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Ride Sea - Rías Altas II

La Costa de la Muerte

 

Las  Rías de Coruña, Betanzos y de El Ferrol son un verdadero regalo de la naturaleza. Un lugar de obligada visita que no debe dejar de conocer. Se trata de un entorno privilegiado que compite en belleza con las Rías de Vigo y Villagarcía. Y desde el mar su hermosura se multiplica pues nos permite conocer rincones de imposible acceso desde la tierra. Sus aguas resguardadas son perfectas para la navegación. 

 

En la lejanía ya se avistaba la esbelta torre de Hércules que nos confirmaba la llegada a La Coruña. Ya dentro de su ancha ría nos recibieron decenas de pequeños Optimist regateando en sus protegidas aguas. Cerca de la bocana del puerto de Marina Coruña debemos dejar por babor la antigua fortificación de San Antón que da la bienvenida a tan histórica ciudad. La Coruña es un puerto perfecto para hacer escala camino de cualquier parte. Sus instalaciones muy cuidadas y su gente afable nos invitan a descansar en sus pantalanes por un par de días durante los cuales reponemos fuerzas mientras aprovechamos para visitar algunos de los lugares históricos más importantes de la esta bella ciudad.

 

Desde su construcción por los romanos, el faro conocido como Torre de Hércules ha sido el monumento símbolo de la ciudad de A Coruña. Es el faro más antiguo en funcionamiento del mundo, que alumbró con su luz a miles de marineros en los cientos de años de su existencia.

 

La Coruña es ciudad milenaria con asentamientos que datan de antes de la época Romana y ya citada posteriormente por Ptolomeo como la ciudad del faro. En ella estuvieron las tropas de Julio Cesar en el año 62 antes de Cristo, cuando era conocida por el mundo como Brigantium. En el medievo los continuos ataques vikingos acaban finalmente por despoblarla. De la Coruña sale la Armada Invencible al desastroso encuentro con los ingleses en el canal de la mancha y es escenario de batallas entre Ingleses, Franceses y más tarde Carlistas e Isabelistas. Y toda su historia queda reflejada en sus monumentos y callejuelas, como la colegiata románica de Santa María del Mar, la Iglesia de Santiago del siglo XII, los restos de las murallas o las puertas de san Miguel.

La zona de la Marina, forma una de las partes más emblemáticas de la ciudad remodelada hace un siglo cuando se demolieron la mayor parte de las antiguas murallas. Su calle Real peatonal vértebra de una importante zona turística y gastronómica que sirve de enclave para algunos de los mejores restaurantes y bares de tapas de la ciudad.

 

 

La Ría de Betanzos

De Betanzos, de Sada, de Ares y otros pueblos más que la comparten…. Pues esta increíble Ría es de todos y a todos embelesa por su hermosura. En sus aguas muy cerca de La Coruña, pudimos disfrutar a tope de una navegación “enloquecida” en la que sacamos lo mejor de la Cap Camarat y de nuestro Yahama F350. Las aguas protegidas y mansas son lugar perfecto para navegar y regalarse algunos momentos a 50 nudos. Tiramos a fondo con el Yamaha F350 hasta alcanzar una alta velocidad mientras dibujamos un amplio viraje perfectamente circular a más de 40 nudos que parece estar trazado con un compás.

 

 

Sus aguas de tonalidades azuladas y verdecidas de indecibles coloridos, nos sirvieron como escenario para trimar muy finamente el motor con la palanca de gases a máxima potencia. Volamos sobre sus aguas a cortos tramos que nos llevaron de salto en salto por todos sus bellos rincones. Escondrijos que descubren pequeñas calas perdidas con sus diminutas playas rodeadas por frondosa vegetación. La Galicia más pura, la belleza más sorprendente. El paisaje recuerda algunos preciosos rincones de las Islas Filipinas y otros sitios tropicales. Cuando paras, las aguas reposan como las de un bello lago. Y de repente sin más, y por aquí y por allá, el agua se pone a “hervir”, debido a los millares de saltos que dan los pequeños pececillos, probablemente ahuyentados por otros de mayor tamaño... Todo vibra de vida y de color.

 

 

La Ría del Ferrol, sin lugar a dudas es la más protegida pues su acceso queda delimitado por un estrecho canal que da acceso a sus protegidos puertos comerciales, turísticos y militares.

Desde La Coruña, arrumbamos de nuevo hacia el NE para alcanzar Cabo Prior situado a más de 100 metros de altura sobre el mar y de bella torre hexagonal. Se suceden otros aún más increíbles cortados a pico sobre inmensas paredes verticales de acantilados tapizados de verdes mantos. Estamos ahora frente al Cabo Ortegal en donde oficialmente empieza el kilómetro cero del mar Cantábrico. Su municipio más cercano es Cariño en donde no decidimos detenernos pues la etapa para el día es larga hasta Ribadeo, fin de Galicia.

 

 

 

 

 

 

Frente a Ortegal que nos recuerda a la belleza de la costa Tramontana de Mallorca, pasamos justo pegados a los tres famosos y afilados Aguijones rocosos en granito negro de más de 1.200 millones de años de antigüedad geológica. Un poco más al Este navegamos hasta el cabo más al norte de España. Estamos en Estaca de Bares, en donde se adivinan algunas instalaciones militares ya abandonadas y que acogían a la base de comunicaciones y posicionamiento LORAN actualmente abandonado desde la utilización del GPS.

 

 

 

 

Pero entre el cabo Prior y el de Ortegal aparece repentinamente la bella Ría de Cedeira famosa por sus exquisitos percebes y que esconde rincones de norme encanto. En Cedeira decidimos darnos una buena comilona y reposar antes de seguir hacia Cantabria. Esta pequeña villa milenaria en donde se han encontrado rastros antiquísimos estuvo explotada siglos atrás por los señores feudales de los condes de Trabas. Actualmente la industria marisquera y pesquera con una flota de bajura de unos 100 barcos es su principal fuente de riqueza.

 

Combinación de lajas de cedeira: Al ver estas fotos se entiende con un golpe de vista la peligrosidad de despistarse en estas aguas. El color azul cian del agua revela lo que puede estar debajo. Al retirarse un poco la ola aparece un puñal de granito capaz de hundir cualquier casco que despistadamente se precipitara sobre él.

 

 

La Ría Do Barqueiro

Pasado el cabo aparece la preciosa Ría Do Barqueiro en donde disfrutamos de un frío baño en sus aguas bien resguardadas. Estamos frente a otro sitio de bellaza casi tropical. Algunas escaleritas bajan reptando por la roca hasta el mismo borde del mar. En Do Barqueiro descubrimos posiblemente algunos de los más bellos rincones de las Rías Altas que nos trasladaron a recuerdos paisajísticos de aguas muy lejanas como las de Thailandia o Indonesia! Las blancas playas de arena fina se alternan con rocas graníticas que dejan entrever caprichosos recovecos e inquietantes cavidades.

En el interior de la Ría los puertos de O Vicedo y O Barqueiro ponen su nota de color y calor humano, y en el fondo de la Ría, allí en donde las aguas del río Sor se funden con las marinas, se encuentran la isla y el lugar de Negradas, un buen ejemplo de aldea campesina. En esta playa de Arealonga que muy lentamente pierde su profundidad y en donde rompía un suave oleaje pudimos jugar tentando nuestra Cap Camarat hasta casi el mismo borde de la arena. Finalmente ligero acelerón con el trim bien arriba y recuperamos un poco de sonda, para terminar de recorrer los alucinantes rincones de este increíble litoral. La villa de O Barqueiro es una de las estampas más bellas del litoral gallego emplazada en un suave anfiteatro abierto por el río Sor. Las casas se apiñan trepando por las empinadas laderas y todo el conjunto es de una belleza extraordinaria.

 

 

Enfrente, y en la boca de la Ría se encuentra la Isla de Coelleira que recibía en el medievo el nombre de Cunicularia por la abundancia de conejos aunque ahora es preferida como privilegiada atalaya para la observación de aves migratorias. Pero en tan inexpugnable isla se alzó años atrás el antiguo monasterio templario de Quonicularia, y en donde finalmente fueron degollados 35 de los 36 monjes soldados de la orden del Temple durante la desaparición de la orden templaria ejecutada por el Rey Felipe de Francia bajo la conspiración del Papa Clemente V, que ansiaban las riquezas de la orden del Temple y temían su enorme poder  Tras la quema en la hoguera de Jacques de Molay gran Maestre de la orden del temple se desencadenó una bárbara persecución de sus monjes guerreros que tenían desgraciadamente orden de fidelidad al Papado de Roma.

La isla de apenas 2 kilómetros de perímetro posee agua dulce y fue lugar estratégico en la defensa de las rutas de navegación del norte peninsular. Con las huestes  musulmanas en la Península, muchos peregrinos costearon por el Cantábrico, al abrigo del Temple. El único monje que salvó su vida huyó a nado hasta alcanzar la cercana costa y refugiarse en Xillio vestido de paisano.

¿Quiénes eran los templarios de la Coelleira? La leyenda sólo habla de un tal Guilleme. ¿Eran templarios Franceses huidos, quizás desde La Rochelle? ¿Fue asediada o hubo resistencia? ¿Por qué ocurrió la matanza cuando la mayoría de templarios aragoneses salvaron sus vidas tras resistir duros asedios al no ser encontrados culpables de herejía? ¿Estuvo Coelleira relacionada con el secreto del Priorato de Sión? ¿Qué escondieron todas esas muertes violentas?

 

 

 

En Ruta hacia Ribadeo

 

Sin ninguna respuesta volvemos a avanzar la palanca de gases y nos dirigimos hasta Portocelo en donde tuvimos que contentarnos con quedarnos en su bocana natural por encontrarnos en marea baja. La tranquila y solitaria playa de arena blanca, forma una amplia concha, con una gran belleza paisajística y abundancia vegetación y fauna marítima. Tiene dos cabezas, dos arenales independientes que acaban uniéndose en bajamar, que es cuando alcanza su mayor extensión.

 

 

Foz la pasamos de largo pues es imposible conocer todos los bellos rincones de la costa y se nos queda por tanto para otro viaje y en Rinlo no tuvimos la osadía de entrar a su bello y pequeñísimo puerto, pues su boca es estrecha y había un molesto oleaje. De repente vimos salir como de la nada un motón de motos de agua cuales modernos piratas haciéndose hacia la mar. La belleza de Rinlo se hizo patente durante la visita por tierra ya alcanzado el puerto de Ribadeo.

 

 

Y muy cerca de esta última Ría Gallega se encuentra la fastuosa y magnífica playa de las Catedrales en donde el mar ha tallado ola a ola durante miles de años formas abovedadas de desconcertante belleza. Se trata de un increíble espectáculo de escultura natural.

 

 

Es tal su belleza que ha sido declarada Monumento natural por la Consellería de Medio Ambiente de la Junta de Galicia. Sus arcos y cuevas, sólo apreciables a pie de playa y durante la bajamar le dejan a uno perplejo. En marea alta es imposible imaginar lo que esconde el agua y sus finísimas arenas. Arcos de más de treinta metros de altura recuerdan a los arbotantes de una enorme catedral gótica formando gruta y cuevas por las que se precipita la mar a lo largo de decenas de metros de pasillos de arena entre bloques de roca.

 

 

 

Ria de Ribadeo y Castropol

 

La Ría fronteriza entre Galicia y Asturias encierra una bella bahía en la desembocadura del río Eo. Su puerto perfectamente equipado con todos los servicios de un moderno náutico es agradable y muy hermoso con gentes sumamente afables y serviciales que nos hicieron sentimos como en casa.

 

 

Pasear por Ribadeo es una auténtica delicia. La ajardinada plaza de España, es un buen lugar para iniciar un paseo turístico por la villa. Aquí se alza el palacete de los hermanos Moreno, construido a principios del siglo XX con estilo modernista y que se ha convertido, probablemente, en el edificio más emblemático de Ribadeo. A su derecha se encuentra el pazo de los Ibañez, del siglo XVIII y estilo neoclásico y que actualmente alberga al ayuntamiento de Ribadeo. Al otro lado de la carretera de Vegadeo, descubrimos el Convento de Santa Clara, probablemente fundado en el siglo XI y reconstruido en el XII ó XIV, y la iglesia de Santa María del Campo, antiguamente llamada de San Francisco, que tiene dos portadas góticas y guarda arcos románicos y un retablo barroco del siglo XVIII en el interior. Recorrer su ointoresco casco antiguo con sus empinadas callejuelas que bajan hasta los puertos con numerosas escalinatas, y donde las casitas de los pescadores se apiñan es una completa delicia.

 

 

Hemos llegado al fin de las etapas gallegas en donde decidimos darnos un merecido descanso de varios días pues la meteo pronosticaba una semana con mal tiempo. De modo que RideSea decide regresar por unos días a la oficina para retomar la costa Norte cuando el tiempo muestre de nuevo un bello anticiclón.

 

 

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