Navegamos en
noche cerrada, y desde hace un rato observamos con preocupación una
luz en el horizonte que cada vez parece estar más cerca. La demora
se muestra tercamente constante. La preocupación es grande. Encendemos el radar y efectivamente vemos un reflejo
nítido en la pantalla. La distancia medida gracias a los círculos
concéntricos baja minuto a minuto y la demora sigue
siendo constante… Parecemos estar en rumbo de colisión. ¿Cuando
cambiaríamos de rumbo?
Por la noche,
"todos los gatos son pardos" y en la mar no es nada fácil entender
lo que está pasando. Una luz siempre en el mismo sitio pero
aumentando de intensidad es más que preocupante. Al navegar por la
noche en una zona con mucho tráfico de mercantes, el radar ayuda
mucho, pero si además podemos utilizar MARPA, el agobio desaparece
al instante. La situación pasa a estar perfectamente bajo control.
2 ó 3 millas puede
parecer mucha distancia, pero ante un mercante de varios cientos de
metros desplazándose a 20 nudos, este trecho se convierte en una
distancia muy preocupante, especialmente por la noche al ser
complicado interpretar las luces de cubierta de estas enormes
embarcaciones.
Se producen
situaciones engañosas que incluso el radar no consigue aclarar del
todo en zonas de mucho tráfico. Por ejemplo, al navegar desde Baleares a la
península, cruzaremos la ruta de muchos mercantes. El radar nos
permite detectar los barcos incluso antes de verlos en el horizonte.
Pero como nosotros llevamos una velocidad y rumbo y el mercante otro
diferente, se hace complicado decidir el cambio de trayectoria y
velocidad para evitar el riesgo de colisión. Cuando vemos que la
demora observada se mantiene tan constante
como la que vemos en la pantalla radar, la cual nos confirma un
rápido acercamiento, es normal ponernos nerviosos y no tener claro
que hacer para evitar el peligro. ¿Debemos subir de velocidad o
reducirla, caer a babor o a estribor? Y claro, si vemos 6 ó 7 luces
de barcos en el horizonte, el agobio será mayúsculo. Cuando faltan pocas
millas para una posible colisión y la demora no varia por mucho que
lo deseemos, te llegas "a poner de los nervios"!
Interpretar la
pantalla de radar
Saber interpretar
los ecos es bastante sencillo aunque pudiera parecer confuso las
primeras veces. Lo que importan son los ecos persistentes. A cada
vuelta de la antena, veremos como la mayoría de los puntos
observados en la pantalla cambian por otros nuevos. Son reflejos
aleatorios de las olas y la superficie del mar. Cuando un punto
persiste en la misma posición de la pantalla, es cuando debemos
tenerlo muy presente. Los rádares modernos los pintarán en otro
color, indicando que son importantes y por tanto dignos de ser
considerados con mucha atención.
Aunque existen
muchos botones en el radar y opciones para ajustar la ganancia y el
filtrado de la señal recibida, la opción por defecto ofrecida por el
aparato se muestra la más efectiva en la mayoría de las ocasiones.
Cuando navegue en
un día soleado y con buen tiempo, debemos encender el radar para
aprender a interpretar la imagen del radar al poderla comparar con
lo que vemos en cubierta. Si aparece un gran mercante en el
horizonte podremos comprobar como este se muestra claramente en
nuestra pantalla incluso con su forma alargada. Es un ejercicio
perfecto que debemos aprovechar y practicar asiduamente hasta que
nos acostumbremos a interpretar la imagen que nos muestra el radar.
MARPA: ¿Cómo
funciona?
Supongamos que
tenemos una imagen de la pantalla de radar con sus puntos persistente
reflejo de los ecos de algunos barcos. Unos segundos después,
obtenemos una nueva imagen que nos parece idéntica. Y digo nos
parece, pues en realidad los puntos persistentes se han movido unas
décimas de milímetro. Se podría programar un software que compare
las dos imágenes y calcule lo que se han movido estos puntos
respecto a su posición anterior. Como el programa sabe el tiempo
transcurrido entre pantallazo y pantallazo, es sólo cuestión de
trigonometría y algunos cálculos matemáticos el poder calcular los
rumbos y velocidades relativas de estos puntos. Como además el radar
está conectado con nuestro sistema de navegación, el cual conoce a
través de nuestras coordenadas GPS nuestro rumbo y velocidad de
superficie, es bastante fácil aplicar unas sencillas ecuaciones que
determinarán el rumbo y velocidad de los puntos que se nos muestran
como persistentes (barcos en la zona de navegación).
Fig 1
Fig 2
En la primera imagen
ya tenemos un objetivo Marpa. También vemos en la primera imagen otro punto abajo a la
izquierda que permanece en el sitio indicando claramente que se
trata de otro mercante. Desplazamos el cursor que aparece en la
esquina de arriba hasta situarlo sobre él y pulsaremos el botón de "target".
En la segunda imagen
vemos como al cabo de unos segundos el software Marpa ya ha
calculado el vector desplazamiento de este nuevo objetivo.... Como
si estuviésemos en una "peli" de la guerra de las galaxias...¡Increíble
y fantástico!
MARPA es por tanto
el resultado de utilizar un programa de software capaz de
interpretar varias imágenes consecutivas de la pantalla del radar,
para deducir a vectores (rumbo y velocidad) los ecos del radar que
queramos analizar.
Si vemos un punto
que nos “mosquea” moveremos el cursor de la pantalla del radar sobre
él, y pulsaremos el botón de “target” (objetivo). Podemos marcar
tantos objetivos como consideremos necesarios. A partir del segundo
o tercer refresco de la pantalla de radar, veremos como del punto
seleccionado aparece una flecha y una caja de información que nos
indica la velocidad a la que se mueve el barco en cuestión y el
rumbo que hace.
Cómo usar MARPA
Para el caso,
utilizaremos uno de los más conocidos rádares del mercado. La serie
Raymarine C70, C80 o C120 son absolutamente idénticos entre sí salvo
en el tamaño de la pantalla de 7, 8 ó 12 pulgadas. El equipo va “de
cine” y todo lo que decimos aquí también es aplicable a los demás
radar de Raymarine.
En la imagen del
C70 de Raymarine vemos
un típico ejemplo de una navegación con radar y con bastante tráfico
de mercantes. Estamos cruzando desde Mallorca hacia la península en
mitad de una noche cerrada. Los anillos verdes
están separados entre sí una distancia de 2 millas, aunque
naturalmente podremos cambiar esta distancia para ver a más distancia,
o por el contrario centrarnos más en el detalle. Los puntitos
pequeños en color azul cian, son reflejos irrelevantes contra olas y la
superficie del mar y comprobaremos como en el siguiente barrido de
radar aparecen otros diferentes en distintos lugares de la pantalla.
No nos deben preocupar.
Cuando un eco es persistente aparecerá en
color amarillo. Entonces pulsaremos el botón de “ADQUIERE OBJETIVO” para
sacar un cursor que podemos desplazar sobre la pantalla pulsando las
flechas arriba/abajo/Izq/Dech del aparato.
Bastará con desplazar este cursor sobre el eco amarillo y
aceptarlo con el botón ENTER para ver como el objetivo queda marcado por un círculo y
es numerado en la lista de objetos en seguimiento. Al cabo de unos
segundos veremos aparecer una caja en rojo que indica el rumbo y la
velocidad de desplazamiento del objetivo. La flecha indica el rumbo
que sigue el objetivo respecto a nuestro desplazamiento, de modo que
es muy fácil de entender la situación en la que nos encontramos.
En
la fig 1 de hace unos párrafos vemos que el barco que hemos marcado
sigue un rumbo de 40º acercándose hacia nosotros por el través de
babor. Y vienen por nuestro través a 40º de rumbo porque nosotros
navegamos haciendo 307º como puede apreciarse en los datos de
navegación de la parte superior de la pantalla. Con toda esta
información visualizada de forma gráfica en pantalla ya es muy fácil
saber si debemos caer a una u otra banda para ceder el paso al
mercante. Caiga siempre para pasar por su popa, y nunca pretenda
hacerlo por su proa pues corren mucho más y cruzarlos en su ruta es
siempre una mala idea…
El C70 instalado en
nuestro velero es perfecto para confiar en una navegación tranquila
y segura
MARPA visión total
Pero aún hay más
"virguerías" imposibles de imaginar hace tan solo unos años.
Cuando ya tenemos seleccionados todos los objetivos que queremos
controlar podemos pulsar la opción LISTA MARPA para ver aparecer una
tabla con información muy jugosa.
En ella veremos la
lista de objetivos que estamos siguiendo perfectamente ordenada y
numerada según los "tags" de la pantalla de radar. Las siguientes columnas
indican la demora que hacen con nosotros, la distancia a la que se
encuentran, el rumbo que siguen y la velocidad que llevan.
Pero los dos
últimos datos (últimas dos columnas) son simplemente geniales pues indican la
mínima distancia a la que
pasaremos de ellos, y el tiempo que transcurrirá para que ocurra
este máximo acercamiento. En la lista veremos que algunos tiempos son
cero, indicando que nuestras trayectorias son divergentes y por
tanto sencillamente nos estamos alejando de ellos. En la lista vemos
que hay barcos moviéndose a 20 ó 25 nudos, velocidades normales para
un mercante. Sin embargo vemos como el objeto nº 6, se desplaza a
una velocidad imposible de 119 nudos! Esto se debe a que el objeto
acaba de ser introducido en la lista de objetivos y solo han pasado
dos barridos de radar para calcular su velocidad de desplazamiento.
El programa de software va afinando la velocidad de seguimiento a
medida que van sucediéndose los barridos de radar. Al cabo de unos
segundos su velocidad pasará a ser de 15 ó 20 nudos.
No debemos
prescindir de MARPA. Es una ayuda inestimable y al precio de los
actuales equipos resulta perfectamente asequible. Basta con pasarlo
mal una sola vez durante una navegación nocturna para comprender
como las ventajas que nos ofrecen las tecnologías están allí para ser
utilizadas.
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