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La banda solar
La inmensa mayoría de las velas
actuales llevan cosido a lo largo de todo el borde de la baluma y
también en el pujamen, una tira de tejido de unos 30 centímetros
conocido como banda solar. Se trata de una lona cosida encima del
dacron, cuyas fibras son capaz de soportar con resignación el
brutal desgaste de los rayos ultravioletas y la radiación solar.
Lo que más degrada el dacron con el
que están construidas la inmensa mayoría de nuestras velas, son los
rayos ultravioletas del sol. La humedad no es buena y trae consigo
manchas de moho y algunas pérdidas de prestaciones en el tejido. Los
cambios de temperatura no son graves y el salitre no ayuda, aunque
tampoco es fatal. Pero la energía de los rayos ultravioletas de la
radiación solar, los famosos UVA son capaces de quemar literalmente
el tejido aunque este no se ponga oscuro como cuando quemamos una
madera.
Cuando el dacron ya está quemado, no
hay solución. Haga la prueba. Si pinzamos el tejido en la zona
afectada, y con los dedos intentando desgarrarlo por simple
cizalladura, comprobaremos si es demasiado tarde o aún el dacrón
está bueno. Si con la fuerza de los dedos podemos desgarrar, esa
parte del tejido no tiene solución, y si la superficie afectada es
grande, tendremos que tirar la vela sin posibilidad de ningún
arreglo.
Enrollar la génova
Cuando la vela ha sido enrollada en el
enrollador, toda la última vuelta queda al exterior y el interior
del rollo queda protegido del sol justamente por esa última vuelta
que es la única que recibe con resignación la radiación solar
inmisericorde. Conviene destacar que la "cantidad" de tejido que
tiene cualquier Génova es mucho mayor abajo que en la parte de
arriba, debido al propio corte y forma de la vela.
Por esta razón al enrollar la génova
el tercio inferior del paquete enrollado es siempre mucho más grueso
que la parte superior. De lo que se trata es que con el génova
enrollado, la última vuelta tape y proteja el dacron enrollado y
ello en toda la longitud de la vela enrollada.
Por ello la banda solar debe tener al
menos el ancho del perímetro de la última vuelta para que pueda
proteger el resto de la vela. Y este perímetro no es constante pues
aumenta al ir hacia abajo en la longitud del enrollador.
La protección también debe afectar,
aunque en menor medida, al lado inferior de la vela conocido como
pujamen. En este caso la anchura de la protección de pujamen puede,
y debe ser, bastante más corta, pues al ser enrollada la génova, la
anchura de esta banda no es relevante y bastan algunos pocos
centímetros de protección solar.
La forma de la banda solar
Al contrario de cómo se hace en
algunas velerías, la banda solar no debe tener una forma
rectangular. La razón se debe a que cuando la génova se enrolla, la
parte inferior de la vela es notablemente más gruesa que en la zona
media o en el tercio superior. O sea, la banda solar debe ser más
ancha en la parte inferior de la vela que en la parte superior. Si
se hace una banda de anchura constante, o bien nos sobrará
protección arriba o bien nos faltará abajo. Si sobra no es muy
grave, pero estaremos sobrecargando peso en la parte superior de la
vela, lo cual es del todo inadecuado.
Si por el contrario falta protección
solar abajo, tendremos una zona de dacron expuesta al sol que sin
remedio quedará deteriorada rápidamente al cabo de algunas
temporadas por la radiación ultravioleta.
También es importante conseguir un
poco de tensión en la escota de la génova mientras enrollamos, pues
en caso contrario el “paquete” enrollado tendrá especialmente en la
zona inferior de la vela demasiado grosor al no haberse enrollado de
forma compacta, lo cual hará que la banda solar no sea capaz de
proteger todo el dacron.
¿Dónde rompe la vela?
En el ejemplo que estamos reparando el
dacron de la parte inferior de la vela ha quedado expuesto al sol
porque quizás se ha enrollado la vela con poca tensión, o porque la
banda solar que alguien montó fue demasiado estrecha en la parte
inferior del genova. Al ser utilizada esa parte del dacron tenía las
fibras quemadas sin ofrecer ninguna capacidad de resistencia. Y la
línea de costura en donde acaba la banda solar debilita aún más el
tejido, siendo esta línea de unión la que no ha soportado la tensión
de escota haciendo que la vela se raje sin haber sido sometida a
ningún esfuerzo fuera de lo normal. El desgarro continúa por la
fuerza del viento hasta que es detenido en la zona de unión de paños
debido a la doble costura en la que se montan dos capas de dacron
que ofrecen el doble de resistencia.
La reparación
Es todo un clásico. Una vez comprobado
que el dacrón está bien salvo en la zona estropeada por la
radiación ultravioleta, debemos parchear con dacron nuevo del mismo
gramaje recordando el dacron quemado. Solo entonces debemos proceder
a la segunda parte de la reparación que consiste en ampliar la
anchura de la banda solar en la zona inferior de la vela, para que
esta proteja debidamente la vela en el futuro.
Lo primero es determinar que partes de
dacron son las que están quemadas para proceder a cortarlo y
eliminarlo. Debemos para ello descoser la banda solar y utilizar una
tira de adhesivo de doble cara para prefijar el nuevo paño de dacron
que sustituye al tejido quemado. Este será cosido en zigzag con una
máquina de soporte altos gramajes y solo entonces podremos proceder
a recoser la banda solar que también será recalculada para que la
ampliación de protección UVA sea capaz de proteger toda la vela.
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