La potencia luminosa
La unidad de medida que debemos recordar es el LUMEN, y sin entrar
en detalles ópticos, lo
que conviene recordar es que la iluminación de unos 500 Lumens es la
que vemos en un foco halógeno (de incandescencia) de 50 vatios, como
los que tenemos montados en nuestras casas. El equivalente en LED tendrá un consumo de unos 5 vatios,
osea un orden de magnitud de menos!
Ahora ya es
posible comprar este mismo tipo de foco y con un "tipo" de luz cálida
y del todo equivalente al de las bombillas de toda la vida que aún
dando la misma luz, consumirá diez veces menos. Solo las bombillas de incandescencia de vapor de sodio
(esas de color anaranjado de las farolas del autopista) son capaces
en competir en rendimiento con la iluminación LED.
Una vez entendido esto, si vemos un anuncio de una linterna que
indica 400 Lumens, sabremos que ilumina un montón (para ser una
linterna), porque un foco de
los explicados anteriormente ofrece mucha más iluminación que la
mayoría de las linternas (ya) antiguas de incandescencia.
A este respecto conviene aclarar que es normal
encontrar bastantes linternas que utilicen una escala de Lumens
errónea y por tanto engañosa. Como sabemos que el rendimiento en
tecnología LED es parecido, podremos calcular la iluminación a
partir de la potencia eléctrica consumida. De esta forma si le dicen
que la linterna emite 500 lumens y consume 2 watios, puede estar
seguro que la potencia lumínica está por encima del doble de lo que
en verdad entrega. ¿Claro? ... Cosas del marketing.
Sea como fuere entre 50 y 200 lumens "reales", es una buena iluminación para
una linterna, y aunque existen focos de 2.000 y 4.000 lumens lo
normal para linternas de bolsillo de tamaño medio está en un rango entre
los 20 y 100 lumens. Si busca un foco LED que valga para búsquedas
en el mar a modo de "faro pirata" la potencia lumínica exigible no
debe bajar de los 300 lumen y mejor aún si hablamos de 2.000 o 3.000
lumens que es como tener la potencia de 3 bombillas de 100W de
incandescencia antiguas.
Y todo ello es matizable, pues existen muchas linternas equipadas
con una lente convergente que son capaces de variar el tamaño de
cono iluminado de forma muy eficaz concentrando la potencia según
nuestras necesidades lo cual hace que podamos concentrar la
iluminación en una zona muy concreta o por el contrario ampliar el
ángulo del foco para que se ilumine una gran zona.
El alcance
Así de esta forma llegamos a la definición del alcance del foco de
luz que dependerá naturalmente de las condiciones exteriores en que nos
encontremos (niebla, contaminación,…) como de la potencia en lumens
y de la capacidad de concentrar esta potencia en un haz estrecho y
más potente mediante una lente que haga un efecto ‘zoom’.
Muchas linternas ofrecen un ángulo de haz fijo y por tanto no puede
modificarse el campo de iluminación, pero ahora han aparecido muchos
modelos que permiten modificar este ángulo de dispersión de forma
muy eficaz.
La portabilidad
En una linterna tradicional de bombilla de incandescencia, el
consumo es unas 10 veces mayor a su capacidad de iluminar respecto a
las LED y así las
necesidades de baterías eran proporcionalmente elevadas. Ahora en
las LED, además de casi desaparecer el volumen de las bombillas
también se reduce a una décima parte el volumen de las pilas. Algunas son
tan pequeñas
como un dedo y por
tanto fáciles de llevar en el apretado bolsillo de un pantalón
vaquero.
Y las
que no reducen de
tamaño multiplican la
potencia de luz de forma salvaje. Un foco con LEDs de por ejemplo 2x
50 vatios dará tal barbaridad de luz para iluminar, por ejemplo, la
cubierta de nuestro barco, que nos parecerá tener un barco chipironero en vez de uno de recreo.
Incluso las linternas LED más modestas dan una excelente iluminación
y las más pequeñas de solo 5 ó 10 centímetros de longitud que
podremos llevar en cualquier bolsillo, iluminarán perfectamente para
conseguir efectuar cualquier actividad nocturna.
Los materiales de construcción y estanqueidad
La mayoría están fabricadas en aluminio anodizado y por tanto son
ideales para la náutica pues este material se lleva muy bien las
inclemencias marinas al no oxidarse.
Al reducirse de tamaño y ser construidas en aluminio, al final el
peso es también pequeño por lo cual nunca estorban o molestan en los
bolsillos de las cazadoras o sujetas en una funda al cinturón.
A pesar de su peso reducido, ninguna de ellas es flotante y la
perderemos si se nos caer por la borda. Por ello no es mala idea
atarlas algún pequeño flotador si la solemos utilizar para trabajos
de cubierta.
Pero respecto a la estanqueidad la cosa es bien distinta, y si
queremos una linterna LED de buceo capaz de descender a 50 metros de
profundidad los proveedores son menos y especializados
haciendo que el precio sea notablemente más elevado.
El color de los LED
Una gran ventaja de la iluminación LED es la capacidad de entregar
luz monocromática pura gracias a los
nuevos LEDs de tipo RGB. En cualquier caso aunque existen distintos
"tonos" de blancos, la inmensa mayoría de las linternas utilizan
blancos de temperatura 5.000 kelvin y por tanto de aspecto a la luz
que producen los tubos fluorescentes, aunque también existen
bombillas de tonos más cálidos.
Especialmente importante son para la náutica las de color rojo que
no afectan a nuestra capacidad de visión nocturna, y por ello una
linterna tipo frontal con goma para poder sujetarse en la frente con
luz blanca y roja es muy útil para poder ver por la noche sin perder
la visión nocturna y sin quedar deslumbrados.
La luz frontal es un accesorio de gran importancia ya que al margen
de dejarnos las manos libres para trabajar en la noche, nos servirá
de luz de navegación en los desplazamientos nocturnos por la cala.
Los hay de un solo foco, con doble o hasta triple foco y más de
1.000 lumens. Hace un par de veranos estando fondeados en la bahía
de San Antonio y dirigiéndonos a tierra en nuestra auxiliar para
cenar, a punto estuvimos de ser arroyados literalmente por una gran
embarcación de turistas que entraban al puerto de San Antonio a 30 nudos sin
bajar de velocidad. No llevábamos frontal y con la linterna no
pudimos hacer señales para que nos evitaran. ¡A punto estuvimos de
ser pasados por la quilla!
Desde entonces siempre que salto a la neumática por la noche, lo
primero que agarro es el frontal, mucho más útil que cualquier
linterna, pues permitirá, además de dejarnos las manos libres para
manejar el fueraborda, poder dirigir
la luz con la que seamos vistos justo en la dirección en la que se
podría dirigir un posible abordaje. Existen decenas de ellos y lo
que debe buscar en Google o Amazon o ebay es la palabra "headlight"
para encontrar decenas de modelos de todos los precios y
calidades. Pero recuerde la luz led roja que le hará un gran
servicio durante las navegaciones nocturnas, para mirar cartas, o
trabajar en la vela de proa en donde normalmente la iluminación de
cubierta es poco efectiva.
Las funciones de iluminación
Incluso las más económicas ofrecen algo más que el simple encendido
y apagado de las linternas antiguas. El despreciable precio de un pequeño chip en
el "driver" interno de estas bombillas permite que podamos hacer
ajustes de potencia para reducir aún más su consumo, o elegir el
modo flash para poder llamar la atención de algún barco en la
lejanía, o ponerlas a emitir un "SOS" en código morse.
Algunas linternas están dotadas de un segundo led o grupos de leds
capaces de producir luz ultravioleta (como las que veíamos en la
discoteca conocida como luz negra) y que permite "descubrir" colores
en la fauna y flora. Nada útil para la náutica aunque si curioso par
los que bucean o son amantes de la naturaleza.
Algunas linternas LED
Las puede encontrar en eBay, Amazon, o en centros comerciales y
porqué no, también en tiendas de náutica… Algunas marcas son más
prestigiosas y valoran al alza el precio de estos modelos como por
ejemplo la marca Maglite con precios entre los 10 y 80 euros y con
una capacidad de iluminación de entre 50 y 300 lumens. Bushneli
además de linternas ofrece algún producto frontal interesante para
llevar las manos libres y con precios entre los 40 y 60 €. La marca
Clulite ofrece productos aún más potentes y caros que oscilan entre
los 40 y 250 €.
Y luego llegan las más prestigiosas y potentes del mercado como las
NiteCore con potencias de 1000 a 4.000 lumens y precios entre los
150 y 500 €. Otros modelos como la marca Fenix TK61 o RC40, o la
Lenser X21 ofrecen mucha calidad y mucha potencia, pero son
voluminosas y con precios de más de 300 €, y que con sus 7 leds hacen que parezcan para principiante muchas de las demás.
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