energía de cada
uno de nosotros es limitada y el buen uso que hagamos de ella
dependerá de cómo la distribuyamos.
Las guardias
En
un velero no sólo se trata de estar pendiente de la navegación.
Debemos cocinar, revisar el barco, reparar algunas cosas y también
tener un tiempo para el ocio. La organización de las guardias
dependerá del número de personas que viajen a bordo y a partir de 3
tripulantes es posible conseguir un sistema de guardias muy flexible
y cómodo que además sea diferente, por ejemplo cada varios días y de
forma rotativa. De esta manera a todo el mundo le tocará hacer las
guardias más molestas a altas horas de la madrugad. Con 2 personas
es posible organizar dos tipos de guardias solapadas y con 4 o más
tripulantes la cosa ya es muy cómoda y fácil de llevar a cabo.
Pero todo debe ser flexible, pues cuando tengamos que navegar
con mal
tiempo, los periodos al timón deben modificarse. Si hace un frío del carajo por la noche, o nos toca pasar un temporal y no hay manera de
llevar el barco en automático debido al fuerte estado de la mar, un
timonel puede quedar agotado en una hora a la rueda del timón.
Si
tiene la mala pata de romper el piloto automático (y es algo más
normal de lo que podríamos pensar) debemos tener presente que más de
2 ó 3 horas al timón controlando rumbo y pasando olas resulta muy
cansado. En algunas ocasiones puede ocurrir que las baterías estén
bastante agotadas y sin piloto de viento el piloto automático
dependerá de los amperios a bordo. En este caso es muy buena idea
llevar el barco a mano durante por ejemplo una hora y utilizar el
piloto automática durante 5 ó 10
minutos para baja a prepararse un café o
moverse un poco por la bañera.
En
una guardia, si fuera necesario e imprescindible realizar una
maniobra, el tripulante de guardia deberá pedir ayuda y nunca
intentar hacer solo la maniobra. Si la ayuda es siempre por parte
del patrón este puede quedar agotado y por tanto dependiendo de la
experiencia del resto de la tripulación y de la urgencia de la
maniobra, habrán de tomarse diferentes formas de afrontar el
problema.
Blindar zonas en el radar
La
energía eléctrica a bordo es fundamental pues con ella podremos utilizar y
aprovecharnos de las ventajas de la electrónica más moderna y cada
vez más asequible en precio. Por ello la instalación de un radar, si bien no
es necesaria, es muy MUY útil para ayudarnos en vigilar el horizonte,
especialmente por la noche. Las funciones de blindaje de zonas que
ofrece cualquier radar actual son muy efectivas y si bien no valen
para detectar alguna cosa flotando entre dos aguas, un cetáceo o
algún pequeño barquito de madera, funcionan de maravilla para
detectar a cualquier barco medianamente importante. (ver artículo
radar y marpa)
Guardias para 2 tripulantes
Cuando viajamos en pareja lo mejor es hacer guardias de 3
ó 4 horas de tal forma que se superpongan una o dos horas un par de veces al
día. Otra modalidad sería la de repartirse la noche en dos guardias
de 4 horas y el resto del día una persona hace una guardias de 9
horas seguidas mientras que la otra divide este período en dos
tramos y alternando los días entre los dos tripulantes para que
ambos disfruten de la misma distribución de guardias.
Los
cambios de guardias deben realizarse con respeto hacia los demás y
con poco ruido para no despertar al resto de los tripulantes y
especialmente al patrón que suele dormir con un sueño ligero y
atento a cualquier eventualidad.
Las ropas de navegación
No
es lo mismo hacer la ruta de los trópicos que ¡tirar todo tieso para Usuaia
hacia el estrecho de Magallanes! Por ello de nuevo debemos tener sentido común y adaptar las
ropas al estilo de viaje previsto. En cualquier caso, debemos
considerar que aunque vayamos para Canarias y de allí
con los
alisios por las latitudes templadas, por la noche el
frío puede ser
intenso. Por ello, al menos debemos llevar una prenda de abrigo
impermeable y de buena calidad. La crema protectora factor total es
fundamental para evitar quemarnos la piel y en un futuro comprar
papeletas para un cáncer de piel. No olvide la gorra o un sombrero
de tela para protegerse del solazo.
En
las zonas ecuatoriales estaremos casi siempre en bañador de modo que
lo suyo es llevar unos cuantos de los que se secan en un
"plis-plas".
Aunque en el barco vayamos descalzos, cuando desembarquemos, es
buena idea calzar unas sandalias ligeras y cómodas que nos prevengas
frente a cortes con posibles cristales por las calles de tierra.
Además, en
algunos restaurantes nos prohibirían la entrada si vamos descalzos.
La hora local del barco
Como el barco irá cambiando poco a poco de uso horario, es muy buena
costumbre ir atrasando o adelantando los relojes a medida que
vayamos cambiando de uso horario y de esta manera evitar un
sobresalto al cambiar de golpe 4 ó 5 horas al reloj. En caso de no
hacerlo nos sentiremos desencajados al ¡tener que cenar a
las 4 de la
tarde o ver una puesta de sol a una de la madrugada! Recordemos que
cada 15º de longitud debemos cambiar una hora a nuestros relojes. Es
importante que todo lo que escribamos en el diario de abordo quede
referenciado a una hora real sea la local o GTM, para de esta manera
en caso de percance sepamos con exactitud cuando se han producido
los hechos.
Los papeles en orden; Un PC a bordo
Son
muchos los papeles y documentaciones que debemos llevar a bordo y
para llevarlo todo bien ordenado, lo mejor es una clasificador de
fundas de plástico transparente en las que ordenaremos toda la
documentación.
Por
descontado que un PC o portátil a bordo será de gran ayuda. En los
tiempos prescindir de ello en aras del estilo más clásico y “puro”
de navegación es tan necio como estúpido. Y no olvide llevar una
pequeña impresora láser a bordo a la que no se le secará el cartucho
de tinta. Las que se venden ahora en cualquier centro comercial son
pequeñas, muy económicas y con ellas podremos solventar muchas
situaciones inesperadas frente a las autoridades portuarias de los
distintos países que visitemos.
Debemos llevarnos los papeles originales, pero todos ellos también
estarán escaneados y listos para sacar un duplicado en color, que
con mucha dificultad pueda distinguirse del original.
¡Nuca se sabe! Lleve copias de todos los pasaportes de la tripulación con los
visados al día. También debemos acreditar nuestro carnet de patrón y
como documentos del barco será muy necesario la hoja de registro y
el seguro de la embarcación con el justificante de tenerlo pagado.
Debemos así mismo llevar el papel de hacienda correspondiente al
pago del IVA. Entre los papeles del barco debemos llevar el
certificado de instalación de la VHF, y los diferentes certificados
de revisión de equipos de seguridad, que seguramente no debemos
enseñar a nadie en el extranjero.
Al
entrar en un puerto nos pedirán los papeles de salida del puerto
anterior y en su defecto una factura de gasoil del puerto anterior o
cualquier otro documento que acredite de donde hemos partido.
Así
mismo debemos presentar al llegar al destino una lista con la gente
que viaja en el barco y que presentaremos junto con los pasaportes.
Junto a cada nombre (tripulante) debe figurar el número de
pasaporte, su fecha de nacimiento, el lugar de nacimiento, la fecha
de expedición y validez. En esta lista deben figurar los nombre de
las personas como tripulantes y no como pasajeros pues este matiz
puede costarnos muy caro, pues algunos países graban con un impuesto
especial a los pasajeros de chárter…
La llegada a puerto extranjero:
Amortizar la impresora
Cuando llegamos a un puerto extranjero debemos ajustar las últimas
horas de navegación para llegar a la hora que más nos convenga. Y no
se trata de asunto baladí. Antiguamente se trataba de un asunto muy
importante al recalar en un puerto desconocido cuya entrada nocturna
y desconocida puede ser muy peligrosa. De día las cosas cambian y
hasta se ve el fondo con precisión.
Pero el asunto no es sólo cuestión de seguridad en la navegación. Se
trata de ahorrar en los trámites de entrada y resolver los papeleos
cuanto antes. En muchos casos “molestar” a la autoridad pasadas las
8 de la tarde puede suponer un recargo importante en las tasas o
cuando menos un cabreo por parte de la autoridad competente…
De
escala en escala puede cambiar la lista de tripulantes y así el PC y
la impresora nos pueden ayudar a presentar una hoja clara y limpia
que las autoridades siempre apreciarán. Además podemos inventarnos
un “sello” del barco que saldrá impreso en estas hojas y que dará un
aspecto más oficial a todo lo que necesitemos presentar. Además en
casi todas partes nos pedirán dos o más copias de estas dichosas
listas y con la impresora, la cosa quedará solucionada.
En
algunos países debemos presentar una lista con el alcohol, tabaco y
cosas de valor que llevamos a bordo. No olvide llevar la bandera con
la letra “Q” de bienvenida y la bandera del país visitado en un
lugar bien visible.
Debemos seguir nuestro instinto y tener sentido común para no
molestar a las autoridades y por ello en nada ayuda presentarse de
mala leche, con aires de superioridad o con pinta andrajosa. Debemos
respetar las costumbre locales no hablar de política y tener
presente que en país extranjero somos simples turistas.
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