En otros artículos hemos descrito el proceso electroquímico por
el que estas piezas metálicas, conocidas como ánodos de
sacrificio protegen las partes metálicas de nuestro barco, tanto si se trata
de evitar la oxidación del casco de un barco de acero, como la
de un termo de agua caliente instalado en un barco de fibra.
Ahora vayamos "al grano" y
conozcamos que modelos tenemos disponibles para cada barco y
aplicación. Todos ellos disponibles en Fondear tienda.
La idea de este artículo es
conoces y explicar qué ánodos vamos a necesitar para qué elementos
y sobre todo, dar una solución adecuada a cada barco a cada
sistema, a cada aficionado, con medidas, formas, disponibilidad
y precio.
La oxidación no es más que una
reacción química en la que se crea una pila que genera electricidad,
y como en toda pila, esto genera una oxidación y desgaste. El truco
de los ánodos consiste en meter en la "ecuación" una pieza de
sacrificio que se oxide más fácilmente que lo que queremos protege.
Así "engañamos" al enemigo, durante la inevitable reacción
electroquímica en ambientes de oxidación como es el entorno marino.
El barco a proteger actuará así como cátodo dejando que el ánodo de
sacrificio atornillado actué como el ánodo que es siempre el que se
desgasta en estas reacciones electroquímicas.
Los ánodos de sacrificio son
necesariamente de metales más "activos" y con el potencial galvánico
más electronegativo que el del metal a proteger. Casi siempre son de Zinc,
Aluminio o Magnesio. Muchos ánodos de sacrificio, especialmente en
los motores fueraborda, son de una aleación de aluminio, y en las
listas de referencia que ofrecemos viene identificado por la letra
‘A’ al final de la referencia.
Ya lo sabemos, pero no está de más
recordar, que los ánodos de sacrificio NO deben ser pintados de antifouling o con pinturas si están en otros lugares. Si están
cubiertos de mucha oxidación, conviene rascarlos para dejar el
material metálico del ánodo libre y que puedan trabajar con máxima
eficacia. Si al sacar el barco del agua vemos que hemos perdido en
torno a la mitad de la masa inicial, es bueno pensar en su
sustitución.
¿Se forma una pila de verdad?
Y de una corriente para nada
despreciable… Si vamos a las tablas que ofrecen los mayoristas de
materiales de protección, leeremos que para producir una corriente
de 1 amperio durante por ejemplo 1 año de protección, necesitamos
11,2 Kilos de Zinc. Y si buscamos en la Wikipedia, veremos que el
Zinc en el agua salada del mar, es capaz de producir una energía
eléctrica de 780 Ah por cada kilogramo de zinc.
¡Clavado! pues 780 Ah en un año dan
una energía diaria de 780Ah/365 días = 2,14 Ah/día. O a cada hora,
de 2,14Ah/24 horas=0,089 Ah/hora = 0,089 Amperios de corriente
continuada y continua. Que multiplicados por 11,2 Kilos = 1 Amperio de corriente.
¿Me sigue? Y si no da igual, pero tenga siempre ánodos en
condiciones en su barco...
Lo interesante de todo esto es que el
aluminio es capaz de entregar unos 2000 Ah/kilo, casi triplicando en
teoría, la capacidad de producir corriente antes de que se agote,
respecto al zinc, y esto es un factor muy importante a la hora de
elegir el material para un ánodo. Por tanto recuerde que no todos
los ánodos son de zinc y de hecho muchos son de aluminio.
Cada ánodo para su protección
Empecemos por ejemplo por el termo
del agua caliente del barco. Son muchos aficionados los que
desconocen que existe un ánodo de sacrificio con forma de barra
cilíndrica, que debemos sustituir y atornillar en su interior
pasados unos años, y por desgracia no es del todo evidente tal
sustitución. Pasados unos años, cuando el ánodo ha desaparecido, el
ataque por oxidación se generará contra el calderín normalmente de
acero inoxidable, formándose un poro microscópico por el que
comenzaremos a tener pérdidas de agua. Detectaremos agua dulce en
la sentina cada vez que dejemos encendido el grupo de presión de
agua. En otros casos es la resistencia eléctrica la que sufre la
avería al quedarse derivada. Así es como se estropean los termos y
cómo podemos protegerlos por poco dinero…
En el eje de las hélices del
propulsor de proa o popa que utilizamos en las maniobras, también
encontramos ánodos de forma semiesférica y normalmente de material
aluminio, para proteger el eje y los mecanismos metálicos que
transmiten la potencia desde el motor eléctrico.
Todos los ejes de transmisión
del motor principal llevan uno o varios ánodos de sacrificio, con
diferentes formas. Algunos ovalados y montados en dos piezas
permiten proteger el mismo eje de transmisión. La mayoría de estos
ánodos de sección troncocónica se atornillan en el extremo del eje
de propulsión mediante un tornillo allen, que debemos comprobar
cuando saquemos el barco del agua para hacerle fondos.
Los sistemas de transmisión "SailDrive"
llevan otro tipo de ánodos para proteger unas mecánicas más
complicadas y susceptibles de fallos.
En los barcos de acero
encontraremos ánodos de sacrificio con forma de discos, óvalos o
placas, o barras que atornillamos o soldamos directamente a la pala
del timón, la quilla o las amuras. Algunos están pensado para
proteger los flaps metálicos o las colas intro fuera borda.
Para cada fabricante de motor
fueraborda o intraborda existen un buen número de tipos de
ánodos que protegen la cola, la transmisión o el cuerpo del propio
motor y de formas tan variadas como variopintas.
Busca el ánodo que
necesitas y dinos su referencia
Ánodos: barras de Zinc
Son de uso múltiple pero también
específico para proteger el deposito en inox de los termos de agua
caliente de los barcos. Tenga por seguro y lo digo por mala
esperiencia, que si no lo sustituye, es cuestión de tiempo y acabará
tirando el termo pues la falta de protección acabará produciendo un
poro o muchos al principio microscópicos, por los que el agua
presurizada en el interior del depósito escapará de forma fina como
si se tratara de un inyector y detectará agua en la sentina sin
saber de donde proviene...
Ánodos para colgar
En algunos barcos especialmente si
necesitamos proteger alguna pieza metálica no conectada con la
'masa' y resto de elementos metálicos del barco, podemos utilizar
este tipo de ánodos formados por una pieza de metal de desgaste
unido por un cable metálico hasta el barco que debemos conectar a la
pieza o zona del barco a defender.
Ánodos para Hélices de
proa
La hélice de proa, aunque ella suele
ser de plástico o algún material compuesto, está formado por un
montón de piezas metálicas que en agua salada tenderán a oxidarse y
muy rápidamente si además existiera una corriente galvánica que
derivara amperios a este mecanismo. Por esta razón cualquier hélice
proa está protegida por uno o más ánodos que debemos revisar y si es
necesario cambiar en el momento de hacer varada. Es muy fácil de
cambiar con una sola llave allen y muy económicos.
Ánodos para ejes
El eje del barco es una barra de acero
inox (normalmente) que gira soportado por un rodamiento encajado en
lo que se llama codaste y conectado a su vez a la hélice también
metálica y por tanto susceptible de poderse oxidar o deteriorar
rápidamente en presencia de corrientes galvánicas. este tipo de
ánodos de diferentes diámetros están formado por dos piezas que
abrazan el eje y quedan fijadas entre sí mediante dos o 4 tornillos
generalmente allen.
Otros modelos muy utilizados son los
que se encajan con un enlace cónico al final del eje y quedan
fijados por un tornillo allen. Es bueno poder una arandela partida
de presión para evitar que se afloje el tornillo y perdamos anodo y
quizás también la hélice. El tornillo podemos lubricarlo con un poco
de grasa para que la próxima vez que nos toque sacar este ánodo no
tengamos que pelearnos excesivamente con la llave allen.
Ánodos para timón y flaps
Los hay con forma de disco, avalados o
bloques, especialmente cuando se atornillan a los deflectores de
flaps en donde la resistencia hidrodinámica no tiene mucha
influencia con la forma de ánodo que utilicemos. Recurriremos a
utilizar ánodos en los timones cuando estos sean metálicos.
Ánodos para cascos
Igual que en el caso de los timones,
estos ánodos se utilizan sobre todo con cascos metálicos o en las
quillas de acero colado de los veleros en las que a veces se fijan
mediante tornillos o simplemente son soldados para asegurar un buen
contacto y fijación con la masa metálica.
Ánodos para timón
Los hay con forma de disco, u
avalados. Recurriremos a utilizar ánodos en los timones cuando estos
sean metálicos y la masa de ellos empleada dependerá de la
superficie a proteger.
Ánodos para motores según
marcas
Cada marca y para cada tipo de motores
existen infinidad de tipos de ánodos que normalmente se encuentran
en las casa oficiales eso aí a precios un 'poco' más fuera de lo que
quisiéramos pagar por ellos. Son para sail-drive, o motores
fueraborda, o colas Z-drive, cada tipo con sus propias dimensiones y
características.
Haz click en cada marca para buscar
los tipos de ánodos apropiados para tu motor, o sigue bajando hasta
alcanzar los que correspondan con tu barco.