Aunque con luz se ven todos los barcos por igual, a
los ojos del radar el barco de fibra de vidrio permanecerá invisible
mientras que uno metálico aparecerá como un manchón grande en la
pantalla. Las ondas del radar son como la luz que vemos pero de
menor energía al ser también de menor frecuencia.
Objetos metálicos
Los objetos de metal son visibles por las ondas del
radar porque estas ondas son reflejadas al chocar con el objeto
metálico. La parte del campo eléctrico de la radiación radar queda
cortocircuitada al topar el metal ya que el metal es conductor de la
electricidad. Por esta razón la radiación no puede seguir avanzando,
por lo que no tiene más remedio que ser reflejada como si fuera un
espejo. La luz hace lo mismo al llegar a un espejo, y en la fina
capa metalizada del espejo, la luz rebota al ser cortocircuitado su
campo eléctrico.
Objetos de plástico o no conductores
Cuando vemos un objeto lo que ocurre es que el rayo
de luz que lo ilumina choca con los átomos del objeto y estos se
ponen a vibrar debido al ‘golpetazo’ lumínico. Los átomos en estado
excitados vuelven al equilibrio emitiendo un fotón en cualquier
dirección aleatoria. Es lo que llamamos difusión de la luz. Es
justamente este fotón emitido el que vemos cuando llega a nuestros
ojos.
Pero las ondas de radar no tienen suficiente energía
para poner a vibrar los átomos de la materia, y por tanto pasan de
largo por entre sus átomos como si no existieran. Lo mismo ocurre
con un cristal transparente y la luz. Los átomos del cristal están
tan firmemente sujetos los unos a los otros en su retícula
cristalina, que la energía de la luz no es suficiente para
excitarlos. La luz pasa a través del cristal haciendo que nos
parezca transparentes e invisibles.
Medición Radar
Pero bajando al terreno practico, hemos de decir que
el reflejo radar depende de varios factores, como son las
condiciones meteorológicas, la potencia del radar, la distancia al
objeto a detectar o la superficie expuesta al eco.
El reflejo del radar llamado RCS del anglosajón Radar
Cross Section, se mide en unidades de m2, y compara el eco producido
en el objeto a detectar, con la superficie aparente de una esfera
metálica que produzca el mismo reflejo. Se compara con el de una
esfera, para que sea cual sea la dirección de incidencia, el reflejo
sea siempre el mismo. Una superficie plana bien dirigida hacia el
emisor es capaz de reflejar unas 1000 veces más de energía que la
esfera de misma superficie.
Los radar marinos funcionan en una frecuencia de
microondas conocida como ‘banda X’ correspondiente a la frecuencia
de 9,4 Gygahertz (un giga hercio es una frecuencia que oscila a mil
millones de ciclos por segundo), por lo que tienen un tamaño de
ondas de 3 centímetros (300000000metros/9.4 x 109= 3).
Pero también funcionan en otra banda conocida como la ‘banda S’ a 3
Giga hercios con ondas de unos 10 centímetros de longitud.
¿Qué es un Giga Hercio?
Un Giga Hercio
es una frecuencia que oscila a mil millones de ciclos por segundo.
La velocidad de la luz en el vacío es de trescientos mil kilómetros
por segundo, ósea 30.000.000.000 centímetros por segundo. Por esta
razón las ondas que oscilan 9,4 Ghertz tienen un tamaño de ondas de
30.000.000.000 /(9,4 x 1.000.000.000), es decir 3,19 centímetros.
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Estos nombres de bandas electromagnéticas utilizadas
por el radar provienen de la época militar en la que se inventó el
radar durante la 2º guerra mundial. Correspondían a nombres secretos
utilizados por el ejército Británico.
Los grandes mercantes utilizan radares que trabajan
en ambas bandas, mientras que los pequeños y más económicos
utilizados en los barcos de recreo solo trabajan en la banda X que
al tener una onda más pequeña tiene mayor poder de resolución, pero
a cambio son más sensibles a las perturbaciones meteorológicas como
la lluvia y la niebla, o a las condiciones de la mar con grandes
oleajes. La banda S tiene mucho más alcance y no está tan
influenciada por las condiciones climáticas. A cambio las imágenes
tienen menor nivel de detalle.
La RCS de un velero típico de 10 metros de eslora
tiene el valor 2. El de un coche de metal puede alcanzar el valor
10, el mismo que para un yate de unos 15 metros de eslora. Un avión
de pasajeros tiene un valor de 125 y un gran mercante es un
verdadero espejo al radar, alcanzando una RCS de 15.000.
En la banda X un radar prácticamente no vera nada con
valores de RCS inferiores a 2, de modo que imagínese la visibilidad
de una pequeña lancha de 5 metros de eslora que tiene normalmente un
RCS de 0,05… Es virtualmente invisible al radar. ¡Peor aún! La
sensibilidad del radar decrece con el cuadrado de la frecuencia en
la que trabaja el radar, de modo que la banda S utilizada en los
mercantes en alta mar es mucho menos sensible y del orden de 10
veces menos detectable que la banda X de los barcos de recreo.
Lo suyo es alcanzar un RCS de al menos un valor 10 m2
para que podamos asegurarnos un mínimo de posibilidades de ser
visibles a los demás. Y esto no piense conseguirlo ni en broma con
los típicos cilindros reflectores de radar que Marina Mercante nos
obliga a colocar sujetos a un obenque en lo alto del mástil.
No valen casi para nada, o quizás sí, con ellos
navegamos más tranquilos. Esté atento y no se confié.
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