativas, pues toda la
navegación se realiza a motor. Entre las inmersiones, disfrutaremos
del frondoso paisaje costero de esta zona del mar de Banda, en dónde
encontramos numerosos pueblos de pescadores, siempre acogedores y
rebosantes de vida.
Las Molucas (islas
de los reyes)
Se trata de
una provincia de Indonesia con grandes montañas, volcanes y bosques
frondosos, entre los cuales crecen campos y plantaciones que aún
rememoran su turbulento pasado. Un paisaje desbordante de frescor,
un clima suave y una interesante cultura.
En uno de los resort
de las islas de Banda, antes de llegar al Damai... Lugares
extraordinarios.
También
conocidas como las islas de las Especias, las Molucas están
formadas por varios cientos de islas e islotes menores en un área
muy extensa, delimitada por la isla de Célebes y al Este por la
sorprendente región de Raja-Ampat y Papua Nueva Guinea.
En el siglo XV estas tierras fueron escenarios de batallas entre Españoles,
Portugueses y Holandeses por su gran valor en plantaciones de clavo,
nuez moscada, canela y otras especias cuyo valor en esa época, era
en peso más elevado que el oro. Su nombre proviene del árabe Jazirat
al-Muluk cuya traducción significa “Isla de los Reyes”.
Las Molucas
están ubicadas en el llamado cinturón de fuego del Pacífico y por
ello son frecuentes los terremotos y abundan volcanes, algunos
activos. Sus islas más importantes son la gran Halmahera y Seram con
más de 450 kilometros de longitud, aunque muchas otras son también
significativas como Toballai, Ternate, Tidore, Bacan, Sula, Buru,
Ceram, Aru, Bakar, Kai, Tanimbar, o Liran entre otras...
La
sorprendente historia de las Islas de las Especias
En el siglo XV,
no existían neveras y las viandas se conservaban o disimulaban el
sabor de su carne algo podrida, gracias a las olorosas especias. Eran
sumamente apreciadas y extraordinariamente caras al no producirse
más que en esta región del planeta. Los portugueses establecieron la
primera fortaleza defensiva en la isla de Ternate pues era la única
isla productora de clavo.
En 1.519
Magallanes logra llegar a Las Molucas navegando por el Oeste, y al
estar situadas más allá del límite establecido en el tratado de
Tordesillas, debían pertenecer a España. Algunos años más tarde,
Elcano regresa a Las Molucas en la expedición de Jofre de Loaisa, y
establece un fuerte en la isla de Tidore, en donde desembarcaron y
vencieron los portugueses, que establecieron un férreo dominio de la
zona hasta el siglo XVI.
El rey de
España, Felipe II, encargó una expedición de 2 naves, partiendo de
Nueva España (México), para explorar Las Molucas. Acudieron Luis
de Velasco que era entonces Virrey de Nueva España y el fraile agustino Andrés de Urdaneta, familiar del Miguel López de Legazpi y buen conocedor de
esas aguas. Así es establecieron los primeros españoles en las
Filipinas que finalmente tendrían un potencial económico mayor al de
las Islas Molucas.
En 1.599
desembarcó la Compañía Holandesa de las Indias, arrasando el
territorio en una terrible represión, y aunque 7 años más tarde los
Españoles junto con los Portugueses volvieron a tomar el control de
Ternate. En 1.663 España abandona los territorios de Las Molucas,
que más tarde fueron ocupadas por los ingleses durante las guerras
napoleónicas, para volver otras vez a dominio holandés entre 1.814
hasta 1.863. La locura holandesa llegó a exterminar a la mayoría de
la población local y el resto convertidos en esclavos para el
cultivo de la nuez moscada.
En la segunda
guerra mundial fueron invadidas por Japón y finalmente declararon su
independencia al perder estos la segunda guerra mundial en 1.945.
Durante varios años y hasta 1.949 Holanda intentó reestablecer el
control sobre este territorio, pero antes las presiones
internacionales, finalmente reconocieron su independencia como
provincia y parte de la actual Indonesia.
Pero en 1.998
se desató una ola de violencia que duró 4 años, alimentada por las
desigualdades económicas, sociales y políticas entre musulmanes y
cristianos. 5.000 personas perdieron la vida y medio millón más tuvo
que escapar y abandonas sus hogares.
Desde
entonces, en Las Molucas conviven tranquilamente todos sus pueblos,
y solo los restos de edificios coloniales atestiguan la violencia
del pasado.
Recorrer el
archipiélago de las Molucas
Aún se sigue
cultivando el clavo, aunque ahora en la cercana isla de Sulawesi, con verdes
paisajes impregnados del aroma a especias. Las gentes de los
poblados viven una vida sencilla y tranquila y en las pequeñas
comunidades y pueblos costeros con calles de arena, corretean despreocupadamente los
niños. En los mercados al aire libre, abundan las frutas y verduras
locales, entre gallinas y otros animales que alborotan cada rincón.
Fuera de las
grandes ciudades, las infraestructuras son deficientes, aunque
existen caminos de tierra y carreteras asfaltadas plagadas de
socavones, entre una vegetación exuberante que conduce en muchas
ocasiones a calas y rincones de postal... Las playas desiertas
están formadas por fina arena blanca de origen coralino,… un
paraíso. Para explorarlas desde tierra es buena idea establecerse en Bandaneira la capital, en donde es posible encontrar algunos
hoteles.
Pero el barco
es con seguridad la mejor forma de conocer Las Molucas, navegando
entre sus numerosas islas selváticas, atravesando pasos y canales,
fondeando aquí y allá, y desde luego buceando en sus increíbles
fondos marinos, que a pesar de haber sido torturados con cianuro y
fish-bombing, aun siguen siendo uno de los destinos por excelencia
para la práctica del buceo.
Las Molucas
son muy grandes y están divididas en dos arcos paralelos; El
del
sur formado por el anillo de fuego que linda con el Mar de Flores,
y las Molucas de las especias, algunos cientos de millas más al
norte. Este otro arco está coronado por la isla de Halmahera con una
forma tan retorcida como la de la enorme Sulawesi. Al Oeste están las
volcánicas Ternate y Tidor.
Buceamos en
las Molucas
Dicen que las
inmersiones en estas aguas del Mar de Banda están al nivel del Raja-Ampat, auténtica meca del buceo
mundial. Las comparaciones son odiosas, pero lo cierto es que se
parecen y en algunos aspectos las mejoran, como por ejemplo los
buceos en Ambon, en donde en otras expediciones, hemos podido
disfrutar algunas inmersiones insuperables por la biodiversidad que
ofrecen estos fondos. En las costas de Halmahera, los arrecifes de
coral son sencillamente fantásticos y están al nivel de Tubbataha
(posiblemente una de las mejores regiones de Filipinas para bucear
en mitad del Mar de Sulu).
En las Molucas es normal bucear entre densos cardúmenes de peces y
quedar sorprendido inmersión tras inmersión, por la belleza de sus fondos marinos.
Las Molucas
son increíbles, como también lo es Raja Ampat, y a unos pocos
cientos de
millas más al Este,
la alucinante zona
de Misool ya cerca de los
increíbles territorios del Papua Nueva Guinea… Nada extraño pues nos
encontramos en el corazón del triángulo del coral, con el Indopacífico
en estado puro. Una de las mejores regiones del planeta, para
practicar el mejor buceo del mundo y disfrutar en un entorno de navegación
excepcional. Para mi, posiblemente una de las más bellas
regiones del planeta...
Expedición
Desde Halmahera a Raja Ampat.
En 12 días es
imposible abarcar tanto territorio, y la zona da para realizar decenas de
periplos y distintas expediciones. Incluso repitiendo un mismo
recorrido, descubriremos diferentes singladuras en las que disfrutar
en nuevos lugares,
diferentes bahías, otras playas, pueblos de pescadores, fondeos imposibles
de imaginar y renovadas experiencias.
El día a día
en nuestra expedición de buceo comienza a la 6 de la mañana y para
algunas inmersiones incluso antes del amanecer,
cuando bajamos a ver los grandes tiburones martillo.
Después de este primer buceo, nos espera un copioso desayuno sobre las
8:30, y un par de horas de descanso tumbados en las hamaca de
cubierta. Sobre las 11 ya hemos escuchado el “briefing” de la segunda
inmersión y estamos listos para volver a sumergirnos. Aunque los
buceos se pueden extender algo más de una hora, no tiene sentido
apurarlos, cuando sabemos que un rato después vendrá una tercera y
otra cuarta inmersión…
A eso de la 1
de la tarde, ya hemos saciado el hambre que genera tanta actividad, con
una comida exquisita gracias al buen hacer
del chef y su intendencia. Después de cada buceo, el capitán y la
tripulación navegan la phinisi a la siguiente zona de fondeo, en
dónde localizan el siguiente punto de inmersión a veces con GPS, y
otras con sus enfilaciones memorizadas. La
tercera inmersión suele hacerse entre las 2 y las 3 de la tarde, y
al regresar al barco en las lanchas auxiliares que utilizamos para
movernos hasta los puntos de inmersión, le
llega el turno a la merienda con zumos, frutas y algo de pastelería.
Ya son alrededor
de las 5 de la tarde y aún quedan un par de horas de descanso hasta
la puesta de sol. Con el ocaso a eso de las 7 de la tarde ya hemos
cumplido con el tiempo de superficie, y comienzan las preparaciones para el buceo nocturno.
En cubierta hay un gran ajetreo de equipos y linternas y carcasas de
cámaras submarinas. Al regresar de esta
última inmersión nos espera la cena, que suele acabar sobre las 8:30
o 9 de la noche, momento perfecto para tomarse una cerveza y poco
después ir a la cama, pues la siguiente jornada comienza de nuevo
con el amanecer… Bucear, zampar, descansar, y disfrutar de la
navegación y el entorno de Las Molucas. No se puede pedir más…
Navegar en las costas de Molucas
Las costas y
los fondos marinos de esta provincia de Indonesia aún son bastante
desconocidos y hay poca infraestructura hotelera o servicios en
dónde alojarse para salir a bucear. Por ello un barco con
‘liveaboard’ es la mejor forma de organizar estas expediciones de
auténtico descubrimiento, al menos submarino.
Cuando el
barco llega a un nuevo destino, nos acercarnos al poblado de
pescadores para hablar con los “mayores” del lugar, a los que
pedimos permiso para poder bucear y pescar en sus aguas. Nunca hay
problema, pero es importante hacerlo, por respeto y educación y a
cambio del algún pequeño ofrecimiento económico, nos permiten
fondear y disfrutar en sus aguas costeras.
La expedición
recorre el norte de Ternate, para luego dirigirnos a algunos
arrecifes cercanos a la isla de Pulau Kajoa. Al día siguiente
atravesamos el estrecho paso entre Halmahera y las tortuosas islas de
Bacan, en dónde también encontramos otras fantásticas inmersiones. Desde
allí el Damai navega toda la noche hasta los perdidos islotes de Pulau Pisang con puntos de inmersión como “big banana’ y
‘Bananarama’ a mitad de camino hacia la increíble isla de Misool,
que de por sí es un destino en mayúsculas.
Los días siguientes
arrumbamos al noreste hacia los territorios de Raja-Ampat, atravesar
el canal de Sorong y llegamos a una de las zonas más emblemáticas
del buceo mundial; El canal de Dampier al norte de la isla de
Mansuar.
El periplo
podría haberse definido de mil formas distintas y hubiera seguido
siendo perfecto. El territorio es tan extenso que se puede
organizar de muchas formas diferentes. Rincones increíbles, fondeos
de locura y nuevos lugares quedan pendientes para nuevas
expediciones.
Las islas
Lease y Ambón
De hecho ni
siquiera nos acercamos a las “Lease Islands”, que sin embargo ya
visitamos en otros viajes. Las Lease están situadas bajo las grandes
islas de Buru y Seram, esta última de más de 400 kilómetros de
longitud.
De las
pequeñas Lease Islands, Ambón es la más importante y sin duda
debería encontrarse entre los destinos de cualquier buzo que quiera
flipar con la vida marina. Por poner un ejemplo, en una sola
inmersión, pudimos ver el inaudito pez sapo psicodélico, cuyo nombre
ya lo dice todo, diferentes rhinopias de sorprendentes colores, un
pulpo de anillos azules, una brutal cobra marina, solo por destacar lo más significativo…. ¡Y esto en una sola inmersión!
En la imagen, 2 peces
Sapo Psicodélicos... Para flipar...
En otro buceo
nos metimos en una cueva que tras doblar varias esquinas se hizo tan
oscura como la noche cerrada. Al cabo de un par de minutos y tras
acostumbrar la vista a la oscuridad, apagamos las linternas para
alucinar con cientos de “estrellas” bailando a nuestro alrededor.
El pez linterna emite luz en sus ojos para atrae a sus presas… Una
verdadera locura...
Una bella Rhinopia de
color difícil de explicar...
Y no debemos
dejar de conocer las otras Lease, como la pequeña y cercana isla de
Sarapua y concretamente su bahía norte (Tuhana), en donde
encontraremos otros destinos de buceo alucinantes, así como en la
pequeña isla de Nusa Laut y en ella el poblado de Ameth en donde hay
una bahía de coral y unas fantásticas playas de arena blanca como la
harina. Arrecifes con corales duros y blandos y una innumerable
cantidad de esponjas, que poco a poco descienden hasta una
plataforma arenosa a -40 metros.
En Enero la
visibilidad alcanza los 30 metros y aunque los "bichos" grandes
abundan desde Mayo a Julio, en cualquier época es normal encontrar
tiburones puntas blancas, napoleones, barracudas, y grandes túnidos, además de
otros pequeños peces de arrecife como sargentos, el siempre
vigilante ballesta, cirujanos, cardinales, damiselas, lenguados,
morenas, anguilas y otros tantos pequeños y coloridos peces de coral,
de cuyos nombres ya ni me acuerdo…
Al lado se
encuentra la minúscula isla de Molana, en cuya punta sur también
podemos hacer excelentes inmersiones con un arrecife que
gradualmente desciende desde -3 metros hasta los -20 en donde
aparece el Drop-Off, formado por una rica pared vertical plagada de
cuevas y grandes y coloridos meros moteados que llega hasta los -40,
en donde se establece un fondo arenoso. Una auténtica fiesta…
Las islas de
Banda
Sin haber sido
destino de esta expedición, existen unas minúsculas islas al Sureste
de Ambon conocidas como las “Islas de Banda” que son uno de los Tops
del buceo en Indonesia. Si no vamos en barco, podemos volar desde la
cercana isla de Ambón en turbo hélice. Buceo para todos los gustos,
desde lagunas tranquilas como la de Banda Neira, hasta intimidantes
paredes verticales como las de la isla de Hatta. En estas aguas es
posible tener encuentros con tiburones de arrecife, mantas raya,
grandes meros y túnidos, napoleones, tortugas …
Y por supuesto
toda la colección caleidoscópica de coloridos pequeños peces de
arrecife poblando corales tabulares, de cerebro y de todas las formas. Pocas
corrientes y a penas existen daños por la ilegal pesca con dinamita.
Hay dos temporadas para acertar en estas aguas: Durante los meses
desde Marzo, Abril, y Mayo, y la segunda temporada durante el mes de
Septiembre, Octubre y Noviembre. Lo mejor; en el mes central de cada
temporada Abril y Octubre. Fuera de las dos temporadas es cuestión
de suerte, ya que podemos encontrarnos con mares más bravíos,
especialmente en Diciembre y Enero durante el monzón del Noroeste.
También debemos evitar Junio, Julio y Agosto por el monzón del
Sureste. La visibilidad suele ser de 10 a 20 metros, pero si
acertamos con los meses de Abril y Octubre es posible encontrar
aguas cristalinas con hasta 40 metros de visibilidad.
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