Tomar una amarra a tierra puede ser muy útil en muchos casos,
pues el barco no utilizará espacio de borneo al estar sujeto por
la línea del ancla y la codera a tierra, lo cual si fuera
utilizado por el resto de los barcos, permitiría fondear a más
aficionados en la misma cala.
Pero en donde las coderas ofrecen todas sus
ventajas es con vientos cambiantes al quedar quietos en la
posición escogida. En estos casos es buena idea dar la popa al
viento. Existen muchas calas en las que los cambios de viento
pueden convertir un fondeo seguro en un lugar muy inseguro, en
dónde el barco podría acercarse de forma muy peligrosa a las
rocas someras. Además la amarra que va del barco a tierra puede
ayudar a bajar a tierra en nuestra neumática sin necesidad de
motor, desplazándonos al tirar del mismo cabo.
Dónde llevar las coderas
La
longitud más utilizada para una codera es de 100 metros y a veces
interesa llevar dos. La bolsa con el cabo es uno de los métodos más
sencillos, pero no el mejor. Otra solución menos voluminosa consiste
en llevar dos bolsas con cierre superior de velcro, con 50 metros de
cabo que podremos unir ente sí, en caso de tener que utilizar una
codera de cerca de 100 metros. Al recogerlo iremos depositando el
cabo en la bolsa SIN enrollar de tal manera que la próxima vez pueda
salir sin hacerse nudos.
Pero
posiblemente la solución más cómoda consiste en llevar una bobina de
cinta sujeta en un tambor de inox en el balcón de popa. En cuanto al
tipo de cabo, el polipropileno es la mejor elección por su
flotabilidad, lo que evita que pueda hundirse y engancharse con
rocas del fondo. Pero un cabo de nylon también es buena solución y
podemos utilizar uno de unos 12 ó 14 mm.
Desplegar y recoger la codera
No sólo
se trata de buscar un punto en el que hacer firme la codera.
Llevarla a tierra tiene cierta historia. Una vez hecho firme en la
cornamusa de popa, debemos llevar la bolsa a la neumática y mantener
un poco de tensión a medida que avanzamos hacia la costa, lo cual
requiere cierta práctica. Utilizar un tambor fijo en el balcón de
popa es más sencillo pues solo tendremos que ir tirando del chicote
a medida que nos acercamos al punto de anclaje en tierra y si va
quedando demasiado suelto, alguien desde la bañera puede cazar para
evitar que se líe al dejar muchos metros sueltos en el agua, o peor
aún, pueda engancharse con la hélice del barco.
Llegados a la costa debemos haber pensado si podemos amarrar a algún
árbol, pero debemos saber si esto está prohibido. Por ejemplo en
Turquía es un multazo asegurado. En este caso, una roca adecuada
puede ser la solución, o podemos llevarnos una pica de acero para
clavar en la arena. En el caso de utilizar un árbol, es buena idea
protegerlo con un trapo para que el cabo no dañe la corteza de su
tronco. En el
caso de utilizar una roca, será importante utilizar un par de metros
de cadena que será la que esté en contacto con la roca y a la que
enlazaremos la codera.
Si
vamos a pasar más de una noche, una segunda codera, una a cada
banda, será la solución ideal que dejará el barco totalmente
inmovilizado. Es importante señalizar la codera con alguna pequeña
boya o defensa, de tal forma que se vea, y evitemos algún incidente
con algún otro barco que pretendiera pasar entre nuestro barco y la
línea de costa.
Maniobrar con la codera
La
maniobra para utilizar la codera, puede consistir en soltar el ancla
en proa y maniobrar marcha atrás
hacia la costa dejando 4 esloras de cadena por delante, de tal forma
que luego podamos tensar con el molinete al recoger algo de cadena.
Una vez que el ancla haya agarrado bien, la idea es mantener el
motor a ralentí pero con la marcha atrás engranada, de forma que el
barco mantenga la posición mientras largamos la codera a tierra. Una
vez hecha firme en tierra, también podremos ajustarla cómodamente
con el winch del génova. El que vaya en la neumática debe ponerse
unos escarpines pues deberá saltar a tierra sin demora y amarrar la
codera lo antes posible sin machacarse la planta de los pies en las
rocas puntiagudas.
Recoger
la codera es mucho más fácil, pues será desde el barco desde donde
tiremos para ir cobrando cabo una vez liberado el nudo en tierra.
Coderas con vientos duros
En caso
de utilizar coderas a tierra con vientos fuertes o muy fuertes
quedando el barco a sotavento de la costa, debemos cambiar la
orientación del barco y dar la proa al viento con una o dos coderas
bien sujetas a dos árboles con los troncos protegidos. El extremo de
la codera del lado del barco puede estar anudada a la cadena de
fondeo para que su peso amortigüe los tirones.
Si
esperamos vientos extremadamente violentos, podemos acercarnos proa
al viento a motor hasta que los timones estén a punto de hacer fondo
y entonces bajar ancla y cadena. Previamente habremos amarrado el
extremo de la codera a la cadena cerca del ancla. Finalmente iremos
con la (o las) coderas a tierra para hacerlas firmes y asegurar de
esta manera un amarre que puede aguantar el barco con vientos de más
de 50 nudos.
Artículos relacionados:
-
Todo sobre el fondeo
-
Técnicas de fondeo
-
Línea de fondeo
-
Claves del molinete eléctrico
-
Truco; sacar la longitud de cadena adecuada