si vamos en solitario y caemos por la borda, el asunto es
extremadamente grave y sólo una buena tecnología podría darnos
posibilidades de supervivencia.
El tiempo en recuperar al caído marca en muchos casos la diferencia
entre el susto y la misma muerte. Ya hemos visto en varias
regatas VOR como la caída de un tripulante joven y en plena forma en
el Atlántico Norte es mortal pasados unos pocos minutos. La
hipotermia no perdona. El tiempo que transcurre desde la caída hasta
el salto de la alarma es de vital importancia y cuando más pase, más
difícil será localizar al náufrago. Si las aguas son frías, la
urgencia es máxima.
EL MOB por BlueTooth
El invento es bastante evidente para los que están acostumbrados a
utilizar esta tecnología al escuchar música desde el móvil hacia un
altavoz inalámbrico, o con un pinganillo del tipo manos-libres
enlazado con el móvil.
La clave está en el enlace entre un
dispositivo y el móvil u otro tipo de receptor Bluetooth. Mientras
exista el enlace todo va bien. Si nos fuéramos al agua con el
pinganillo puesto, al cabo de sólo un par de segundos el móvil que
se ha quedado en el barco, dejaría de recibir la señal y se rompería
el enlace. Ya hemos inventado el MOB por
Bluetooth.
Ahora solo hay que perfeccionarlo y marinizarlo.
El disparo de una alarma MOB, puede disparar una sirena, lanzar
notificaciones por radio, detener los motores de propulsión en una
motora, o lanzar una sentencia NMEA en el sistema de piloto automático, para dejar todo el timón a
una banda y evitar que el barco siga alejándose.
Lo mejor es que como se trata de una tecnología muy utilizada en los
móviles, por poco más de 100€ podemos disponer de un sistema que
monitorice y vigile hasta 15 tripulantes conectados a un Smartphone.
CrewWatcher
Por 89 $ podemos comprar este pequeño dispositivo cilíndrico que
podemos llevar en el bolsillo o atado al cuello. El CrewWatcher está
conectado por Bluetooth al móvil y si nos alejamos de este, la app
cargada en el móvil lanzará una alarma sin dilación. Esta App de
CrewWatcher (para IOS o Android), puede controlar dos dispositivos,
activándose si se pierde el enlace o se sumerge el sensor en el agua.
Una vez disparado, la app que continuamente actualiza la situación
geográfica, bloquea la posición en la que se ha perdido el enlace y
nos guiará para regresar al punto en el que se ha producido la
situación de MOB.
En definitiva, nuestro móvil puede actuar como central de alarma MOB
para controlar hasta 5 “beacons” instalados en los chalecos o en los
bolsillos de los tripulantes que esté navegando de guardia. Estos
dispositivos son perfectamente adecuados también para mascotas o
incluso objetos que necesitemos proteger de la pérdida accidental,
pues se disparan automáticamente.
El sensor de agua situado en su parte inferior, permite que el
dispositivo pueda actuar incluso como sistema de alarma de agua en
la sentina si colocamos una unidad en esta parte del barco,
notificando una vía de agua de forma inmediata.
El enlace se pierde a una distancia de unos 30 metros, aunque este
valor puede variar dependiendo de los obstáculos que haya entre el
emisor y el receptor.
CrewWatcher tiene en su interior una batería no recargable que dura
entre 3 y 5 años dependiendo del uso que le demos, de modo que al
cabo de ese tiempo tendremos que sustituirlos. La ventaja es que va
sellado y por tanto no tendremos que dudar de su funcionamiento, al
no existir posibles entradas de humedad, y puede ser entendido como
un precio por uso.
ACR OLAS
Este fabricante también ofrece su propia App (para iOS o Android), y
dos modelos distintos de emisores BlueTooth con aspecto de brazalete
o reloj de muñeca, y el segundo para poderlo llevar en el bolsillo y
con luz de destellos incluida y con sensor de disparo por humedad.
A diferencia con CrewWatcher, su batería se puede recargar con un
cable USB. Por lo demás se usa igual al CrewWatcher, pero su App
dispone de un modo de navegación en “solitario”, que lanzará
mensajes vías SMS del teléfono móvil, al contacto que predefinamos con los datos de las
coordenadas y el momento del incidente, si pasados unos segundos
desde la pérdida del enlace, no abortamos la alarma de MOB. Al ser
mensajes SMS, naturalmente debemos estar en cobertura SMS lo cual
limita su funcionamiento a alarmas en navegación costera.
El sistema ACR OLAS
permite expandir sus prestaciones mediante un receptor específico
que permite recibir hasta 15 enlaces simultáneos y que tiene una
sirena de 85 decibelios además de una luz roja de emergencia. El
módulo “guardian” permite incluso activar un relay para cortar los
motores de propulsión en caso de MOB, y el “Extender” permite
aumentar la señal para evitar el disparo del MOB en barcos de
grandes esloras, en donde es normal alejarse más de 20 o 30 metros desde el receptor, si por ejemplo tenemos que ir a
hacer algo en la maniobra de proa.
Fell MOB+
En la misma línea de los anteriores
fabricantes,
este dispositivo puede llevarse en el bolsillo o montarse en una
pulsera a modo de brazalete de seguridad MOB. El receptor Bluetooth
es propietario y por tanto no se trata de una App, sino un módulo
dedicado que controla hasta 4 dispositivos simultáneamente.
De ellos, uno está dedicado al "skipper",
y si es éste el que se va al agua, el Fell-MOB corta el encendido de
los motores, mientras que si es uno de los otros 3 brazaletes el que
se va al agua, solo dispara el MOB para que el capitán pueda asistir
y llevar el barco al punto de pérdida del tripulante. El corte de
encendido puede anularse manteniendo pulsado el botón de alarma en
el módulo receptor. Las baterías, que pueden ser cambiadas por el
usuario, duran unas 300 horas de uso y su sustitución es muy
sencilla.
El sistema ha sido adoptado por el
fabricante de fuerabordas Mercury en sus instrumentaciones de
motores SmartCraft.
¿Acaba con las radiobalizas AIS y radiobalizas personales
satelitales?
De ninguna manera… Vayamos por partes.
Desde que salieron al mercado las
radiobalizas MOB por tecnología AIS, he preferido éstas a las
radiobalizas personales por satélite, pues si un miembro de mi
tripulación se va al agua, el tiempo de recuperación es imperativo,
y una baliza satelital no opera con la suficiente urgencia, pues una
vez validada la alarma en el centro de rescate, hay que mandar algún
barco a la zona de socorro.
Si se produce un MOB en nuestro barco
el socorro más importante somos NOSOTROS mismos, y por tanto la
radiobaliza satelital no es una buena solución, a no ser que hagamos
navegación en solitario y por aguas que no sean demasiado frías…
Si una baliza AIS se va al agua, esta
emitirá por canal VHF de AIS la posición de la misma en todo momento
actualizada a la posición del momento. Esta es una gran diferencia
con los sistemas Bluetooth que registran la posición de la caída
pero no pueden indicar la posición real del náufrago en todo
momento. Esto es especialmente importante en zonas de fuertes
corrientes. En contrapartida, la radiobaliza Bluetooth se dispara al
instante justo de la caída y por tanto su inmediatez es su punto
fuerte. Una radiobaliza AIS tarda unos pocos minutos (de 3 a 5
minutos) en recoger la posición GPS una vez disparada y ser emitida
por AIS al receptor de nuestro barco, en donde podremos monitorizar
en tiempo real cualquier cambio de posición de la radiobaliza.
Por otro lado un punto muy a favor de
las MOB AIS, es que emiten la posición del náufrago a nuestro barco
y a TODOS los barcos que estén en zona de recepción VHF, de modo que
las MOB-AIS ganan varios puntos a favor, especialmente para los que
acostumbren a realizar navegación en solitario.
Mi experiencia personal
Afortunadamente poca, pues no he
tenido la desgracia de ser objeto de un MOB. Pero desde que salieron
al mercado las radiobalizas personales AIS, siempre llevo en el
bolsillo la mía propia, que viaja conmigo vaya al barco que vaya. En
mi caso se trata de una McMurdo S10 con la que navego y buceo con
mayor seguridad.
Efectivamente buceo, pues nos gusta
disfrutar en inmersiones perdidas en numerosos rincones de los mares
del mundo, y bien sabemos que en una larga inmersión con corrientes, el punto
de salida de la inmersión puede producirse a varias millas de
distancia del comienzo de la inmersión. Este hecho especialmente en
una inmersión nocturna puede ser muy preocupante, como ya nos
ocurrió en el mar de Flores (Indonesia).
La McMurdo S10 es estanca hasta los 50
metros de profundidad y por tanto del todo válida para bucear con
ella, aunque existe también la versión S20 más compacta sin luz
estrobo pero que puede conectarse con el disparo automático de un
chaleco salvavidas de CO2.
En definitiva, y dado el bajo precio
de estos dispositivos de seguridad, creemos del todo necesario,
aunque no obligatorio, la utilización de una radiobaliza AIS y otra
de tecnología Bluetooth de forma simultánea.
Poco más de 100€ pueden marcar la
diferencia entre la vida y la muerte de un tripulante caído por la
borda...
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