Incluso en invierno, navegar por el Mediterráneo requiere ir
protegidos y una gorra es del todo insuficiente. Si alguien quiere
tomar el sol tiene toda la proa a modo de solarium, y también en
ella es conveniente instalar algún toldo que hará el barco
mucho más habitable y cómodo en el fondeo.
Mejorar el Bimini
Incluso el sombreado de los biminis típicos es notablemente
mejorable y en cualquier barco, un vistazo a este equipamiento nos
indicará si se trata de un barco que navega o si el armador lo
utiliza solo algún sábado de vez en cuando, para ir a tomar una
merienda a la cala de al lado.
En nuestro Oceanis 393 además del bimini instalado desde el
astillero, fabricamos en su momento una lona con esquinas de "sandow"
y una pletina longitudinal que permite cerrar la bañera tanto por
popa como por proa, dependiendo de por dónde esté cayendo el sol. Se
instala y se cambia de ubicación en a penas dos minutos. En veranos,
a partir de la siete de la tarde ya ha pasado lo peor, pero
"Lorenzo" sigue apretando aunque sea de forma lateral. En nuestro
caso, esta pequeña mejora supuso un antes y un después, pues además
de solucionar el castigo solar, ofrece una gran intimidad para hacer
vida al exterior en bañera sin ser cotilleado por nadie.
En otros barcos los armadores han fabricado unas ampliaciones que
permiten unir el bimini con la capota an-tirociones mediante un par
de cremalleras.
Refrescar el interior
Tener el barco con superficies sombreadas permite que el interior
del barco esté más fresco. Nosotros no hemos llegado a echar en
falta instalación de aire acondicionado, aunque esto es un requisito
más relacionado con las costumbres que con la necesidad. Es verdad
que algún día de Agosto en donde no sopla ni la más mínima brisa se
puede echar en falta, pero su alto consumo en amperios y la
complicación de la instalación y su mantenimiento, nos han disuadido
del montaje.
En estos días de gran bochorno lo que hacemos es darnos un bañito en
el mar durante cierto tiempo lo cual nos deja el cuerpo bien
fresquito y tras un aclarado con la ducha de agua dulce en bañera te
vas a dormir sin que cueste conciliar el sueño.
Pero para gustos hay colores. Casi todos los norteamericanos con los
que a veces he compartido navegación en mares remotos necesitan, si
o si, que la temperatura de sus cabinas haga que parezcan auténticas neveras
en la que te puedes llegar a coger un resfriado. Es algo que también
he tenido el disgusto de comprobar con ciudadanos Chinos por esos
mares lejanos.
Ventiladores eléctricos
Existen pequeños ventiladores que se pueden atornillar a los
mamparos de los camarotes y con los cuales podremos disfrutar de un
poco de aire en los días más bochornosos. Suficiente, económico y
muy poco consumo en amperios.
Las mangas de captación de aire a través de los tambuchos es también
una solución interesante, económica y sana, pues ya sabemos que el
aire acondicionado reseca y enrarece el aire que respiramos. En
muchos barcos basta con inclinar en ángulo la ventana del tambucho
para que esta ayude a canalizar aire al interior.
Pero siempre que tengamos ventanas abiertas, es muy importante que
hayamos previsto la instalación de mosquiteras, porque en la cala
menos pensada en la que pasar la noche, nos pueden sorprender los
mosquitos arruinando el descanso nocturno.
Aire acondicionado a pesar de todo
Pero si vivimos a bordo o pasamos temporadas en el barco estando en
puerto en verano, allí es más difícil que corra la brisa y por ello
una idea económica y eficaz es la de adaptar un "pingüino" como los
que podemos encontrar en las grandes superficies por poco dinero y
sin grandes obras de instalación.
En este Oceanis 393 bien conocido por Fondear.com, el armador ha
modificado una de las ventanas situadas al lado de la mesa de
cartas, para dar salida al aire caliente del aparato acondicionado
que encaja bastante bien delante del asiento de la mesa de cartas. No tiene
la potencia frigorífica de un “Split”, pero refrigera el barco en
puerto enchufados al pantalán.
El color del casco
Necesariamente los colores de casco oscuros cogen más calor que con el gelcoat blanco, y sin embargo si el barco tiene un buen aislamiento
interior, lo que hemos podido contrastar con diferentes armadores de
cascos oscuros, es que no son necesariamente más calientes en verano
que los barcos de color claro.
Lo que es importante es que circule el aire y para ello debemos
tener un barco con suficientes ventanas que se abran y pueda crearse
un poco de corriente.
Navegar en los trópicos
En el Caribe o en Indonesia o donde sea. La cosa no es muy diferente
a navegar en el Mediterráneo en Agosto, salvo por los chubascos y
chaparrones frecuentes de las latitudes ecuatoriales. El calor es
más húmedo y en determinados lugares debemos tener incluso aún más
cuidado con el sol que quema más que en nuestro Mediterráneo. Razón
más que suficiente para mejorar los toldos del barco que además de
cubrir la zona de bañera pueden hacerse extensivas a la parte de
proa.
La humedad tropical es más difícil de combatir y el verdadero
problema aparece si tenemos que dejar el barco una temporada para
regresar unos meses a Europa, en cuyo caso es buena idea dejar
preparada una ventilación sin que esta pueda aportar agua al
interior y limpiar el barco antes de partir con una mezcla de aceite
y vinagre de manzana que impedirá la aparición de mohos y hongos en
el barco.
Toldos en el fondeo
No son para navegar con ellos extendidos, pero cuando se llega a una
cala en la que vamos a permanecer un par de días o más, es buena
idea instalar otros toldos adicionales que pueden montarse encima de
la botavara a modo de "jaima" árabe, o lonetas en la parte de proa
que pueden sujetarse a los obenques y al enrollador de Génova
ayudado por algún tipo de soporte horizontal.
Con ello crearemos zonas en las que poder poner cojines o sillas
para disfrutar de los bellos paisajes costeros, ¡pero siempre a la
sombra!
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