El Parque Natural de Tubbataha se extiende a lo largo
20 kilómetros de longitud en un eje Norte-Sur separados en
su
mitad por un ancho canal de 8 kilómetros. Abajo se encuentra South-Tubbataha,
y hospeda una impresionante variedad de especies de arrecife,
tortugas y grandes pelágicos, así como mantas, las siempre
fantásticas rayas (eagle ray), tiburones punta blanca, punta
negra o grises de arrecife, grandes napoleones e incluso
martillos. Es muy frecuente encontrar grandes cardúmenes de
jureles, grandes meros, labios dulces o barracudas en las
paredes y submarinas.
Bankas
Filipinas. Trimaranes muy usuales.
El paisaje submarino es muy variado
y combina pendientes suaves con plataformas de arena blanca
y
luminosa, que a veces se alterna con paredes verticales que caen
hasta los 1.000 metros. La espectacular explosión de vida y colorido
hace de Tubbataha una experiencia cumbre difícil de olvidar.
Cómo
y cuando ir a Tubbataha
El Mar de Sulú se muestra en ocasiones duro y
no ofrece resguardos al estar abierto a muchos vientos. Por
esta razón y no por el buceo en sí, debemos elegir unas fechas
entre los meses de Marzo y Junio durante la primavera. Fuera de
esa época el Mar de Sulú se muestra enérgico debido a los fuertes
vientos reinantes en la zona, y que levantan una fuerte marejada
durante largos meses.
La única forma de visitar Tubbataha, si no es
con nuestro propio barco, es en crucero de Buceo, al no existir
ninguna infraestructura hotelera sobre sus pequeños arrecifes e
islotes. El último viaje de la temporada es utilizado como ruta de
transición y recorre durante el regreso hacia el sur de la isla de
Luzón, otros bellos arrecifes como Apo-Reef
en la región de Coron que ofrece también un espectacular buceo.
El Mar de Sulú es cruzado por tifones y por
este motivo es importante elegir unas fechas dentro de la
temporada seca y a ser posible descartando los extremos. En
nuestro caso escogimos la última semana y por ello nos pilló en
los dos últimos días de expedición una
tormenta tropical que se transformaba rápidamente en tifón. Toda
una experiencia. Afortunadamente el resto de los
días tuvimos una meteo magnífica con mucho sol y buena mar.
En la tormenta
tropical el viento comienza a soplar de forma enérgica. Aunque aún
NO se había levantado la mar, el fuerte viento
arrastra las líneas de espuma haciendo presagiar la mar que nos
esperaba.
Para llegar desde España, debemos volar a
Manila y desde allí cambiar desde el aeropuerto internacional
hacia el aeropuerto nacional de Manila, para tomar entonces un
vuelo local que en menos de una hora nos llevará a “Puerto
Princesa”, capital de la isla de Palawan (absolutamente
preciosa). Desde Puerto Princesa
parten los
“vida-a-bordo” rumbo Sur-Este hacia los arrecifes de Tubbataha,
situados a unas 95 millas náuticas mar adentro.
Comienza la
aventura
Aterrizamos con el cielo totalmente
encapotado entre nubes de tormenta, y de camino al puerto para
embarcar, nos cayó una tormenta tropical jarreando toneladas de
agua. La temperatura es agradable y hasta la misma lluvia
recordaba más a una ducha de agua templada que a un típico
chaparrón del campo español. Y así entre aguaceros embarcamos en un viejo barco de
acero preparado para el buceo y no especialmente lujoso. El
capitán dio orden de zarpar tras una suculenta cena. Antes
recibimos
una interesante charla de bienvenida, ofrecida por los biólogos del
Parque Marino de Tubbataha residentes en Puerto Princesa.
Nos tocó un impresionante camarote en la
cubierta superior cuyo frente totalmente acristalado ofrecía una
fantástica panorámica de más de 180º con toda la proa por delante.
Una atalaya perfecta desde donde disfrutar el espectáculo que nos
depararía esta primera noche de tormentas, camino de los arrecifes
de Tubbataha.
La noche había caído, cuando nos retiramos al
camarote, mientras navegábamos a 8 ó 10 nudos en rumbo directo a South-Reef. La
oscuridad era total. Pronto la lluvia disminuyó hasta desaparecer,
abriéndose el cielo para dejar que la luna iluminara todo el Mar
de Sulú. Qué belleza de mar norcturno.
El barco cabeceaba en una mar bastante
cargada por los vientos de los últimos días, que habían dejado un
oleaje de proa de unos dos metros de altura. Avanzábamos de forma
certera contra el frente de olas y con frecuencia nuestro barco de
exploración caía "a machete" sobre alguna ola más importante que las demás,
levantando una brutal cortina de agua a ambas amuras que venía a
estrellarse contra nuestro ventanal frontal. Y todo ello
disfrutado sentados desde la cama, en mitad de una noche de luna
llena. Pura magia...
A pesar del fuerte
movimiento del barco que hacía complicando incluso la visita al
cuarto de baño, poco a poco nos fuimos quedando dormidos mientras
contemplábamos desde la cama un espectáculo grandioso.
Antes de las 8 de la mañana ya estábamos en Tubbataha
y como no podía ser de otra manera, nuestros divemasters,
Diana y Giga, ya anunciaban
las primeras inmersiones en este paraíso submarino. El día se
levantó con sol radiante y un mar de intenso azul marino y
bastante
tranquilo. Navegábamos protegidos por la larga barrera coralina
tras doblar y cambiar de rumbo en Lighthouse Reef, en cuyo islote
selvático se levanta un antiguo y pintoresco faro.
El Buceo en
Tubbataha
Nos encontramos a 150 kilómetros del Sureste
de Puerto Princesa capital de la sorprendente isla de Palawan, en
el extremo sur del conjunto de arrecifes que cubre una extensión
de 970 kilómetros cuadrados, de los cuales 100 km2 corresponden a
fondos coralinos en los que descubrir algunas de las mejores
inmersiones de nuestro planeta.
La zona está formada por el Atolón Sur, el del
Norte y los arrecifes “Jessie Beazley”. En todos ellos
encontramos fondos fantásticos y muy variados habitados por 600
tipos de especies marinas y más de 300 tipos de corales distintos.
Hay buceos para todos los gustos con
“Drop-off” y paredes verticales que se pierden en el azul,
visitados por peces pelágicos, buceos tranquilos y poco profundos
inundados de luz y colorido, inmersiones de deriva con corrientes
fuertes o puntos tan emblemáticos y dignos de respeto como “washing machine” cuyo nombre lo explica todo de antemano.
En los alrededores
de la estación científica utilizada por los guardas marinos, disfrutamos de algunas de
las mejores inmersiones a poca profundidad y en un agua cristalina
y luminosa, con mucha vida, colorido y belleza. A pocos
centenares de metros de la estación de estos "Rangers", las inmersiones alternan
bancos de arena blanca, entre pináculos de coral desbordantes de
vida coralina. Inmersiones imposibles de olvidar.
En algunas playas submarinas encontramos infinidad
de peces ballesta de gran tamaño anidando sobre la arena. A
diferencia del muy agresivo y típico Titan, esta especie
por todo lo demás casi idéntica al "Titan trigerfish"
común, simplemente nos ignora, aunque se muestra muy belicoso con
cualquier otro pez que se acerque a sus nidos. Es extraño pues
allá donde vayas, los peces Titan son tan territoriales que no
dudan en atacar a buzos o cualquier criatura que se acerque a su
zona. El lugar es tan fantástico y bello, que
lo único que apetece al regresar al barco, es tomar un zumo fresco
y
cambiar la botella para tirarse de nuevo al mar, apurando el intervalo de superficie.
Inmersiones
obligadas
Estos son algunos de los puntos más
destacados dentro del parque nacional de Tubbataha para disfrutar por la vida, la transparencia, el relieve submarino
y la densidad de vida:
Delsan Wreck –
Atolón Sur: Este pecio sirve de cobijo para numerosos bancos
de Labios dulces y Meros, y es muy frecuentado por mantas raya
y numerosos tiburones punta blanca, punta negra y grises de
arrecife. También son frecuentes las tortugas y en todas partes
encontraremos numerosa vida pequeña de gran biodiversidad para
hacer las delicias de los fotógrafos aficionados al macro.
Washing Machine
– Atolón Norte: Se trata de una pendiente suave que se hunde
suavemente hacia los abismos. En la punta del arrecife las
corrientes a veces son muy fuertes e impredecibles y es justamente
este movimiento de las masas de agua lo que atrae a mantas y
tiburones. En la punta del arrecife, es donde se encuentran las
corrientes más molestas, por lo que intentamos evitar este extremo.
También debemos tener cuidado según vayamos
saliendo de la plataforma con un fondo a 15 ó 20 metros para
adentrarnos en la suave pendiente. Entonces aparece una fuerte
corriente descendente que rápidamente nos puede llevar a los 30,
35, 40 metros o más a no ser que reaccionemos rápidamente para
salir de ella. En una de las inmersiones, al aparecer una manta y
su “baby” buceamos para seguirla sin darnos cuenta que la
corriente nos tragaba hacia abajo. No es una grata experiencia
comprobar como de repente, la computadora te avisa estar ya a 35
metros y bajando.
En esta inmersión también encontraremos grandes Napoleones, Jureles (Jackfish),
Atunes y Barracudas.
Lighthouse –
Atolón Sur: Una inmersión para disfrutar a tope y sin
complicaciones de ningún tipo. Se trata de una plataforma coralina
suave y de fácil buceo cubierta en diferentes zonas por plantas
verdes alternadas por bancos de arena blanca, en donde podemos
disfrutar la presencia de numerosas tortugas “pastando” en el
fondo entre corales blandos. También encontraremos rayas moteadas,
peces mariposa, ángeles, peces mariposa, y estandartes.
Seafan Alley –
Atolón Norte: Como no podría ser de otra manera, durante la
inmersión descubriremos numerosísimas gorgonias que crecen a lo
largo de la pared, y en las que es posible descubrir el caballito
de mar pigmeo o los peces pipa. La inmersión también es famosa por
los ballesta de dientes rojos y los Labios dulces. En el azul no
faltarán las barracudas, los atunes y también es posible el
encuentro con tiburones de punta plateada.
¿Qué
llevarse a Tubbataha?
La temperatura es
ideal. Con un par de
bañadores y el equipo de buceo nos bastará. Nada más. En la estación de los Rangers de
obligada visita, podremos comprar por algunos dólares alguna
camiseta de algodón como recuerdo de nuestra estancia y podremos
firmar en el libro de visitas para dejar constancia de
nuestra visita. En unos pocos metros cuadrados el
equipo de Rangers vive ininterrumpidamente durante varios meses al
año, a la espera de ser sustituido por un segundo equipo en tierra
firme.
La temporada seca
comienza en Diciembre y finaliza en Junio, por ello durante
la primavera tendremos el menor riesgo de tormentas y tifones, que
es cuando es posible visitar el lugar. Entre los meses de Marzo y Mayo tendremos las temperaturas más
templadas mientras que la temporada más húmeda va desde Junio
hasta Agosto. La temperatura exterior es en estas fechas de 27 a
28 grados durante la primavera, a 33º ó 34º
en el verano. Al caer el sol, la brisa hace descender algo la
temperatura ofreciéndonos unos atardeceres perfectos sobre la
terraza del barco.
En el agua y en la
época en la que operan los cruceros de buceo, la temperatura es de
unos 27º-28º grados, perfecta para un neopreno de 3 milímetros. El
resto del año la temperatura es un poco más baja entre los 24º y
26º por lo que es de agradecer un traje de 5 milímetros.
Proteger Tubbataha;
Patrimonio por la UNESCO
El parque situado
casi justo en la mitad del Mar de Sulú,
mide cerca de 100.000 hectáreas entre los dos atolones
principales, lo cual nos da una idea de lo difícil que resulta su
vigilancia por dos patrullas de 4 Ranges equipados con barcos
fueraborda de pequeña potencia.
Diferentes
estudios de famosas universidades confirman que el parque de
Tubbataha actúa como incubadora y criadero natural de especies de
peces y de larvas de coral, desde donde se extienden al resto del
mar de Filipinas, a Malasia e Indonesia. El lugar es especialmente
importante gracias a la convergencia de diferentes corrientes que
aportan un flujo continuo de nutrientes además de barrer y
limpiador las aguas del arrecife. El resultado es una enorme
eclosión de vida y diversidad que se combina con la interesante
geología submarina para crear esta joya de la naturaleza. Al crecer la
vida, otros grandes pelágicos se acercan para alimentarse y pasar
temporadas en sus largas migraciones.
Tan importante es
este conjunto de arrecifes y sistema bio-ecológico, que la UNESCO
lo declaró Patrimonio de la
Humanidad en 1993. En el año 1998,
el presidente de filipinas Fidel Ramos,
creo la estación de vigilancia y su equipo de Rangers.
El hecho de
encontrarse a unas cien millas náuticas de la costa más cercana, ha
impedido su explotación
como lugar de pesca por los pescadores filipinos, pero al
convertirse en un lugar tan rico de vida comparado con las
esquilmadas costas de las islas principales, el problema surge ahora
con barcos de pesca furtivos que vienen desde Corea y que son
difíciles de controlar debido a la gran extensión del parque
marítimo.
Mientras estuvimos
en el área y durante algunas inmersiones pudimos oír con nitidez
media docena de explosiones procedentes de algún lugar no
identificado en el que
algunos malhechores estarían practicando pesca con dinamita. Lo
denunciamos a la Universidad de Biología Marina
de Manila. Se trata de una práctica brutal que destruye todo tipo
de
vida alrededor de la explosión y que a pesar de estar muy perseguida, sigue
practicándose incluso en el mismo Tubbataha, como tristemente pudimos
comprobar. A pesar de ello.... ¡Tubbataha es INCREÍBLE!
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