Hélices Marinas:
Cómo elegir la hélice más apropiada
¿Qué hacen?
Las
hélices convierten la energía de rotación generada por el motor
en el empuje necesario para el desplazamiento de un barco.
Descontando el diseño de esta, cuanto más grande sea, más
eficientemente trabajará. El problema radica en conseguir un
equilibrio entre este tamaño y la capacidad del motor para
hacerla rotar a su régimen de trabajo idóneo.
Al hablar de hélices, muchas veces la gente
sugiere el símil de un tornillo enroscándose en el agua. A cada
vuelta avanzaría tanto como lo permita el paso de la hélice
(igual que lo hace un tornillo en la madera) suponiendo que el
agua fuera un medio sólido. La eficiencia naturalmente no es del
100% puesto que el agua es un liquido.
Aunque existen muchos tipos de hélices los 2 más
importantes son los que tienen entre 2 y 4 palas y son
principalmente utilizados por motores intraborda con ejes. Las
utilizadas por los motores fueraborda suelen llevar un número de
palas que entre 3 y 6.
¿Como
puede ser una hélice?
Su
tamaño: Queda definido por dos datos; El diámetro total de la hélice y
el paso de sus palas, es decir lo inclinado que están y por
tanto la capacidad de impulsar agua. Estos dos datos son los más
importantes para diferenciar una hélice de otra.
Generalmente un diámetro pequeño se corresponde con un motor de
pequeña potencia, o con un barco diseñado para desplazarse a
mucha velocidad.
El paso de
la hélice se corresponde con el avance teórico que genera la
hélice al girar esta una vuelta. Puesto que el agua es un medio
no sólido y por tanto se producen rozamientos y deslizamientos,
el avance real será siempre a regímenes de funcionamiento
óptimos, algo inferior al teórico.
Materiales
– Pueden ser de muchos tipos, entre ellos de aluminio, acero
inoxidable, bronce, o materiales compuestos. Las hélices en
‘composites’ trabajan bien y no son muy caras. Las de aluminio
son las más utilizadas debido a la gran cantidad de medidas con
que pueden ser fabricadas y las diversas condiciones y
revoluciones con que pueden ser utilizadas. Las de bronce y
acero inox son las que ofrecen las mejores prestaciones y
duración frente al paso del tiempo, y son muy adecuadas para
barcos que se desplacen a mucha velocidad:
Una hélice
perfecta debería pesar lo mínimo, ser lo más rígida posible, no
verse alterada por el entorno marino y poderse reparar con
facilidad. Por todo ello un material muy indicado si no fuera
por su elevado precio y dificultad para trabajarlo y repararlo
sería el Titanio que es totalmente inmune a la oxidación,
liviano y muy tenaz.
|
Peso |
Flexibilidad |
Reparabilidad |
Coste |
Composite |
Bajo |
Media |
No es
posible |
Baja |
Aluminio |
Medio |
Pequeña |
Fácil |
Media |
Acero
Inox |
Alto |
Baja |
Difícil |
Alto |
Bronce |
Alto |
Baja |
Fácil |
Alto |
Existen
distintas aleaciones muy adecuadas para la fabricación de
hélices pero las investigaciones en materiales compuestos son
más que prometedoras. Además de ser totalmente inmunes a la
oxidación y muy livianas, las hélices en "composites" tienen un
comportamiento frente al impacto muy diferente que las de metal.
El daño queda localizado solo en la zona del golpe sin
comprometer todo el eje o la reductora como a veces ocurre con
las hélices de metal.
Número
de palas
En
cualquier hélice es importante tener suficiente superficie de
palas, capaz de distribuir la potencia del motor entre las
distintas palas y por tanto tener una superficie suficiente para
desplazar todo el volumen de agua que la potencia del motor
permita. Tener poca superficie de palas es como poner las
ruedas de un Seat 600 a un fórmula uno. Por mucho que tengamos
un motor muy potente no podríamos aprovecharlo ya que las ruedas
patinarían y no conseguiríamos acelerar el vehículo todo lo que
el motor permitiría. Palas demasiado pequeñas causan ‘cargas’
muy altas, lo que significa que la hélice no es capaz de
absorber toda la potencia transferida por el motor. El
resultado es lo que conocemos como cavitación, vibraciones y en
algunos casos extremos ‘picaduras’ en las palas.
¿Qué es
la cavitación?
Como
acabamos de desvelar, se produce cuando por culpa de girar muy
rápido, o por exceso de velocidad del barco, la presión de la
cara anterior de la hélice (la que está más a proa) decae a
valores muy pequeños. En estas condiciones, en la zona con
depresión se forman burbujas de vapor por culpa del vacío que se
ha creado. ¡El agua verdaderamente hierve pero a temperatura
ambiente! Cuando las burbujas de vapor que se han creado (por
ejemplo en un milisegundo o de forma casi instantánea) salen de
esta zona de la hélice y vuelven a una zona con presión normal,
se colapsan y se condensan otra vez en líquido. Durante el
proceso de condensación este colapso es muy violento produciendo
vibraciones ruidos y pérdidas de prestaciones. La cavitación
puede estropear fácilmente una hélice, mellando sus bordes de
ataque, doblando las palas o picando su superficie.
¿Entonces
si aumentamos la superficie de la pala, podemos disminuir el
diámetro de la hélice? Sí, pero hasta cierto punto ya que
disminuirá la eficiencia cuando nos desplacemos a altas
velocidades. Una hélice de 3 palas es una buena solución de
compromiso que consigue baja carga de palas y un área capaz de
absorber la potencia del motor. Para un mismo diámetro y paso,
al cambiar de una hélice de 3 a otra de 4 palas, normalmente no
es necesario efectuar grandes correcciones en el paso o diámetro
de la nueva. Por ello casi siempre podremos pasar de una de 3
palas a otra de 4 palas sin observar modificaciones en el
comportamiento de la embarcación.
Las hélices
de gran diámetro, las de alta velocidad, o las de palas
plegables (pico de pato) y paso variable requieren estudios
especiales que deben ser afrontados por un experto.
¿Cómo
elegir la hélice perfecta?
La elección
de una hélice es determinante en las prestaciones finales de una
embarcación. El mejor barco con una hélice inapropiada es como
tener un perfecto equipo de música de alta fidelidad y unos
altavoces chapuceros. Un resultado desastroso.
Puesto que
a igualdad de eslora los barcos son utilizados para aplicaciones
muy distintas, existen muchas hélices distintas para una misma
eslora de barcos. La clave fundamental es escoger una hélice que
permita trabajar a los motores a su régimen optimo de trabajo. Las revoluciones alcanzadas al abrir gases a fondo deben caer
dentro del par máximo alcanzado teóricamente por el motor. El
conocido como "wide open throttle" (WOT) debe pues caer en un
régimen de revoluciones idóneo y característico para cada motor
y puede ser conocido en su manual de utilización. Dependerá en
gran medida de si se trata de un motor gasolina o diesel.
¿Cuándo cambiar de hélice?
Obviamente
si está hecha polvo. Pero si las prestaciones conseguidas son
muy inferiores a las que en teoría debía conseguir, piense
también en sustituirla. Aproveche para elegir una de acero inox
si su bolsillo se lo permite.
Una hélice
bien escogida debe permitir alcanzar el régimen de revoluciones
a máximo de gases (WOP) en la zona de la curva en donde el motor
entrega el máximo de potencia. El paso de una hélice y las
revoluciones están inversamente relacionadas: Al incrementar el
paso se reducen las revoluciones que el motor es capaz de
alcanzar. Podemos tomar como referencia que un cambio de un
grado en el paso de las palas modificará unas 200 rpm el régimen
del motor. Por tanto si su motor no es capaz de alcanzar a tope
de gases (WOP) las revoluciones a las que el motor entrega su
máxima potencia, piense en reducir el paso de la hélice en
tantos grados como sean necesarios.
Por ejemplo
su motor intraborda ofrece el par máximo a 2800 rpm, pero con la
palanca a fondo, el motor solo alcanza las 2200 rpm (suponiendo
que no es un problema de mantenimiento de filtros o mal estado
del motor) entonces deberíamos cambiar la hélice por una de 3
grados menos de paso.
En vez de
ajustar el ángulo de palas es posible jugar con el diámetro de
la hélice. Si tenemos que aumentar el ángulo, podríamos aumentar
el diámetro de la hélice dejando el mismo paso, y por el
contrario, en vez de disminuir el ángulo, podríamos bajar el
diámetro.
¿Entonces que debemos hacer?
Depende de cómo deba trabajar el barco en términos generales.
Escogeremos un paso pequeño para sacar esquiadores del agua de
forma eficaz y por tanto conseguir potencia a baja velocidad.
Sin embargo para altas velocidades deberíamos quedarnos con un
paso mas fuerte y en consecuencia no excedernos en el diámetro
de la hélice.
Un yate de
desplazamiento requiere maximizar la eficacia de la hélice a
bajas velocidades y deberán escoger por tanto pasos bajos y
diámetros grandes. Esto mismo le ocurre también a un velero,
salvo que cuanto más grande sea el diámetro también más
resistencia creará al navegar a vela... De modo que las
soluciones son siempre de compromiso. En un velero la hélice
plegable de gran diámetro en ‘pico de pato’ es una solución muy
buena, salvo por su precio y por ser más delicadas y por tanto
requerir más mantenimiento. De nuevo aparece el compromiso...
Las hélices
con "topes de extremos" tienen una forma afilada en los
extremos de las palas que permite cortar el agua de forma más
eficiente a altas velocidades, permitiendo a los barcos
planeadores alcanzar mayores rendimientos en su máxima potencia,
y ahorros en consumos a mucha velocidad. Actúan igual que los
‘wind-tips’ de las alas de los aviones que son esas
terminaciones que tienen en los extremos las alas por ejemplo de
los Airbus. Este tipo de hélices es muy adecuada para motores
con "power trim", al poner la hélice a trabajar eficazmente
cerca de la superficie del agua y reducir la cavitación.
Artículos relacionados:
-
¿Por qué empujan las
hélices?
-
Vibraciones debidas a
las hélices
-
Hélices 3 ó 4 palas
¿Cuál es la mejor opción?
-
Hélices de bucle cerrado
-
Cuidado con la hélice
-
El empuje lateral de
las hélices
-
Girar sobre si mismo
con el empuje lateral de la hélice
-
La limpieza de la hélice
-
Reparar una hélice
dañada
-
Instalar una hélice de
proa
-
Inversora - Reductora
-
Power Lift; como
mejorar las prestaciones de su fueraborda
-
Mejora las
prestaciones de tu lancha
-
Propulsión cicloidal
-
Motores marinos: el
Par Motor y la potencia
-
El rendimiento de un motor
-
Hélices frente a las ruedas de paleta
-
Lección 8: La
Propulsión del buque
|