Binoculares
Marinos
¿Cómo funcionan?
Los binoculares utilizan una combinación de
lentes y prismas para agrandar las imágenes. Las lentes
encaminan la luz y permiten enfocar la imagen ampliada en nuestros ojos. Los prismas permiten que las imágenes que llegan
hasta nuestros ojos provengan desde ejes mas separados que
nuestros dos ojos, aumentando la sensación estereoscópica o de
relieve de lo que vemos.
Cada binocular queda definido por un producto de dos números
como por ejemplo 7x50 que significaría en este ejemplo, que son
capaces de ampliar 7 veces la imagen y que el objetivo es de 50
milímetros de diámetro. Cuanto más diámetro tenga el objetivo
más luz llegará y por tanto mejor serán sus prestaciones con
baja iluminación y condiciones de penumbra.
Cuanto más se amplía la imagen más se reduce el
brillo de esta y por tanto más diámetro necesitaremos para
seguir observando con la misma luminosidad. De poco nos valdría
un diseño que tuviera 40x50, ya que ampliaría mucho, sí, pero no
veríamos ni media castaña al quedar la imagen muy oscurecida.
Construcción Waterproof
No solo es importante por si se nos caen al agua
(y flotan!). También evitarán que se empañen en caso de nieblas.
El cambio de temperaturas en el interior del binocular puede
causar que el vapor de agua se condense en el interior de las
lentes y prismas, impidiendo su utilización. Por esta razón, los
buenos binoculares son impermeables y además dentro de ellos en
vez de aire (que puede tener siempre algo de vapor de agua)
tienen gas nitrógeno que no condensa ni sufre combinaciones con
otros elementos, al ser bastante estable.
El
Brillo
La luminosidad de un binocular dependerá como ya hemos visto del
diámetro del objetivo por donde entra la luz. A más diámetro más
luz captada y más brillo en la imagen final conseguida. Pero
también intervendrá la calidad del cristal empleado para
fabricar las lentes. Por último los aumentos serán decisivos
para obtener la luminosidad final. Si de toda la luz que entra
en la lente y que corresponde con una sección determinada del
horizonte visible, solo utilizamos un detalle muy pequeño por
haber ampliado mucho, la luz correspondiente a esa pequeña zona
del total de la imagen será la que llegue finalmente al ojo y es
pequeña en relación con toda la que entró por el objetivo.
Calidades
aparte, lo que realmente interesa por tanto en un binocular es
el diámetro de la lente, o lo que es lo mismo: La cantidad de
luz que la lente es capaz de recoger y que es proporcional a su
superficie (pir2). Pero cuanto más grande sea un objetivo, más
pesará, más difícil será su fabricación, más caro resultará y
más molesto será de manejar.
Por
ejemplo, unos prismáticos de 7x50 tendrá una luminosidad de 50
(consulte la fórmula), mientras que unos de 8x23 tendrán una
luminosidad de 8,2. Esto quiere decir que con los últimos,
aunque amplían un pelín más, no seremos capaces de ver nada en
cuanto la luminosidad del día se estropee.
La
calidad de la óptica
No hemos hablado de ella pero es fundamental. Una lente bien
pulida evitará defectos y aberraciones que afectarán al la
calidad de la imagen. Las lentes tienen de forma muy molesta a
desviar de forma un poco distinta cada color de la luz. Por ello
se forman halos de colores en las instrumentos ópticos de baja
calidad. Para evitarlo, se utilizan lentes tratadas con
distintos aditivos (como óxidos de metales) que consiguen
finalmente que los distintos colores de la luz se enfoquen en un
mismo punto. De esta manera se evita la llamada ‘aberración
cromática’ y se consiguen imágenes más definidas y nítidas.
Una
combinación de lentes baratas perderán por el camino hasta la
mitad de la luz que entra por el objetivo, mientras que una de
buena calidad solo perderá un 25%. Los de mejor calidad (y muy
caros) llegan a transmitir hasta el 95% de la luz captada!
Demasiada ampliación
En un barco el horizonte se mueve más que en tierra firme, por
ello cuanto más ampliada sea la imagen de los prismáticos, más
difícil se hará la tarea de mantener fijo lo que queremos
observar. Hasta el punto, que con unos prismáticos de más de 7
aumentos, puede ser una pesadilla intentar observar algo y
pretender que se quede quieto. Si necesita más de 8 aumentos
piense en adquirir el último grito en binoculares; Los de
estabilización digital de la imagen.
Ajuste
de foco
Al enfocar
con unos prismáticos puede que un ojo no quede tan bien enfocado
como el otro. Esto se debe a que casi todos nosotros no vemos
igual con ambos ojos y es posible que tengamos alguna diferencia
de dioptrías entre ellos. Por ello todos los prismáticos tienen
una ruedecita en el visor que permite ajustar el enfoque y
permitir por tanto enfocar perfectamente los dos ojos.
El
compás de marcación
Algunos
binoculares llevan construidos dentro del sistema un compás que
muestra la marcación en grados de la imagen que estemos
observando. Incluso puede estar iluminada para conseguir
observarla cómodamente en observaciones poco luminosas. De esta
manera podremos tomar una marcación de un objeto alejado que de
otra forma no conseguiríamos distinguir. Es una ayuda muy cómoda
para la navegación.
Estabilización de imagen
Son muy
pocos los binoculares que incluyen esta increíble tecnología.
Hacen posible observar un objeto lejano sin que nos tiemble su
imagen. Permiten manejar mayores ampliaciones. Para ello tienen
un sistema muy complejo electrónico que digitaliza la imagen
cada pocos milisegundos, se fija en un punto de ella y la
compara con ese mismo punto en la siguiente muestra. Si el punto
fijado se ha movido, deforma mecánicamente mediante unos
diminutos electroimanes el sistema óptico, para que la nueva
imagen vuelva a coincidir con la anterior! El resultado es la
desaparición total del temblequeo de imagen que hace muy molesta
la observación sobre todo a partir de ampliaciones mayores a x7.
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