Con el tiempo el asunto fue olvidado y por ello, ningún político ha
pronunciado reclamación alguna sobre dichos territorios, haciendo
que por Derecho Internacional, España legalmente ostente la
Soberanía Legal, aunque no la Política, pues actualmente, Mapia está
bajo soberanía política de Indonesia, y Kapingamarangi, Ulithi y
Nukuoro bajo soberanía política de los Estados Federados de
Micronesia, Rongerik se encuentra bajo control de la República de
las Islas Marshall.
Mientras que Kapingamarangi y Nukuoro están geográficamente cerca
entre sí, Mapia se encuentra a miles de kilómetros de estas dos
últimas. Rongerik se encuentra aproximadamente a 1.700 kilómetros de
Nukuoro y ligeramente más al norte, a 1.000
kilómetros
aproximadamente al noreste de Mapia está Ulithi. Mapia está cercana
a Indonesia, mientras que Kapingamarangi y Nukuoro están al noreste
de Papúa Nueva Guinea. En el siguiente mapa se encuentra la
situación geográfica.
.
Cada atolón contiene diferentes islas, todos ellos bajo un clima
tropical lo que hace que se desarrolle una vegetación
frondosa típica de esas latitudes. El más grande es Rongerik, y
Kapingamarangi es el que está más habitado; según el censo más
reciente por 750 personas, Nukuoro también cuenta con población
aunque menor en número, unos 400, Ulithi, es por extensión total del
atolón el más grande, y se encuentra habitado. El atolón mas pequeño
es Mapia, el cual tiene 3 motus o islas, está prácticamente
deshabitado y se encuentra cerca de Indonesia. De los 4 atolones, es
el más occidental. Las poblaciones de Kapingamarangi y Nukuoro
hablan lenguas distintas pero compatibles y entendibles entre sí en
un 50% de ellas.
.
Todas estas posesiones de ultramar no fueron contemplados ni en el
tratado hispano-estadounidense, firmado en París el 10 de diciembre
de 1.898, ni en el Tratado germano-español en el que se cede al
Imperio alemán los archipiélagos de Carolinas, Palaos y las islas
Marianas, excepto la isla de Guam, realizado en Madrid el 30 de
junio de 1.899. Por tanto, tal y como descubrió el investigador del
CSIC Emilio Pastor y Santos en 1.949, España podría hacer legalmente
una reclamación de soberanía.
El gobierno español no las ha
reclamado como posesiones propias. Ni tan siquiera protestó a los
gobiernos japonés y de los EE.UU. por la Segunda Guerra Mundial, a
pesar de que algunas batallas y campañas se desarrollaron cerca de
estas islas.
Los desastres políticos de la España de hace 100 años
.
En la abundantísima bibliografía y documentación que existe sobre
estos tratados, los autores, muchos de los cuales vivieron los
hechos en primera persona, exponen sus puntos de vista sobre las
causas. Los calificativos se suceden repetidamente: mala
administración, corrupción, desidia, ceguera política, ineptitud
política, incompetencia militar, impericia estratégica, estupidez,
torpeza, etc. Y cuando se refieren a los norteamericanos estos
apelativos, aunque distintos, no son mejores; codicia, avaricia,
expolio, traición...
Todas las esperanzas que concitaba la vida política y la vida
económica de la restauración iban a derrumbarse y a desquiciarse con
la agresión imperialista norteamericana sobre las provincias
españolas de Ultramar en 1.898. El siglo XX quedaría roto ante la
guerra con los Estados Unidos, que provocaría el
mayor desastre exterior de España; un desastre humillante no en su
territorio peninsular sino en algo que históricamente era aún
esencial, su horizonte americano y asiático; su horizonte marítimo,
histórico, cultural y económico.
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