la Armada Española. Pero
los Británicos poco honestos con la
historia además de subvencionar y promover a piratas y ladrones,
deformaron a su antojo la historia real acaecida hasta relegar al
olvido las hazañas de estos valerosos Españoles.
Esta es la increíble epopeya de
Españoles fuera de serie, como Cabeza de Vaca, Hernando de Soto,
Juan Ortiz y años más tarde el malagueño Bernardo de Gálvez a quien
el comité de ética del Senado de Estados Unidos ha reconocido hace
sólo unos meses como héroe de la independencia Norteamericana.
Una historia
demasiado increíble para ser incierta
Cuando pensamos en los conquistadores,
solemos rememorar a soldados Españoles ataviados con pesadas armaduras
avanzando por las selvas del Perú o por las tierras Mayas, pero olvidamos que fueron los
Españoles los primeros europeos en pasear por el Cañón del Colorado,
avanzar hasta Alaska, y pactar con las tribus indias del Far-West
muchas de ellas posteriormente aniquiladas por los crueles
anglosajones.
Corría el año 1.535, cuando Hernando
de Soto que era muy amigo del Emperador Atahualpa fue sorprendido
por el sanguinario Pizarro que en su ausencia aprovechó para
encarcelar a Atahualpa, pedir un inmenso rescate a los indios y
además asesinarlo sin piedad. Al regresar a España Hernando de Soto conoció al
carismático Cabeza de Vaca el cual se hermanó con los indígenas de
Florida cuando, perdido entre los manglares y a punto de perecer,
fue salvado por indios con los que llegó a convivir y a practicar
sus artes chamánicas.
Entre tanto Juan de Ortiz, que acababa
de ser salvado de una muerte segura por una princesa indígena enamorada del
descubridor español, llegó al encuentro con Hernando de Soto y
Cabeza de Vaca cerca de Tampa en Florida. Hernando de Soto descubre
así Georgia, South Carolina, North
Carolina, Tennessee, Alabama, Mississippi, Kentucky, Missouri,
Arkansas, Texas y Luisiana, y llega hasta los grandes lagos
de Chicago, Indiana y Ohio, y la actual frontera de Canadá, en donde
describe grandes manadas de búfalos. Los indios conocen así a los caballos de mano de estos primeros
Españoles.
Los pobladores
Canarios
Poco tiempo después del
descubrimiento, el gobierno de Castilla subvencionó la emigración de
Canarios para poblar Estados Unidos. Muchos de ellos fueron
marineros o soldados, y más adelante llegaron artesanos y campesinos
con sus familias. En 1678 se impone la ley del “tributo en sangre”,
por la cual por cada 100 toneladas de productos exportados del nuevo
mundo, 5
familias han de ser enviadas a las colonias. Desde Santo Domingo
hasta la Luisiana, los Canarios emigraron en tal número que el Rey
Felipe II llegó a prohibir la salida de más vecinos por riesgo de
despoblar y hacer vulnerables las Islas Canarias. Muchos otros
canarios parten hacia Jamaica, las Antillas, Puerto Rico, la
Florida, Venezuela y lo que hoy es conocido como Estados Unidos.
Hasta el año 1803, Nueva Orleans era
la capital de la provincia española de la Luisiana, fundada por los
Franceses en 1.718, pero descubierta y explorada por Hernando de
Soto en 1.541. En el año 1.763 Francia cede a España la Luisiana en
compensación por la cesión de La Florida a Inglaterra tras la Guerra
de los Siete Años.
Fue Napoleón quien lo vende a la
reciente unión de Estados del Norte de América por ochenta millones
de francos franceses. En los tiempo actuales la cuna del jazz sigue
mostrando recuerdos españoles como por ejemplo el famoso carnaval de
Nueva Orleans.
Bernardo de
Gálvez
España nombra en 1.776 al
Coronel Bernardo de Gálvez como gobernador de la Luisiana, que
promueve intensamente la inmigración de canarios y de hecho, muchas
familias de la Luisiana profunda conservan el español con arcaísmos
propios de las Canarias del siglo XVIII, además de platos culinarios
típicamente canarios como las papas arrugadas o el potaje de
verduras.
El objetivo de Bernardo de Gálvez
durante su gobierno fue perseguir el contrabando inglés mientras
favorecía el comercio con Francia y con Cuba y Yucatán.
Un año después, el Teniente del Rey
Matías de Gálvez, padre de Bernardo de Gálvez, funda en Honduras la
ciudad de Guatemala. En 1.730 desde La Habana Española llegan
familias de españoles, que pasando por Veracruz, llegan hasta las
tierras de Tejas y fundan la ciudad de San Fernando de Bexar,
actualmente San Antonio de Texas. Más tarde otros canarios fundan la
ciudad de Gálvez hoy conocida como Galveston, también en Texas.
Fue este buen malagueño, Bernardo de
Gálvez, quien se encontraba a la derecha del general Washington el 4 de Julio
de 1.783, día de la independencia de los Estados Unidos de América
frente al gobierno Británico, contra quien ganó dos batallas en Panzacola (la actual Pensacola) para reconquistar la Florida a los
Ingleses, y posteriormente en Yorktown, en el actual estado de
Virginia.
El general Washington declaró
entonces, que sin el apoyo de la Armada Española, las colonias no
hubieran ganado nunca la guerra a Inglaterra. Por desgracia al
emperador Carlos III no le interesaba prodigar las hazañas de Gálvez
y su apoyo a las colonias independentistas del norte que luchaban
por su emancipación frente a Inglaterra, para así evitar el
contagio independentista en los territorios Centro y Sud-Americanos
(Venezuela, México, Honduras, Argentina, Perú, Colombia, …)
Cuando
Bernardo de Gálvez regresa a España,
el emperador
Carlos III encarga un cuadro de a Maella, un pintor
de la corte, en reconocimiento de sus hazañas en Estados Unidos y es
justamente una copia de este óleo el que el Congreso de Los Estados
Unidos de América acepta como un elemento clave del "Spanish
Heritage".
La batalla de Pensacola
En el año 1.777 Benjamín Franklin pide
secretamente ayuda a España y obtiene 215 cañones, 30.000 mosquetes,
otros 12.000 más en Boston, 13.000 granadas, 300.000 libras de
pólvora y mucho material bélico para que los colonos pudieran luchar
y debilitar a los ingleses, enemigos de España e invasores de sus
colonias.
Con la firma del tratado de paz de
París de 1.763, Francia perdió Canadá y otras posesiones en África y
en la India a favor de los Británicos que empiezan a dominar las
colonias del este. España recuperó la Habana y Manila invadidas un
año antes por los Británicos, pero a cambio tuvo que ceder Florida y
pudo recuperar la Luisiana que había pasado a manos francesas para
posteriormente ser invadida por los británicos. Sólo 2 años más
tarde los Británicos invaden las islas Malvinas desalojando a la
escuadra de Madariaga.
Bernardo de Gálvez por entonces
gobernador de la Luisiana espiaba a los británicos y apoyaba a los
colonos. Con 1.427 hombres captura la fortaleza británica en Mauchak
y posteriormente Baton Rouge, así como 3 puertos, haciendo
prisioneros a 550 británicos y 500 colonos armados, y al costo de
solo un español muerto. En 1.780 navega hasta Mobile en Alabama con
una flota de 12 barcos y al mando de 754 hombres logra la rendición
del fuerte defendido por un centenar de británicos.
Estas victorias
promueven a Gálvez como General de Brigada y Mariscal de Campo. Un
año más tarde los británicos intentan recuperar la plaza con un
ejercito de 600 hombres que emprenden la retirada debido a la
resistencia de Gálvez que había asegurado el río Mississippi.
Gálvez navega desde la Habana con una
flota de 7 navíos y 5 fragatas, 4.000 soldados y 49 barcos
mercantes, pero una fuerte tormenta tropical hunde una nave y
dispersa la flota que tiene que regresar a La Habana. Durante el
regreso a Cuba, Gálvez captura dos fragatas británicas corsarias armadas con
24 cañones una y la otra con 18.
Unos meses más tarde y en el segundo
intento, el buque insignia la "San Ramón" de 64 cañones y otras 3
fragatas, así como otros barcos de transporte y un total de 1315
soldados alcanzan la Bahía de Pensacola dando comienzo su sitio. Los
Españoles desembarcan en la isla de Santa Rosa a las afueras de la
bahía. Un bergantín Británico sale hacia Jamaica en busca de
refuerzos que nunca llegarían. Desde la isla de Santa Rosa
convertida en centro de operaciones, parten tropas Españolas de
desembarco y 22 mercantes españoles navegan por la bahía gracias a
la protección de las fragatas Españolas.
El 3 de abril los españoles
toman el puerto Port Royal de Pensacola. El día 19 llegan de La Habana
1.600 soldados más, mientras 10.000 marineros bloquean la bahía de Pensacola con 16 buques de guerra. Se unen a la Armada
Española 4
fragatas francesas con 725 soldados a bordo. El día 22 Gálvez
contaba con 7.800 hombres entre el batallón fijo de Luisiana, los
regimientos del Rey, el Real Cuerpo de Artilleros, 9 regimientos, el
batallón de La Habana, y 3 regimientos de la Brigada Irlandesa de
España entre otros.
Los barcos más pequeños y manejables
hostigan a los británicos haciendo incursiones continuas al interior
de la bahía y a primeros de mayo se instala una batería de seis
cañones en lo alto de una colina cercana desde donde se disparan a
las posiciones británicas. Los Británicos realizan una carga por
sorpresa y logran desmontarla. Los Españoles montan morteros en los
alrededores que causan graves daños a los Británicos. El
contraataque inglés moviliza numeroso material bélico y soldados y
tras intensas batallas los disparos españoles impactan en un
polvorín inglés que al explotar mata a 80 soldados y marineros
Británicos. Los Españoles toman el puesto avanzado por la noche y
lanza fuego pesado que deja maltrecho a los ingleses. A la mañana
siguiente comienza el ataque a la fortaleza que acaba rindiendo la
plaza el día 10 tras un acuerdo para no llevar el combate al
interior de la ciudad. En las líneas Inglesas se produjeron 105
bajas frente a 74 muertos Españoles.
En esta batalla los Españoles lograron
el control de Florida y debilitar al ejército Británico. Gálvez
supervisa poco después el ataque sobre las Bahamas y su posterior
rendición en mayo de 1.782. Los Británicos firman la paz en Versalles
cediendo oficialmente la isla de Menorca aunque ya había sido
recuperada por las escuadra de Buenaventura Moreno un año antes, y
la Florida, mientras que Gran Bretaña recibía las Bahamas y el
derecho de talar árboles de tinte en la costa de Belice. El acuerdo
franco-británico reconoció la independencia de las 13 colonias y la
posesión Francesa de Santa Lucía y Tobago. Bernardo de Gálvez fue
nombrado Capitán General de la Florida y la Luisiana y Capitán
General de Cuba en 1.784 y sucedió a su padre como Virrey de Nueva
España.
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