Pero debemos
asegurar las instalaciones y equipos para minimizar los riesgos de
tan largo viaje, aprovechando las oportunidades que nos brindas los
nuevos materiales y las nuevas tecnologías.
Lo más normal
es encontrar en el mercado barcos con cascos de fibra de vidrio que
son muy válidos como veleros oceánicos si bien es cierto que muchos
transmundistas prefieren los barcos en acero,
a pesar de requerir mucho mantenimiento para evitar la oxidación,
por ser un material muy seguro y fácil de reparar en cualquier
parte. Pero para esloras por debajo de los 12 metros, la
construcción en acero es casi impracticable pues saldrían barcos muy
pesados y perezosos. La corrosión se acelera mucho con la
temperatura del agua y por ello en las zonas tropicales es
especialmente complicado luchar contra el peor enemigo de este tipo
de barcos: la corrosión.
Cualquier barco de madera debe ser evitado,
pues los problemas con los teredos y demás gusanos devoradores de
las maderas
pueden acabar con la vida del barco en las zonas ecuatoriales en poco tiempo, a no ser que sigamos un
mantenimiento a raja tabla.
Las válvulas y
pasa-cascos
Un tema en
muchas ocasiones olvidado por los armadores y poco revisado en las
ITBs, a pesar de ser de primera importancia son
los pasa-cascos situados bajo la línea de flotación. Es imperativo
que cualquier pasa-cascos vaya protegido por una válvula de fondo a
la que irá conectada la manguera correspondiente. Revisaremos el
estado de la válvula y la engrasaremos con un poco de vaselina. Si
llegáramos a sospechar de alguna, debemos sustituirla
pues estas podrían estropearse sin previo
aviso, lo cual conduciría a un problema serio en caso de tener que
ser resuelto en alta mar a 2.000 millas de la costa más cercana.
El tubo que queda conectado a la
salida de esta válvula y pasacascos debe ir fijado mediante una
doble abrazadera de INOX de buena calidad. No basta con una sola
y la seguridad obliga a fijar la manguera mediante doble abrazadera
como apreciamos en una foto más abajo.
Los famosos
juegos de espiches están bien, pero debemos medir el diámetro de
cada tipo de válvula, que en un barco suele ser de 2 o a lo sumo 3
tipos diferentes, y hacernos con unos tapones
cónicos de corcho o madera blanda que puedan encajar tanto en el racord de la
válvula como en la parte exterior del pasacascos. Por pocos euros
conseguiremos unos cuantos tapones que podrían resolvernos un apuro
importante.
Es buena idea atar con un coordino
a cada válvula de fondo el espiche adecuado al diámetro de la
válvula de forma que esté inmediatamente a mano en caso de fallo.
Cada válvula de fondo
lleva atado un coordino con un espiche adecuado a su sección. Una
excelente idea, pues SIEMPRE lo tendremos disponible de forma
inmediata. En una emergencia no es buena idea ponerse a pensar donde
anda la caja de los espiches...
Los modernos
tubos de goma y PVC aguantan muchos años, pero en veleros entrados
en años debemos revisar el material por si presentara signos de
envejecimiento y cambiarlo a la mínima duda, pues es vital y la
sustitución resulta bien barata. De paso revise las abrazaderas que
aseguran estos tubos a las válvulas y utilice unas de alta calidad
en acero inoxidable. Los astilleros no suelen poner las mejores para
ahorrar costes de producción…
La bocina del
eje de la hélice suele ser otro punto conflictivo que suele conducir
a goteos continuados con el motor en marcha. No es excesivamente
grave pero no estará de más sustituir el paquete de estopa o el
material que utilice en su interior.
Válvula de fondo
TrueDesign; Una solución de alta tecnología, absolutamente
inoxidables pues no están fabricadas en metal y por tanto son ajenas
a cualquier proceso de corrosión u oxidación. Es una buena práctica
marcar cada válvula mediante un cartel que indique el COMETIDO de la
válvula a la vista. Apreciamos la DOBLE abrazadera inox en el tubo
como indican las buenas prácticas.
TRUDESIGN” ofrece válvulas de máxima
calidad que además de cumplir con las normas ISO9093.2, son muy
duraderas ya que están fabricadas en composites indestructibles por
efectos electrolíticos o corrosivos o galvánicos. Lo mejor y no
lleva ningún esfuerzo es marcarlas con un cartel que indique el
cometido de ella.
Asegurar la
estanqueidad de cubierta
El agua
también puede entrar desde la cubierta a través de una escotilla que
ajuste mal, o que esté simplemente mal cerrada, a través de la
fogonadura del palo, por un pasa-cascos de un cable eléctrico, por
la fijación de los candeleros, por unos tornillos pasantes mal
sellados como los que fijan los winches o el carril de escota a la
cubierta, incluso debido a una silicona en mal
estado en el sellado de una ventana.
Si tiene que
sustituir un sellante en mal estado utilice poliuretano en vez de
silicona, pues se adhiere mucho mejor y tiene una vida más larga. En las
cubiertas de madera recuerde que estas deben permanecer siempre algo
húmedas para lo cual un baldeo con agua salada será recomendable
casi a diario.
Cuando la
cubierta está forrada en teka, descubrir el lugar por el que se
produce una filtración puede resultar tarea muy complicada, pues el agua
puede circular desde bien lejos y arrastrase entre las dos capas
hasta el sitio en donde
observamos la gotera.
En caso de
temporal las panas de cierre pueden dar problemas en algunos modelos
de barcos. Por ello es importante que el barco haya sido navegado en
diferentes situaciones en aguas locales y sepamos hasta que punto
nos podemos fiar de él en este tipo de situaciones. Unas panas que
hacen agua, pueden llegar a ser muy molestas en caso de tener que afrontar un temporal en el atlántico durante 5
días consecutivos. La tapa de cierre deslizante, en según que veleros
también da a veces la lata y es otro punto a revisar y tener en
cuenta antes de salir. Con una manguera a presión y el barco bien
cerrado alguien puede regar todo por fuera mientras otro observará
desde el interior los sitios por donde vamos a tener problemas en el
futuro.
Bombas de achique
Pero si a
pesar de todo llega a introducirse agua en el barco, para eso están
las sentinas y las bombas de achique. Es sorprendente lo estanco que
puede llegar a ser un barco moderno y en muchos casos la sentina
estará de forma casi permanente totalmente seca. Pero en otros
modelos ya con cierto numero de años las cosas no son
ni mucho menos así y debemos estar atentos al agua que,
con menor o mayor regularidad, puede aparecer
en la sentina.
Un barco
preparado para cruzar el océano debe llevar instaladas dos bombas
manuales que puedan ser utilizadas desde la bañera y la otra desde
el interior del barco, con independencia de que el barco lleve
instalada una bomba eléctrica de activación automática o con un
interruptor.
Sea como
fuere, recuerde que una persona puede llegar a bombear como mucho
unos 100 litros por minuto con gran esfuerzo, de forma que al cabo
de poco tiempo quedará agotada.
En barcos de
cierta eslora es posible encontrar bombas de gran caudal conectadas
mediante algún sistema de embrague al eje de la hélice, de forma que
en caso de tener una fuerte vía de agua podremos activarlas y
permanecer a flote mientras el motor diesel bombea un fuerte chorro
al exterior, que nos dará tiempo para pensar con más frialdad para
buscar una solución de emergencia que tapone la vía de agua.
Existen
infinidad de relatos de hundimientos ocasionados por
vías de agua imposibles de contrarrestar con las pobres bombas de
achique instaladas en el barco. Por esta razón es muy importante
llevar estibadas en algún rincón del barco varias
tablas de madera contrachapada y algunos trozos de listones que
junto con tornillos y trapos nos permitan taponar vías de agua
importantes.
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