La decisión
(14/09/2003)
En pleno
uso de mis facultades mentales (o eso creo), se han dado las
circunstancias apropiadas, he tomado La Gran Decisión y me voy.
El KYO y
yo hemos bajado hasta Barbate (Cádiz), y allí espera
pacientemente saboreando las aguas atlánticas (por primera vez,
creo, en sus 25 años de vida).
Dentro de
una semana zarparemos hacia Canarias, y en Diciembre nos
dejaremos llevar por los alisios, con la proa, la vista y la
ilusión puestas al otro lado del Atlántico...
Y si todo
va como debe, desde Enero hasta Junio, nos dejaremos llevar por
el Caribe, apresando en las velas, la memoria y el corazón,
momentos que seguramente no podremos repetir, al menos en muchos
años... Y de cara al verano, proa a las Azores y vuelta a los
mares que nos vieron nacer a ambos. Esperamos llegar en Junio
2004 con varios miles de millas en la estela.
Y luego,
atracar el casco cansado, y volver a emplear las fuerzas en
recuperar mi maltrecha (hasta que punto!) economía en la rutina
terrestre habitual. En definitiva, me cojo un año sabático, mi
Puma 34, mis ahorros, y me voy a cruzar el Atlántico.
Los dos
últimos años he dedicado al menos 1000 horas en revisiones,
mejoras y mantenimiento del barco, y otras tantas en
preparación, recopilación de información, papeleos, búsquedas de
material y demás zarandajas. Y por supuesto, el resto del
tiempo
trabajando lo mío para poder pagar las infinitas facturas de las
tiendas de náutica.
Y aunque
ha habido momentos de crisis, la verdad es que, en general,
tantas horas de destornillador, lija y juramentos han sido muy
gratificantes (me encantan la grasa y las llaves allen y el KYO
ha quedado estupendo). Excepto una reparación del motor, el
resto de los cientos de trabajos los he hecho yo mismo, y la
tranquilidad que da conocer el barco hasta el último pasador y
saber cómo es, en que estado está y cómo de apretada la última
abrazadera, me deja dormir tranquilo.
Y
aprovecho este momento para agradecer infinitamente a todos los
foristas que me han dado la información necesaria para llevar a
cabo mi sueño.
No quiero
nombrar a nadie para no olvidar a ninguno, pero ellos saben
quiénes son...
Pues eso,
que me bajo a Canarias a buscar un buen sitio para dejar el
barco hasta Diciembre (yo me vuelvo a la península a terminar de
solucionar los miles de temas pendientes).
En fin,
espero que esta sea la primera crónica del KYO de una serie que
intentaré mantener desde allende los mares.
Sobre el autor
Fondear.com agradece a Alfonso Bonet,
autor de este bello relato, la posibilidad de dar a
conocer estas experiencias a todos nuestros visitantes.
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KYO; el
Atlántico a vela:
-
La decisión
-
El barco
-
Preparar el barco
-
Manual del perfecto
transmundista
-
La borrasca perfecta
-
El viaje
-
Conclusiones