Navegar con niños
Posiblemente pasen la mejor época de su vida, y los recuerdos
serán inolvidables. En un primer momento plantearse la
navegación con niños puede parecer una auténtica pesadilla, pero
la experiencia de mucha gente demuestra lo contrario. Los niños
se amoldan a cualquier plan y disfrutan mucho con el mar. Casi
nunca tienen problemas de mareos y no les importa vivir en
espacios reducidos.
A partir
de los 7 u 8 años se les puede enseñar a navegar, lo que les
dará mucha seguridad y aprenderán a participar en la vida a
bordo. La seguridad es tema prioritario, y por ello los arneses
deben estar presentes casi siempre. La norma básica es que no se
sale de la bañera salvo para hacer alguna operación en la proa o
en el palo y sólo, si hay alguien controlando al que está
trabajando fuera de la bañera. En cuanto las condiciones no sean
totalmente tranquilas deberán engancharse a la línea de vida.
Los
niños son como esponjas y fácilmente aprenden a localizarse en
la carta marina, y se divierten jugando a dibujar las derrotas.
La edad ideal de los niños está comprendida entre los 6 y 12
años ya que son capaces de hacer cosas sin ayuda de los padres,
disfrutan aprendiendo y aceptan de buen grado los planes que se
les propone.
Con edades
inferiores a seis años es perfectamente posible navegar con
ellos, pero debemos tomar más medidas de precaución. Con edades
tan pequeñas los chicos no recordarán cuando sean mayores los
grandes momentos vividos, los diferentes paisajes visitados y
las diferentes culturas experimentadas, pero seguramente les
quede marcado un ‘gusto’ por la naturaleza y la libertad.
Las
complicaciones con los niños vienen con edades por encima de los
13 años. Sacarlos de casa a esas edades significa separarlos de
sus amigos, de sus prácticas habituales y de su entorno social
en formación. Un adolescente infeliz en mitad del océano y
conviviendo en un espacio reducido puede acabar con la paciencia
del más sufrido de los padres. A esas edades los estados de
ánimo son muy cambiantes y tan pronto pueden estar entusiasmados
por cualquier experiencia, como pasar a ponerse de morros y un
estado de frustración.
Puede que
se lo pasen en grande recorriendo un litoral con la embarcación
auxiliar o que decidan que ya son muy mayores para pasear con
mamá por la playa recogiendo conchas o visitando el poblado
local. La edad del pavo no pasa desapercibida ni en los barcos.
A esas edades lo importante para los padres es conseguir cubrir
las necesidades sociales y emocionales del adolescente.
Para ello
es necesario adaptar las rutas de navegación de forma que en el
viaje se coincida en otros puertos y lugares con otros barcos
que lleven niños de las mismas edades con los que ya hayan hecho
amistad. Siempre es posible adaptar los planes para motivar a
los chicos y ofrecerles experiencias que les resulten
interesantes.
Los niños
de 5 a 10 años nunca se aburren a bordo, al contrario de lo que
mucha gente pudiera pensar. ¡Es más, cuando se aburren es cuando
están en tierra en una casa y con los padres trabajando sin
poderlos atender ni jugar con ellos!
Con un
ordenador portátil dedicado a los chicos y siempre que podamos
recargar las baterías a bordo, podremos tener una buena cantidad
de juegos con los que distraerse durante las largas travesías.
Fondeados no hay problema, ya que los chicos disfrutan nadando
alrededor del barco, buceando o corriendo por la playa. Las
visitas a los otros barcos con la embarcación auxiliar siempre
será muy divertida. Y siempre hay cosas por hacer, como visitas
a los sitios locales, leer sobre lugares para los próximos
destinos, escuchar música, sacar fotos a los paisajes del lugar
y pasarlas luego al ordenador, y naturalmente estudiar sus
cursos a distancia…
ACTIVIDADES PARA LOS CHICOS
Lectura:
Lleva a bordo todos los libros que los chicos puedan
querer leer, como cuentos, asterix, enciclopedias
ilustradas,… Y si en puerto quieren ver la TV, pues
adelante.
Manualidades:
Tenga a mano papeles de colores, pegamento, tijeras,
lápices de colores, y distintas cartulinas, para que
puedan recortar, pintar y montar. Se lo pasarán en grande
durante horas aprendiendo a hacer tarjetas, maquetas,
dibujos y recortables.
Juegos de cartas:
Una forma divertida de entretener a toda la familia.
Existen cientos de juegos distintos y para todas las
edades. También puede llevar un ajedrez y el backgammon
para sacarlo a la bañera en cualquier momento.
Juegos de niños:
Cada uno tendrá sus favoritos y mientras no sea uno de
química déjeles jugar en cualquier rincón del barco.
También pueden llevarse teclados para hacer música o
cintas de cassetes con cuentos o sus cantantes preferidos.
Si quieren llevar un instrumento musical tenga un poco de
paciencia y déjeles que aprendan.
Juegos de ordenador:
Los PC portátiles son cada vez más baratos y se pueden
conseguir de segunda mano por muy pocos cientos de euros.
En un portátil los chavales podrán tener sus juegos sin el
miedo de estropear los programas informáticos del padre o
de la madre. También podrán tener sus propias cuentas de
correo electrónico y enviar correos con sus amigos.
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