Para
trabajar en el barco con espacio cerrado en el que poder pintar
sin polvo exterior o no estar pendiente de si llueve, la
estructura de plástico retráctil es una gran solución. El
montaje de este tipo de estructuras es bastante asequible y para
ello se utiliza una estructura de tubos de PVC de pared delgada,
como los utilizados en los desagües. Estos largos tubos tienen
bastante flexibilidad y pueden montarse y unirse con pegamento
de PVC, hasta formar toda la estructura alrededor de nuestro
barco ya apuntalado.
No es muy
buena idea tapar el barco y olvidarse hasta la próxima primavera.
Debemos inspeccionar la lona o estructura con cierta regularidad
para comprobar que no se ha roto ningún tensor o que se ha originado
un pequeño desgarro. Estos pequeños asuntos no tienen importancia
sin son corregidos a tiempo y en caso contrario acabarán por
destrozar la lona de hibernaje o arrancado la estructura tubular que
hayamos montado.
Lonas y lonetas
Es la solución
más sencilla para proteger el barco durante una corta temporada o
para cubrir el barco del polvo dentro de una nave. Existen numerosos
fabricantes que emplean diferentes tipos de lonas y lonetas. Algunas
son de algodón, otras de tejidos sintéticos como el poliester con un
acabado acrílico que tienen una duración excelente, y son sin duda
las mejores para la intemperie. Este tejido es impermeable además de
soportar muy bien la radiación ultravioleta y dejar resbalar la
suciedad y el rocio de las noches más frías. La duración de este
tejido sometido de forma continuada a la intemperie es de unos 10
años, aunque si lo lavamos y cuidamos las costuras, puede ser
incluso algo mayor.
La lona
evitará las "cagaditas" de gaviotas y otros pájaros sobre la
cubierta del barco y siempre es mejor lavar una lona que tener que
reparar una mancha sobre la teka. El ahorro en desgaste que se
consigue con el uso de una lona puede ser muy importante. Con el sol
se estropea la teka, los barnices, el plástico de los tambuchos,….
Todo.
La funda perfecta. Está confeccionada en lona de Poliester y muy
bien confeccionada. Sorprende su diseño integral que permite pasar
la driza de mayor y esquivar los estays y backestays. Al engancharse
en los guardamancebos y dejar por tanto un espacio libre por debajo
permite la correcta ventilación del interior. ¡Chapeau!
Una forma
eficaz y económica de proteger el barco es haciéndose uno mismo la
lona de hibernaje. Si vamos a tiendas especializadas en tejidos,
encontraremos lona a granel de muy buena calidad a precios más que
razonables. Y si compra de más pues mejor aún. Tener un rollo de
lona en el barco es una gran idea pues con ella podemos fabricar
además de la lona de fondeo, fundas para todo lo que queramos. Con
lona podremos coser en poco tiempo fundas para los winches, una gran
funda integral para la bitácora, funda para el motor fueraborda, o
hacer bolsas sujetas al interior de los cofres para ordenar los
cabos, y demás enseres náuticos. Lo importante es tener hilo muy
fuerte de nylon que también encontrará en las tiendas de tejidos, y
unos pequeños alicates para empujar la aguja pues a veces, y con
varias capas de tejido, cuesta hacer la costura.
Con paciencia
y buen humor conseguiremos hacernos la funda perfecta y totalmente
adaptada nuestro modelo concreto de barco. Bastarán unos sandows
flexibles y ganchos de plástico que puede encontrar en las tiendas
de efectos náuticos para dar un acabado profesional a su lona de
hibernaje. Lo importante es que la diseñe para que quede bien tensa,
pues si quedan faldones sueltos, en cuanto sople una racha bien
fuerte, el viento la podrá desgarrar y echar a perder todo su
trabajo. Utilice tensores y cremalleras si fuera necesario para
conseguir un ajuste perfecto y un buen acabado.
Otras
lonas de hibernaje
Naturalmente
el camino más rápido y cómodo es el de comprar la lona a alguno de
los fabricantes que ofrecen productos adaptados a los barcos de
serie más vendidos. Si su barco es poco conocido también existen
empresas de servicios náuticos que podrán diseñarla y preparar una
buena lona de hibernaje.
La tercera
solución y la más barata, es utilizar una de esas lonas que
encontramos en las grandes superficies y que consisten en una gran
loneta rectangular de un material mediocre trenzado con
polipropileno y que si bien es mejor que nada, dista mucho de lo
ideal. Lo más peligroso son los embolsamientos de agua que suelen
producir y por tanto la continua humedad que provocan. Se suelen
fijar con pulpos elásticos y el resultado además de ser poco
presentable puede acarrear problemas de ventilación y por tanto
generar hongos en el interior del barco.
Las lonas mal diseñadas o poco trabajadas embolsarán agua. A veces
el remedio es peor que la enfermedad, ya que además de ofrecer
escasa protección generan problemas de hongos y humedades.
Evitar el
encharcamiento
Cualquier lona
debe ser correctamente montada para evitar que encharque grandes
bolsas de agua. Para ello se utilizan además de los tensores y
sandows que tensan la lona sobrante, estructuras interiores a base
de varillas o incluso pelotas inflables que tiendan a dar forma a la
lona para evitar la acumulación de agua. El objetivo es eliminar los
posibles embolsamientos y pliegues sobrantes de la lona que puedan
crear estos indeseables charcos. Pero para que los tensores actúen
correctamente debemos tener una lona con la suficiente dureza para
soportar las tensiones y el tensado. La lona tiene que ser fuerte y
no ceder de forma flexible al ser tensada.
Y todo ello
sin olvidarnos de dejar el espacio suficiente por debajo que
garantice una buena ventilación de todo lo que estamos protegiendo.
Sin ventilación la atmósfera interior se carga de humedad y
condensación que con el calor creará con seguridad hongos y moho.
Basta dar un pequeño paseo por el náutico para descubrir que por
cada lona correctamente instalada descubrimos otras muchas
desastrosamente diseñadas.
Los encharcamientos han de ser evitados a toda costa. Una vez que el
agua comienza a embolsarse su propio peso hace que la bolsa aumente
de tamaño y crezca.
Ajustar y tensar la
lona
El tensado de
la funda es fundamental para evitar que pueda flamear cuando haya
viento. Algo que deberá evitar a toda costa pues los continuos
gualdrapeos y golpes de tensores contra el gelcoat podrían acabar
por arañar la superficie. Lo suyo es revisar el estado de la lona
algunas veces durante el invierno para asegurar de que todo está en
orden. Es probable que tengamos que retensar algo a mitad de
temporada invernal pues el tejido puede haber cedido un poco.
No debe atar
jamás la lona a los puntales o sujeciones del barco. A veces las
lonas pueden tirar con mucha fuerza y esto podría llegar a
desequilibrar el barco y acabar tirándolo al suelo.
Las estructuras
En muchos
casos están realizadas en tubos de PVC no es menos cierto que
también se utilizan tubos de acero como los usados para montar
andamios ligeros o una combinación de ellos. Podemos montar una
estructura de tubos de hierro desde el suelo hasta el nivel de la
cubierta, y a partir de allí utilizar tubos de PVC que darán la
forma curva a la estructura que envolverá el barco. Lo importante es
eliminar los ángulos puntiagudos que podrán estropear rápidamente el
plástico envolvente o la loneta utilizada. Si es necesario utilice
fragmentos de moqueta vieja, o coquilla de aislamiento de tuberías
para envolver todos los objetos cortantes.
Tendremos que
realizar una parilla con tubos transversales para dar fortaleza a la
estructura, pues cuando sople viento fuerte las fuerzas a soportar
pueden ser muy importantes. No sería el primero en ver como todo el
“invento” sale volando en un temporal mientras golpea y rebota entre
los demás barcos del varadero.
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