El fuego es el
peor enemigo de los barcos y la situación más peligrosa que puede
ocurrir. Dependiendo del tipo de material de construcción y de la
causa que lo haya originado, tendremos que tratarlo con la misma
urgencia pero de distinta manera.
Afortunadamente no hay muchos, pero según las estadísticas, la mitad
de ellos conducen a la pérdida total de la embarcación. La mayor
parte de los incendios tienen lugar en los puertos que es donde
pasan la mayor parte del tiempo. Y cuando ocurren en un puerto lo
normal es que ardan varios barcos contiguos pasando el fuego de uno
a otro y generando desastres aún mayores.
La mayor parte
de los incendios ocurren por causas eléctricas, casi siempre por
instalación de prolongadores y enchufes múltiples que no están
pensados para soportar la potencia de los aparatos conectados. Mucho
cuidado con los convectores de calor y estuchas eléctricas ya que
consumen como mínimo 2 Kw y eso es bastante potencia. Haga la prueba
en casa. Coja un prolongador y conecte dos convectores eléctricos a
la misma base de enchufes. Verá como pasados unos minutos el cable
empieza a calentarse! Si las conexiones no son buenas debido a una
posible oxidación del enchufe en ambientes marinos, el peligro es
mucho mayor. Desgraciadamente muchos armadores, y con el propósito
de evitar humedades, tienen la osadía de dejar el convector
enchufado durante varias semanas cuando se van a sus casas. Además
de estar prohibido es sumamente peligroso.
Navegando, el
fuego eléctrico es también el primer culpable de los incendios a
bordo. Las baterías tienen mucha energía almacenada y un
cortocircuito debido a dos cables que se tocan o una pieza metálica
caída en un lugar inapropiado son suficientes para producir un
sobreamperaje brutal capaz de provocar un fuego. Tenga presente que
a 12 voltios los cables eléctricos tienen que ser bastante gruesos
(o muy gruesos) cuando el aparato consuma mucha potencia. Es el caso
del motor de arranque del barco o por ejemplo del molinete del ancla
que puede llegar a consumir cerca de 2.000 watios. A igualdad de
potencia (2000 watios) cuanto más baja sea la tensión (12 voltios
del barco frente a 220 voltios de los enchufes) más gordos tendrán
que ser los cables. Por esto, un aparato de 2.000 watios a 220
voltios tendrá un cable normal, mientras que a 12 voltios el cable
deberá ser tan gordo como el dedo meñique. Si se pone un cable de
menor grosor, este se calentará cada vez más hasta provocar un
incendio por exceso de calor.
Es peligroso
sustituir un fusible por otro de mayor amperaje inapropiado, o peor
aún por un cable eléctrico o un cacho de papel de aluminio, como
hemos podido observar en ocasiones. Si hay un problema con el
circuito eléctrico el fusible no actuará y tendremos un incendio
eléctrico asegurado. Evite los múltiples de enchufes mal
dimensionados, los empalmes mal hechos dentro de las cajas de
registro. Si tiene que instalar nuevos aparatos utilice cables
ignífugos. Si su barco es antiguo verifique que el circuito de las
baterías tiene interruptores de corte para cada positivo de batería
y otro común para el negativo.
Los efectos
son devastadores incluso en los barcos metálicos, y aunque el casco
no arda puede llegar a fundirse especialmente con los cascos de
aluminio cuya temperatura de fusión es bastante más baja que la del
acero. El aluminio fundirá dependiendo de la aleación a unos 500ºC
perfectamente alcanzables durante un incendio. Si el casco es de
fibra, el fuego generará gases muy tóxicos al arder el poliéster
haciendo desaparecer el casco en medio de una densa y dañina
humareda negra. Al contrario de lo que podría parecer, el barco de
madera es el que mejor resiste el fuego ya que se quema con un ritmo
constante y sin generar gases tóxicos y sin deteriorarse la
estructura mientras está ardiendo.
Etapas de un
incendio
a) Etapa
Incipiente: no hay llama, la temperatura es baja y hay poco
humo, se generan gran cantidad de partículas de combustión
invisibles
b) Etapa
Latente: aumente la cantidad de partículas y se hacen visibles
en forma de humo
c) Etapa de
Llama: se ha alcanzado el punto de ignición y comienzan las
llamas aumentando el calor y disminuyendo el humo
d) Etapa de
Calor: gran cantidad de llamas, calor, humo y gases tóxicos
Los extintores
Existen
cinco tipos de fuegos, comenzando por el de tipo “A” llamado
fuego sólido como por ejemplo el de una madera ardiendo, el de
tipo “B” cuando es un líquido en combustión el que arde, de
tipo “C” cuando es un gas el que arde como el propano, de tipo "D"
de metales ligeros como el aluminio y de tipo "E",
incendio de aparatos eléctricos bajo corriente.
Para
cada tipo de fuego existe un extintor adecuado, aunque hay
extintores que valen para varios tipos a la vez. Los fuegos
sólidos se apagan mejor por enfriamiento y por ello nos valdrá
un extintor de agua, de espuma acuosa o de polvo y Co2. Para
los fuegos tipo “B” generados por ejemplo por gasolinas o
pinturas ardiendo, podremos utilizar extintores adecuados al
tipo “A” y además los que funcionan con gases inertes por
sofocación al evitar la llegada de oxígeno a la combustión.
Por supuesto no olvidaremos lo primero de todo cerrar la llave
de paso de la gasolina. Los fuegos de tipo “C” con gases
ardientes pueden ser apagados únicamente por sofocación, por
lo que debemos utilizar extintores de gases inertes, o con
productos inhibidores de la combustión. Los de tipo "D" se
extinguen suprimiendo la reacción en cadena con extintores
especiales. Con los de tipo "E" jamás debemos de utilizar agua
ni ningún fluido conductor de la electricidad como la espuma
porque lo único que haríamos sería avivarlo, se deben usar
extintores de polvo seco o gas inerte
Los
extintores deben estar fijados en sitios visible y fáciles de
coger. Los utilizaremos en posición vertical y a unos uno o
dos metros de distancia de la base de las llamas. Dispare
contra el combustible que origina el fuego y no contra las
llamas, y tenga presente que una vez disparado tendremos por
termino medio de 5 a 10 segundos de uso, antes de quedar
vacío.
Los hay
de presión permanente con un manómetro que indica la presión
dentro de la botella, o con una carga de Co2 que debemos
percutir antes de utilizar quitando el seguro y apretando a
fondo la palanca. Estos últimos son más seguros y no se
disparan solos accidentalmente como a veces ha ocurrido con
los de presión permanente. En cuando a su capacidad, los
encontraremos de uno, dos, seis o más kilos. Pero tenga
presente que conviene llevar al menos dos de los pequeños que
al ser más manejables podremos utilizar entre los huecos del
compartimiento del motor. Todos los veleros tienen un tapón en
la tapa del motor por la que podremos meter la boca del
extintor en caso de fuego en el motor sin tener que abrir
peligrosamente la tapa.
En el
interior del extintor puede haber agua que se mezcla con un
agente químico emulsionante, encargado de generar una espuma
densa que al proyectarse contra el combustible ardiendo creará
una frontera entre el fuego y el oxígeno del aire. Muy
eficaces contra los líquidos ardiendo (gasolinas, disolventes
pinturas, etc…) El agua enfría la combustión y la espuma
bloque el oxigeno. Otro tipo de extintores son los de polvo
seco que suele ser Bicarbonato potásico que al caer contra lo
que está ardiendo crea una película impidiendo el paso de
oxigeno y además inhibe la combustión. Este tipo de extintores
es más adecuado contra fuegos eléctricos ya que al no haber
agua uno no tiene que correr además con el peligro de
electrocución… Pero en un barco (navegando) los 12 voltios de
la batería no crean problemas de electrocución, aunque sí en
puerto mientras estemos enfuchados en el pantalán. Contra los
gases ardiendo lo único que podemos hacer es asfixiarlos
quitando el aire de alrededor y esto lo conseguiremos con
extintores de CO2 que se reconocen por tener un gran cono de
expansión en su salida o extintores de gases inertes, como por
ejemplo el helio.
Uso del
extintor
1)
Utilice el extintor adecuado al tipo de incendio producido.
2)
Tire de la abrazadera y saque el pasador de seguridad
3)
Dirija la manga y la boquilla hacia la base del incendio,
inclínese hacia el frente para aminorar el impacto del calor y
los gases que están en la zona de arriba.
4)
Acérquese por barlovento al fuego, con el viento por detrás
suyo y nunca el de la espalda al fuego.
5)
Vaya avanzando lentamente dirigiendo la manguera de derecha a
izquierda haciendo un barrido sobre la base del incendio
6)
Vacíe totalmente el extintor.
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Respecto al
combustible debe saber que el diesel es mucho más seguro que la
gasolina, ya que esta última genera a la misma temperatura muchos
más vapores inflamables y su punto de inflamación es inferior al del
gasoil.
Una causa
típica de explosión se debe a los gases inflamables almacenados en
el compartimiento de un motor intraborda que lleve cierto tiempo sin
ser utilizado. Si la admisión de combustible pierde un poco de
gasolina, durante el verano, el calor la evaporará, dando como
resultado una auténtica trampa explosiva. Por ello antes de meter la
llave de contacto y pretender arrancar es prudente ventilar los
motores y airear el interior del barco. Es una estupidez almacenar
la lata de aceite en el compartimiento del motor, o llevar productos
inflamables de limpieza, pinturas o trapos en la zona del motor,
especialmente si estos están empapados de aceite, lo cual los
convierte en antorchas listas para inflamarse. Compruebe que la
paneles insonorizantes están realizados con espumas ignífugas, y si
no es el caso, haga un esfuerzo económico y no demore la
sustitución.
Si su
embarcación es antigua, ojo con el gas de la cocina, ya que la goma
puede estar deteriorada y provocar pérdidas. Cuando cocine deje
fuera del alcance de las llamas cualquier bayeta, trapo u objeto que
pueda inflamarse, y tenga presente que hay comidas muy inadecuadas
como las crepes flambeadas, o hacer una queimada gallega!
En algunos
barcos antiguos la botella del gas no se encuentra en los
compartimiento del exterior o con suficiente ventilación. Si este es
su caso, piense en un nuevo emplazamiento y modifique su
instalación. Verifique la fecha de caducidad del tubo del gas, y no
olvide cerrar la llave del gas después usar la cocina. Cuando se
vaya del barco cierre la llave principal situada en la botella.
Cuando el
barco ya está en llamas debemos detener la combustión de forma
inmediata y para ello podemos actuar sobre cualquiera de los cuatro
elementos que convergen en cualquier fuego,
Combustible+Oxigeno+Calor+Reacción en cadena. En cuanto desaparezca
cualquiera de los cuatro, habremos acabado con el fuego.
Para evitar que se extienda, es
conveniente enfriar las zonas cercanas, lo cual permitirá controlar
el fuego en sólo una zona al no encontrar el calor suficiente para
expandirse.
Retirar el
combustible es a veces tarea imposible en un barco por lo que
debemos eliminar el oxigeno o bajar la temperatura. Para ahogar un
fuego podremos utilizar una manta anticalórica o lanzando espuma o
polvo mediante un extintor. Pero también podremos enfriarlo mediante
agua que al evaporarse absorbe el calor y por tanto enfría. Las
mantas antifuego son incombustibles y vendrán muy bien para apagar
una sartén ardiendo o una zona en llamas bien delimitada.
Resguarde del viento la zona
ardiendo, haga que la zona quede a sotavento, poniendo la misma
velocidad que el viento conseguirá que el viento aparente se anule.
Aísle la zona ardiendo cortando la corriente y la ventilación. Nunca abra de golpe un camarote
ardiendo, lo único que conseguirá es aviva el fuego al introducir
más aire.
Utilice máscara de
gas para evitar la intoxicación por gases tóxicos y túmbese en el
suelo que es donde mayor cantidad de oxígeno hay
Una vez apagado, debe dejar
enfriar la zona y posteriormente ventilarla para
eliminar los gases tóxicos que se han producido.
Si no somos
capaces de apagar el incendio y estamos cerca
de una playa con poca sonda y fondo de arena, quizá sea conveniente
abrir los grifos de fondo y dejar que la embarcación se hunda para
luego poder reflotarla.
Consejos para evitar un
incendio
1)
No acumular trapos ni material de limpieza impregnado de
aceite, grasa o gasolina.
2)
Cuide la instalación eléctrica para evitar cortocircuitos. No
utilice equipos con cables pelados o defectuosos.
3)
Desconecte todo equipo eléctrico que no esté usando.
4)
Evite el sobrecalentamiento de las conexiones eléctricas.
5)
Si tiene que almacenar líquidos inflamables, hágalo en envases
diseñados para ello y la cantidad indispensable.
6)
Mantenga cargados y listos los extintores.
7)
Ventile bien todos los compartimentos donde puedan acumularse
gases inflamables.
8)
Revise la instalación de gas de la cocina.
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