Estibar la compra
a bordo
¡Ya nos vamos de vacaciones! Unos se quedan preparando el barco
y revisando las decenas de cosas que hay que comprobar, mientras
que otros se van con la lista de la compra al super.
Hacer la
lista de las provisiones es una tarea que no se debe improvisar
y hay que calcular con esmero. Debemos tener en cuenta los
consumos medios de agua y alimentos por persona. Debemos tener
presente que ruta de navegación vamos a hacer. No es lo
mismo prever un charter de 10 días por la costa mediterránea que
calcularlo para una ruta por el caribe. No sólo se trata de la
temperatura y la humedad. También debemos tener en cuenta la
disponibilidad de alimentos y los precios de estos, ya que en
determinados lugares pueden ser mucho más caros.
Hacer la
lista de la compra es un buen ejercicio que debe plantearse en
común. Cuando todo el mundo se involucra, nadie se llevará a
engaño respecto a lo que puede luego esperar.
¡No son
recomendables las sorpresas sobre los gustos particulares de
quien se vaya con el dinero al supermercado! Además, hacer la
lista de la compra es obligase a repasar mentalmente el plan del
crucero para todas las vacaciones, y esto le viene bien a toda
la tripulación.
Para
determinar las necesidades, es conveniente hacer en primer lugar
una lista de lo que todavía tenemos en el barco (en el caso de
que haya algo). Luego haremos 3 listas distintas;
1)
La primera de
ellas con las cosas básicas y que no se estropean, como el papel
higiénico, la pasta de dientes, el jabón y otras cosas de
limpieza, hasta las latas de comida, paquetes de arroz, galletas
y cereales para el desayuno, bebidas...
2)
La segunda lista será más “de
lujo” y para comprar en caso de no tener problemas con el
presupuesto. En ella incluiremos las bebidas alcohólicas (para
aquellos que gusten de tomarse un whisky una vez fondeaos),
buenos vinos, frutos secos, aperitivos y cosas así.
3)
Por último
prepararemos la lista de los productos perecederos (frutas,
verduras, legumbres, huevos, carnes, …) Lo normal es dedicar un
20% del presupuesto para esta última lista y el resto,
dependiendo de lo sibaritas que seamos, en las dos primeras. ¡Y
si le sobra dinero, no se preocupe, que ya tendrá ocasión de
gastarlo en la próxima lista de la compra!
Cuando
venimos del supermercado cargados de bolsas, a veces cuesta
pensar que todo esto vaya a caber quedando ordenado en el barco.
La avalancha de bolsas es brutal e invade la bañera, la mesa del
salón y hasta los bancos de fuera. Ahora toca guardarlo y
ordenarlo…
Comida,
botellas de cristal, latas de cerveza, papel higiénico,
frutas, verduras, decenas de garrafas de agua y más y más bolsas
de plástico.
Es obvio
que algún orden debemos seguir. Ordenando con lógica lograremos
que las cosas aparezcan cuando las vayamos necesitando, y se
conserven mejor o simplemente no se estropeen. Por ejemplo no es
una buena idea guardar el papel de cocina en los lugares más
bajos que pueden tener más humedad y a veces agua.
Cuando se
empiezan a quitar las bolsas de plástico y dejamos todo en
grupos y por todas partes, el barco parece un
verdadero supermercado aunque bastante caótico.
El aceite de
oliva al lado de la mesa de cartas, catorce tetra-brick de
tomate en una esquina del salón y toda la cama llena de latas
a modo de muestrario de productos culinarios.
No es
posible que todo el mundo se encargue de la estiba. Lo mejor es
haya una persona encargada de organizarlo e ir dando
instrucciones de qué guardar y en dónde.
Mientras
se estiban las cosas, en el salón sobra la gente, ya que hace
falta espacio para poder hacer este trabajo. Los que “sobren” se
deben ir a dar una vuelta para que no atosiguen a los encargados
del orden (una o dos personas como mucho).
Debemos
saber qué sitios podemos utilizar para guardar provisiones,
aprovechando por supuesto todos los huecos que hay bajo el
suelo del barco.
¡En un barco todo se desmonta para ofrecer un
espacio valioso! Tendremos que valorar cuáles son más cómodos y
accesibles guardando en estos lo que vaya a ser más demandado,
tener en cuenta a que altura se encuentran y por tanto que
posibilidades tienen de recibir agua y humedades. Estos sitios
serán adecuados para las garrafas de agua y envases de cristal
totalmente herméticos. Los vidrios deben ser protegidos unos con
otros intercalando otras cosas entre ellos para no puedan
golpearse entre sí y así evitar roturas en caso de que se
muevan. Los tetrabriks hacen muy bien esta función.
Cuando ya
hemos quitado todas las bolsas de plástico y ordenado la compra,
entonces empieza el trabajo de estiba, y nunca antes. Las bolsas
quedarán guardadas dentro de una de ellas pues nos valdrán para
ir guardando la basura.
Antes
de empezar a estibar, rellene los armarios de la cocina con lo
que es más utilizado para dejarlo a mano. Al organizar las latas
y contrariamente a lo que podría parecer, lo mejor es guardarlas
combinándolas con cierto "desorden", de modo que no sea
necesario mover toda una fila hasta el fondo, para poder llegar
a encontrar el atún en aceite que necesitamos para la ensalada.
Los "tuppers"
de plástico son fundamentales para un buen trabajo de estiba.
Nos ayudarán a encontrar todo mucho más rápido y a tenerlo todo
más limpio y ordenado. Evitan los golpes entre los alimentos en
los desplazamientos incontrolados. Cada barco tiene sus propios
sitios y huecos con tamaños distintos.
Con los
charter no hay nada que hacer pues el barco es de alquiler, pero
si la embarcación es suya, deberá buscar y rebuscar hasta dar
con las cajas que mejor se adapten a cada hueco. En el mercado
hay infinidad de tamaños diferentes, de modo que lo suyo es ir
probando hasta encontrar los más idóneos. Quite todos los
embalajes innecesarios, especialmente los de cartón que no valen
más que para coger humedad y vaya ordenando su comprar en las
cajas de plástico.
Al quitar
la caja de cartón, a veces nos quedamos sin saber de que es la
lata en cuestión, de modo que un rotulador nos ayudará a marcar
esta información.
Las cajas
evitarán los movimientos incontrolados. No hay nada más molesto
que una lata rodando por alguna sentina mientras intentamos
descansar en un sitio de fondeo. Y además muchas de ellas son
estancas, de modo que mucho mejor especialmente cuando en ellas
guardamos la pasta o el arroz. Las cosas de limpieza a los
compartimientos que tengan los aseos o debajo del mueble
fregadero con las bolsas de la basura. Cuando tenga una bolsa de
basura llena, saquéela a los cofres de fuera hasta que pueda
descargarlas en algún puerto.
Todo el
proceso de ordenamiento no suele llevar más de una hora de
trabajo, de modo que el resto de la tripulación podrá aprovechar
para hacer cualquier cosa en cubierta o simplemente darse una
vuelta por el puerto.
Organiza tu nevera
La
neveras de los barcos son pequeñas por lo que debemos
esmerarnos en qué guardar en ellas, y cómo hacerlo.
Utilice muchos envases de plástico que le ayudarán a
ordenar su contenido. Las latas deben mezclarse para no
tener que quitar todas las de cerveza hasta llegar a
las coca-colas del fondo. Las cestas también son útiles
pero deben ser del tamaño apropiado.
Haga
paquetitos pequeños organizados en envases de modo que
sacando un "Tupper" tenga todo lo necesario para la comida
a mano. De esta manera la puerta de la nevera podrá ser
cerrada más pronto y se perderá menos frío. Algo muy
importante en las neveras de los barcos.
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