Capota
Antirrociones; todo lo que ha de saber
En el verano
del año 94, salimos desde Valencia
rumbo a las Baleares, tras cargar provisiones y prepararlo todo.
Por la noche las condiciones en la mar pronto pasaron a marejada
con fuertes rociones que saltaban sobre la cubierta.
El estado de ánimo era estupendo.
¡Empezaban las vacaciones! Ceñíamos hacia Ibiza, cuando de
repente, una ola más grande que las demás, golpeó la amura de estribor de nuestro Jeanneau Symphonie
lanzando blancos rociones, que mojaron a Maite.
Sin más,
entró en el salón y al cabo de unos 5 minutos volvió a la bañera
totalmente cambiada, algo más abrigada para la noche y de nuevo
con la sonrisa en la boca
dispuesta a
seguir disfrutando de la enérgica navegación...
No pasaron
más de 5 minutos y mientras se tomaba un jugoso bocadillo, otra
potente ola aún más fuerte que la anterior, proyectó una
auténtica cortina de agua, que aterrizó de nuevo... sobre Maite
y su bocadillo, dejándola
literalmente
empapada. Su alegre gesto se tornó en un rostro a medio camino
entre el enfado y la frustración.
Y sin decír
ni pío, desapareció por la escalera que baja al salón, para no
volver a dejarse ver por cubierta en toda la noche...
La capota antirociones
Huelga decir que
aquel barco de alquiler no
llevaba capota anti-rrociones y que las vacaciones hubieran
empezado mucho mejor, al menos para ella, con solo disponer de
este estupendo accesorio. Es importante conocer cómo son, como
montarlas, saber
tensarlas y guardarlas para que duren muchos años y siempre
estén a nuestra disposición.
Hace años, llevar una capota era
considerado algo impropio de un buen marinero, por entorpecer
las maniobras, afear el barco, y generar rozamientos. Todo ello
innecesario para los puristas de los veleros de
crucero. ¡Menudo disparate!
La verdad es que la capota anti-rrociones ayuda mucho durante la navegación con mala mar, ya
que protege del agua y también del molesto viento frío. Con ella
es posible salir a vigilar la marcha del barco o permanecer
protegidos bajo ella por tiempo fresco, sin tener que poner cara
de perro y gesto de mala “uva”.
Las capotas bien dimensionadas se prolongan sobre la bañera
creando una extensa zona de protección. Y con ello, todos los
tripulantes andan mejor y son más felices, haciendo que podamos
salir a navegar más días al año.
Incluso es perfectamente planteable su
instalación en barcos puramente regateros a condición de que se
puedan desmontar sin esfuerzos, y dejar en tierra durante las
carreras. Pero incluso en alguna regata, si las condiciones son
muy malas, puede merecer la pena llevarla, ya que las ventajas y
el confort que aportan serán mayores a las pérdidas en
aerodinamismo o dificultad para hacer algunas maniobras.
Normalmente están fabricadas con una
estructura de tubos en inox y de un toldo acrílico al que se
cose un plástico transparente que suele ser PVC para que haga
las veces de ventana transparente. Recientemente han aparecido
estructuras en tubo de aluminio que son ligeros aunque más
débiles y fáciles de doblar.
En los toldos se empiezan a
utilizar otros tejidos como el acrílico impregnado en PVC
(llamados tejidos composites) que aguantan más y soportan mucho
mejor el envejecimiento.
Pero la clave está en las ventanas.
Para ellas se pueden utilizar varios materiales al cual más
transparente, pero desgraciadamente también más frágil y caro.
Con el Strataglass la apariencia será casi la un cristal, pero
soporta muy mal el plegado e incluso el enrollado, además de ser
muy caro. El PVC normal aguanta bien el plegado pero es menos
translúcido y mucho más barato.
Debemos escoger una capota con ventanas
practicables y que se puedan enrollar antes del plegado, para
que duren mucho más. Además cuando las condiciones meteo sean
buenas podremos abrir la ventana y dejar que circule la brisa
por la bañera.
Existen diversos fabricantes pero
seguramente la referencia es el fabricante NV, auténticos
especialistas con más de 1.500 referencias de diferentes
astilleros. Si es usted manitas, podrá montarla usted mismo,
pero solo para "bricos" más avanzados ya que el trabajo, aún no
siendo necesario una ingeniería, es delicado y no admite errores
so pena de perforar innecesariamente la cubierta del barco. En
cada agujero debemos utilizar poliuretano como sellante antes de meter ningún tornillo. Lo más importante es
fijar en el lugar correcto el rail que recibirá la base de la
capota, ya que una posición incorrecta se traducirá en pliegues
y arrugas antiestéticas. Ante la duda contrate a un profesional
y no se la juegue.
Los precios
Variarán mucho lógicamente con la eslora
del barco y entre diferentes fabricantes, pero como referencia
podremos apuntar que para un 40 pies su precio deberá estar
entre los 2.000
€ y los
2.500
€, mientras
que si nuestro velero es de por ejemplo 30 pies el precio estará
más en el entorno de los mil y pico euros con los
correspondientes inox.
Si decide armarse de valor y hacerlo usted
mismo, sepa que el coste final será menor, pero el
resultado final distará mucho de ser perfecto y que tardará un
número de horas totalmente impredecible. Para que pueda calcular el
coste de materiales, por si necesita realizar alguna reparación
aquí le ofrecemos una aproximación de precios en bruto: Tubo de
acero Inox de 25 milímetros 10
€/metro. Tubo
de aluminio 20 milímetros 16
€/metro. Plástico transparente PVC de 1 milímetros
37 €/metro cuadrado. Strataglass de 0,75 milímetros =
150 €/metro
cuadrado. Toldo acrílico = 25
€/metro cuadrado.
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Lo más problemático es siempre el
envejecimiento del plástico transparente. Cuantas veces paseando
por los puertos vemos esos barcos con las capotas plegadas y las
ventanas amarillentas casi opacas y de aspecto casi deplorable.
Con un buen uso y mantenimiento la capota puede aguantar
tranquilamente una decena de años sin necesidad de sustituir los
toldos o los PVCs. Los tubos a cambio son casi eternos y en
cualquier caso si la cuida bien, aclara el salitre después de
navegar y durante el invierno guarda la lona protegida del sol,
en sitio seco y sin plegar, conseguirá una vida más prolongada.
Estando montadas, lo mejor es mantenerla tensa que para
eso ha sido diseñada. No afloje sus cinchas pensando que las
hace un gran favor. Todo lo contrario. Las ventanas se
estropearán más rápidamente y perderán transparencia. Tire de
las cinchas con fuerza y manténgalas con su tensión. Cambiar las
ventanas transparentes, de la capota regalará una segunda vida a
su protección anti-rrociones.
Velería Fondear
"Renueva el aspecto
de tu capota"
Telf: 670 99 90 90 |
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