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Ride Sea - Preparar la Cap Camarat

 

Gran parte del trabajo de preparación de la Cap-Camarat fue realizado por el mismo equipo que habría de pilotarla. De esta forma pudimos conocer todos los detalles del barco.

Lo primero que tuvimos que trabajar fue la carena con su correspondiente antifoulig. Elegimos el “coppercoat” cedido por la empresa “Motores-Ecológicos”, que asegura una protección duradera hasta 10 años! Consiste en polvo de cobre puro que durante la preparación del producto se mezcla con una base de resina epoxi, y se aplica en cuatro capas sobre la obra viva. Cuando el cobre reacciona con el agua, se crean óxidos de cobre y otros derivados como acetatos y carbonatos, con el característico color verdoso y conocido desde la antigüedad por el nombre de “cardenillo”. Este compuesto ya era utilizado hace cientos de años como pigmento verde en las pinturas y como potente veneno. De ahí sus características biocidas…

 

"CopperCoat" como Antifouling

La aplicación del “coppercoat” requiere el uso de mascarilla y protecciones. Con un rodillo de pelo corto el producto se aplica perfectamente, y aunque en la primera capa parezca que no cubra, al final conseguimos una capa de 250 micras de espesor capaz de hacer frente a los diversos moluscos durante muchos años.

La elección del antifouling fue bastante meditada, ya que no lo es mismo proteger la obra viva de un velero que se desplaza a 6 nudos, que el casco de una motora capaz de alcanzar los 50 nudos! A esa velocidad el agua es tan dura como una chapa de acero, y por tanto el desgaste de la pintura se acelera de forma muy considerable. Por tanto nada de antifoulings de matriz blanda. Se disuelven demasiado pronto… La base epoxi del “coppercoat” además de actuar como barrera de ayuda antiósmosis, ofrece una capa de antifouling dura, que con la fricción del agua se autopulimenta y crea una protección excelente.

 

 

  Cap-Camarat versión “luxe”

Cuando pedimos la Cap-Camarat al astillero Jeanneau, elegimos la versión “luxe”, y no por simple capricho. Para hacer “camping náutico”, la pequeña escotilla ofrecida en esta versión permite la ventilación de la cabina sin necesidad de abrir la puerta por la noche.

Los asientos ajustables de la versión “luxe” son sencillamente fabulosos. Es tal la diferencia con los convencionales, que los consideramos totalmente necesarios, especialmente si piensa hacer largas travesías.

Sus múltiples ajusten permiten subir o bajar, girar a derecha o izquierda, avanzar o retroceder el asiento y lo más importante… su base plegable con apoyo para conducir de pie o sentado pero con una importante sobre altura, fundamental para tener total visibilidad hacia la proa. Una vez en puerto, los dos asientos giran hacia el centro de la bañera y alrededor de la bella mesa ovalada creando un perfecto lugar en el que reunirse hasta 6 amigos con total comodidad.

El bimini también nos parece de primera importancia pues aunque para navegar a más de 10 nudos deba permanecer recogido, al fondear o en puerto su protección solar es totalmente efectiva. Añade una sensación de intimidad que pudimos agradecer al descansar en las marinas. El que instalamos del fabricante NV-equipment se monta o desmonta en un solo minuto, y si navega despacio pescando al currican, podrá llevarlo extendido quedando toda la bañera protegida de las insolaciones veraniegas.

 

La instalación del Bimini NV Equipment totalmente finalizada y probada. Un lujo poder protegerse del sol durante los calores de agosto.

 

Como equipo electrónico de navegación decidimos montar un A60 de Raymarine por concentrar en una sola pantalla todo lo necesario; Chart-plotter con waypoints y demás datos de navegación, más la sonda gráfica que nos permitió “ver” el fondo con gran precisión.

Aunque nunca nos fue necesario, llevamos también como “backup” de la instrumentación digital un gps gráfico portátil de Garmin; el Colorado-300, tan pequeño como potente.

Y ya que hablamos de cartas debemos comentar que para recorrer toda esta bella costa del norte de España nos parece perfecta la guía náutica de Imray que lleva por título Costa Cantábrica traducida al castellano y que cubre desde La Gironde a La Coruña. Para la parte de la costa Gallega también llevamos a mano la guía Imray que cubre esta parte del litoral.

 

 

 

Durante la instalación de la VHF hay que proteger con celo el panel de instrumentos para que no se raye al hacer el hueco de la radio con la sierra de calar. Solo falta montar la antena en la popa que hará las veces de mástil para la bandera.

Para el montaje eléctrico instalamos dos baterías de gran capacidad, una de ellas dedicada al motor y la segunda a los servicios; Luces de navegación, electrónica, iluminación de la cabina, cargadores de baterías para los teléfonos móviles, ordenador portátil, cámaras digitales y también el equipo de música. El conmutador de baterías montado cerca del parque de baterías y en un mamparo de madera permite usar cables cortos y por tanto lograr una instalación eléctrica más limpia y despejada.

El circuito de alimentación de gasolina va protegido por un filtro decantador de agua montado también en el mismo mamparo. Al lado y distribuidos entre las dos amuras dispusimos hasta 4 bidones de gasolina homologados sumando un total de 80 litros de combustible adicional por si fuera necesario aumentar la autonomía. Para evitar los movimientos de los bidones atornillamos varios puentes en acero inox para enganchar sandows. En la práctica con el tanque de 270 litros tuvimos más que suficiente para navegar sin necesidad de repostar incluso en las etapas más largas. A pesar de ello siempre navegamos con un mínimo de dos bidones de 20 litros de reserva llenos de gasolina para nuestra tranquilidad.

  

 

 

La Lona de Fondeo

 

Con paciencia y un poco de maña conseguimos fabricarnos nosotros mismos esta estupenda lona de fondeo. Para ello compramos lona de calidad náutica idéntica a la que utilizan los mejores fabricantes y fuimos midiendo y recortando las diferentes piezas. El resultado salta a la vista y aunque invertimos bastantes horas de trabajo la recompensa vino en forma de ahorro económico… Una lona de estas características cuesta del orden de 1. 300€. En materiales incluidos los pequeños ganchos de plástico, gastamos 150€ a los que tuvimos que sumar los 80€ de costurera, a la que llevamos las piezas ya totalmente hilvanadas.

 

Por delante se fija aprovechando los enganches de las colchonetas de proa y en la bañera y el espejo de popa hemos atornillado una decena de “setas” de plástico en las que fijar los ojales de la lona.  

Ya puestos a diseñar, la lona de hibernaje cubre hasta el enjarretado de la tapa de la escalera de baño. La experiencia con otros barcos nos ha enseñado que los ultravioletas del sol acaban envejeciendo todas las maderas por muy teka birmana que esta sea. Por esta razón la funda cubre de forma integra las dos brazolas de madera que lleva la Cap-Camarat a ambos lados de la bañera.

Toda la bañera queda perfectamente cubierta pero ventilada por la parte baja de los pasillos “walk-around” de forma que no se acumulan humedades en su interior lo cual podría ser finalmente más perjudicial que dejar el barco protegido con la lona. Los dos sillones del barco giran mirando hacia la popa, y de esta manera la parte alta de los respaldos quedan cerca del parabrisas sin entorpecer la caída de la lona. Entre los dos asientos y en posición vertical pueden ser guardados y protegidos de la intemperie las tres colchonetas del solarium de proa, para que cuando regresemos estén como nuevas y listas para volver a ser utilizadas.

   

 

El mágico momento de la botadura. La Ride-Sea saborea por primera vez el agua salada tras muchas semanas de logística, preparativos y montajes.

 

 

El interior del enorme cofre de popa suministra espacio de estiba para muchos elementos del barco. La precaución consiste en proteger todos los acabados punzantes mediante gomaespuma autoadhesiva. protegeremos por ejemplo los tornillos de sujeción del motor, o a los acabados irregulares en los tejidos de fibra de vidrio.

Hemos usado la que utilizan los instaladores de aire acondicionado para tapar todo lo que pudiera ser áspero. Su adhesivo es muy efectivo y si necesita una capa más acolchada, basta con pegar varias tiras, unas encima de otras.

 

El hueco vertical que queda entre el espejo de popa y el respaldo del asiento de popa sirve para encajar a la perfección 2 de los 6 salvavidas obligatorios que lleva el barco. Para evitar que estos caigan, se han pegado varios puentes en inox con pequeños sandows de 10 centímetros que actúan como cierres a tan aprovechado espacio. 

 

 La cabina del barco

La cabina es pequeña. No nos engañemos. Pero suficiente para que dos personas puedan efectuar camping náutico sin ningún problema. Al fin y al cabo el espacio interior es mayor al de muchas tiendas de campaña. Los dos bancos  son perfectos  para dormir con comodidad. Para ello llevábamos dos sábanas, dos edredones, y dos cojines que por la noche hacían las veces de almohadas.

Por la mañana el "dormitorio" se convierte de nuevo en cabina en apenas 3 minutos. Todo estará listo para volver a navegar en cuanto hayamos desayunado.

Bajo la escalera de dos peldaños de entrada se esconde un valioso espacio en el que estibar de todo. El truco es escoger las cajas de plástico adecuadas para ordenar la zona. En cualquier Carrefour se encuentran cajas muy económicas y de varios tamaños. Una para el botiquín, otra para las herramientas, otra para los cabos, otra para los pegamentos, otra para los productos de limpieza…

Todo debe quedar perfectamente estibado ya que cuando se navega los movimientos a veces pueden ser bastante bruscos, especialmente cuando se hacen cruceros a 35 nudos.

¿Unos raviolis? Dicho y hecho. La cena estará lista en diez minutos. La cocina es pequeña de un solo fuego y funciona a la perfección.  A su lado se encuentra el pequeño fregadero alimentado mediante el circuito de presión y el depósito de agua dulce.

La cocina que equipa de serie la Cap-Camarat es bastante resuelta y cómoda. Un solo fuego. Naturalmente pequeña como tiene que ser en un barco de este tamaño, pero suficiente para preparar unos suculentos platos de pasta o freír unas tortillas. El cartucho de gas se monta con suma facilidad y gracias al encendedor piezoeléctrico no se necesita ni el mechero. Montar la mesa en el interior no es demasiado práctico, no así en el exterior, donde se logra un perfecto centro de bañera en el que cenar o hacer vida al exterior. 

 La mesa se monta en medio minuto. Preparamos la comida y todo listo para la cena.

En el mueble que soporta la cocina y debajo de fregadero hay también bastante espacio para guardar los utensilios de cocina y la vajilla irrompible. También  bastantes provisiones y latas de comida. Debajo de las panas del suelo también hay huecos para guardar latas y botellas de agua.

  

Los extintores de seguridad han sido montados al lado de la entrada de forma totalmente accesible. En este lugar no molestan y se pueden coger de forma inmediata.

 

Y aunque no tuvimos tiempo para ello, las dos largas estanterías sobre las dos literas deben ser divididas con varias maderas, para de esta manera lograr huecos independientes. Es mucho más práctico y ordenado. También se echa en falta algún pequeño estante para dejar las carteras, llaves, monedas, el teléfono móvil...

Por último es necesario buscar un sitio idóneo a la bien lograda mesa ovalada. Tras  darle varias vueltas y meditar en diferentes soluciones, el mejor sitio es en la pared del pequeño aseo. En la esquina de esta pared y dentro del aseo también logramos fijar dos soportes de plástico para sujetar con firmeza el práctico bichero.

 

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