Ojo con las bridas de nylon
Las bridas de
plástico, por mucho que sean de nylon no son nada recomendables al
exterior. Es muy normal encontrar en la jarcia algunos elementos
sujetos con bridas de nylon. Sin ir más lejos, muchos barcos llevan
fijados con bridas de nylon el obligatorio y perfectamente inútil
reflector tubular de radar encaramado en algún obenque cerca de las
crucetas.
Pues sepa usted
que le quedan meses antes de perder tan estúpido artilugio, que no
es capaz de reflejar para nada, la señal de ningún radar o radiación
de microondas, que es lo mismo. Por ello la perdida no será
importante… hasta que tenga que pasar su próxima ITB, y en tal caso
sugerimos pegar y pintar un par de tubos de “redoxón” y contarle al
inspector que eso de allí arriba es el reflector, que para el caso
es lo mismo. Lo mejor es comprar un reflector de radar de los que
verdaderamente funcionan y no se sujetan con bridas, tipo
“Echo-max”o “Lens-Ref” y otros por el estilo.
Lo relevante para
este artículo, es que todo lo que usted fije en cubierta con bridas
de nylon por gruesas que estas sean, tienen los meses contados. Al
cabo de un par de años o a lo sumo tres, los UVA habrán "frito"
literalmente el plástico y, sin remedio
se partirá en trocitos como si de una frágil porcelana se tratara.
Doy fe de ello. Ya
hemos perdido además del inútil reflector, algunos otros pequeños
accesorios. Las bridas son muy utilizadas para sujetar los cables
eléctricos que salen del pulpito a las luces de proa y demás
instalaciones como la antena del GPS y demás. Lo mismo ocurre. Al
cabo de un cierto tiempo esa sujeción no valdrá para nada, pero en
este caso no se pierde nada y por tanto o bien podemos poner una
brida nueva o utilizar un par de vueltas en hilo de inox para
rematar el asunto para siempre. Huelga decir que el inox le evitará
perder el reflector del obenque y asegurar cualquier elemento
previamente fijado por las susodichas bridas.
Bridas
al interior
Y que conste que
para nada renegamos de la utilización de las bridas de nylon.
¡Menudo invento! En el interior del barco al resguardo del sol y sus
temidos rayos ultravioletas, son
eternas y enlazadas unas con otras nos pueden resolver papeletas de
última hora. Incluso en el exterior, siempre y cuando seamos
conscientes que su vida es limitada a unas decenas de meses.
Un asunto de grilletes
Mosquea llegar al
barco y comprobar como uno de los gruesos y caros grilletes inox que
sujetan las amarras con los muelles y cadenas al bolardo, ha
desaparecido. Lo primero que uno piensa es en la cantidad de
chorizos cutres que andan sueltos por los náuticos…
¡Pero no! Lo
cierto es que con la acción de viento y movimiento del grillete
junto con las continuas dilataciones y enfriamientos nocturnos, el
dichoso eje del grillete tenderá a aflojarse y acabará por perderse
en la primera temporada. ¿Solución? El querido hilo de inox. Basta
pasar un par de vueltas por la perforación de su eje y rematarlo
dándole unos apretones al hilo con los alicates, para resolver el asunto para
siempre jamás.
El hilo de inox
como buena aleación inoxidable que es, estará siempre limpio y sin
trazas de oxido. Nos valdrá para sujetar, apretar y reparar todo lo
que pueda ir apareciendo en el barco a medida
que naveguemos. ¡No lo deje en tierra!
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