Cuando tenemos
invitados a bordo sin experiencia en vivir en un barco es normal
que tiendan a un consumo excesivo, y sea necesario aleccionarles al
respecto. Más vale una lección a tiempo a encontrarnos con los
depósitos medio vacíos, lo cual nos puede obligar a cambiar los
planes de navegación.
Beber agua a bordo
Cuando hace calor
debemos beber lo necesario so pena de correr riesgos de una
peligrosa deshidratación. ¿Pero cuanto persona
y día (aseos aparte) debemos calcular antes de partir? Esto dependerá
mucho de las latitudes por las que vayamos a navegar y nuestros
hábitos en cubierta. A pleno sol sin bimini y en los trópicos
podemos multiplicar por tres el consumo respecto a un navegante que
esté navegando por Ciudad del Cabo… De media debemos contar al menos
con 3 litros/día para cada tripulante.
Respecto a las
botellas de plástico vacías, es importante poderlas aplastar para
dejarlas en su mínima expresión para que ocupen lo mínimo en las
bolsas del basura, pues debemos conservarlas hasta llegar a
tierra. La gestión de las basuras es importante. Si vamos a pasar un
mes a bordo con bolsas de basura lo suyo es organizar bien este
asunto. Un envase de plástico vacío o una lata consumida debe ser
limpiada antes de pasar a la bolsa de basura. De esta forma no se
producirán olores en el tambucho en donde vayamos almacenando estas
bolsas de desperdicios. Es importante minimizar la producción de basuras y por ello
las botellas de cristal pueden romperse e ir a parar al fondo del
mar, los restos de comida irán también por la borda y sólo almacenaremos
los plásticos, previamente limpiados y comprimidos a su mínima
expresión.
Las Duchas a bordo
Cuando vamos a hacer
una larga travesía, las duchas pueden ser perfectas y de muy bajo
consumo si nos mojamos y cerramos el grifo antes de comenzar a
enjabonarnos. Luego volveremos a abrir la ducha para aclararnos y
terminar el aseo. El resultado es el mismo y nos sentiremos
perfectos, pero la diferencia puede suponer un gasto de 10:1. Con
este método una ducha puede consumir no más de 5 ó 10 litros.
A no ser que tenga
una desaladora instalada como es norma en los grandes yates de
recreo, no es vital la ducha diaria. La mayoría de
los navegantes utilizarán la ducha cada dos o tres jornadas, aunque
hay quien se ducha a diario o quien lo hace cada cinco o más días
estando en alta mar. La capacidad media de los barcos que cruzan en
la regata ARC es de unos 500 litros de agua dulce repartidos en 2 tanques y
además otros 200 litros de agua estibados en garrafas de 4 ó 8
litros.
Si no hace mucho
viento y podemos tirarnos al mar para lavarnos, la ducha con agua de mar es
perfecta incluso para limpiar el pelo y una vez acabada la higiene y
aclarados en el mar,
podemos pegarnos un manguerazo con la ducha de bañera para
quitarnos la sal. De esta manera la ducha puede bajar a 1 ó
2 litros de agua dulce.
Montar una
desaladora
Aunque se pueden
instalar en cualquier barco, la eslora media a partir de la cual se
suelen instalar está en los 15 metros. La desaladora puede costar entre 3.000 a 6.000 €, aunque las hay más
caros dependiendo de su capacidad de producción, o por menos de
1.000€ activadas por una bomba manual sin necesidad de consumo de energía
eléctrica y con una producción de agua dulce pequeña pero vital en caso de
supervivencia, por ejemplo en una balsa salvavidas.
Casi todos estos
equipos van
alimentados por corriente eléctrica a 12/24 o 220 voltios y con consumos relativamente
altos, por lo que debemos tener claro antes de decidirnos por uno de
ellos, como vamos a alimentar la energía eléctrica para estos
sistemas. Es posible que necesitemos un generador, o en su defecto
tener un parque de baterías de gran capacidad recargado con un
potente grupo de paneles solares, lo cual es sin duda una solución
muy adecuada.
Con una desaladora
los cálculos de agua cambian drásticamente y podemos reducir la
cantidad de agua embarcada hasta dejarla en su mínima expresión para
una supervivencia hasta la costa más cercana, en caso de fallo del
sistema. Llevar siempre un único tanque de 200 litros de agua dulce
generados por la desaladora es una buena idea. El peso de la
desaladora embarcada a bordo será compensado por la cantidad de
kilos que ahorramos al no tener que transportar garrafas o
tanques llenos de agua dulce.
Cocinar y limpiar
los platos
Es un contrasentido
coger agua dulce y añadirla sal y hacer unos espaguetis. Tome un
tercio de agua de mar y complemente con agua dulce para hacer por
ejemplo un arroz.
El grifo de agua
dulce de la cocina puede ser montado con un filtro de agua de trama
microscópica y así el agua embarcada en los depósitos de agua dulce,
además de valer para las duchas, puede ser utilizada para el consumo
o cuando menos como agua para cocinar, dejando las garrafas de agua
mineral como agua de consumo diario. Existen diferentes modelos en
el mercado y los de muy buena calidad se pueden conseguir por 200 ó
300€, a lo cual debemos sumar dos o tres cartuchos de filtrado de repuesto.
El grifo de agua
salada
La instalación en la
cocina de un grifo de agua salada con bomba eléctrica es una
excelente idea. Salvo cuando las travesías son cortas, la limpieza
de la vajilla se puede hacer en la popa con agua de mar, y si tiene
instalado un grifo de agua salada en la cocina, podremos hacerlo de
forma más cómoda en la misma pila, sin gastar ni una gota de agua
dulce. Si lo desea, un rápido aclarado con agua dulce bastará para
finalizar el lavado con un coste de agua muy reducido. Para la toma
del grifo de agua salada podemos montar una "T" en alguna toma del baños sin tener que montar ningún nuevo pasacascos en
esta instalación.
Ya hemos comentado
que con agua salada incluso se puede uno lavar el pelo, aunque a
penas salga jabón. Cuantas más cosas hagamos con agua salada, más
ahorraremos la dulce. Podemos lavar ropa, los platos y los perolos, o cocinar
con la mitad de agua.
Naturalmente un
barco equipado para cruzar el Atlántico debe alimentar los inodoros
con agua de mar, como de hecho se hace en la mayoría de los barcos.
Si no fuera el caso, hay que replantear la fontanería a bordo de
nuestro barco.
Uso eficaz del grupo
de presión
Las instalaciones de
agua dulce de todos los barcos están formadas por una bomba que
presuriza el circuito en el cual está instalado un vaso expansor que
se encarga de mantener la presión durante unos cuantos litros de
consumo y así evitar que la bomba esté funcionando de forma
intermitente y de forma casi continua.
Cuando no hagamos uso de la cocina, o
los baños, es muy buena costumbre apagar el interruptor de este
grupo de presión situado en el panel eléctrico del barco.
No es raro que en el circuito de
presión, algún empalme o grifo tenga una ligera perdida o goteo
difícil de detectar y ese continuo goteo puede sumar un importante
consumo al cabo de un mes de travesía. Esto ocurre por ejemplo de
forma típica en el mango de la ducha de bañera la cual puede tener
un pequeño goteo que además no detectaremos pues el agua perdida se
vierte en la cubierta o espejo de popa sin llegar a la sentina que
nos podría dar la alarma. Además con el interruptor apagado evitamos
que sin querer un grifo monomando pueda quedar abierto tirando agua
sin medida.
Los grupos de presión no están
protegidos para que cuando el agua del depósito se vacíe, se detenga
la electro-bomba. En la práctica, en muchos barcos de charter cuyos
patrones no tiene demasiada experiencia, se quema la bomba del agua
porque al vaciarse el depósito de agua dulce debido a un consumo
desmedido, la bomba sigue intentando de forma indefinida
presurizar un circuito carente del líquido elemento, dando como
resultado un recalentamiento del motor que acaba con su bobinado.
Distribuir el consumo de los
depósitos
Sabes que un depósito está en las últimas pero no te importa porque
el otro está aún casi lleno. Sin embargo es importante saber como
abrirlos o cerrarlos a no ser que no te importe quedarte sin agua
dulce en el barco. Cuando el barco tiene dos o más depósitos
distribuidos y escondidos debajo de las camas o el salón, de cada
uno de ellos sale un tubo de consumo que se juntan en un racord de
unión. A la llegada de este 'distribuidor' existe una pequeña llave
que permite abrir o cerrar cada uno de estos depósitos.
El asunto es importante y debemos
saber que si se ha producido un consumo desequilibrado y por ello se
ha vaciado un depósito quedando aún mucha agua en los otros, hay que
cerrar la llave del depósito agotado, pues si no lo hacemos la bomba
de agua dulce puede chupar aire de este deposito vacío y no hacer
succión del resto de depósitos con agua.
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