Desmontar
tornillos oxidados
Existen
muchas piezas en el barco que van fijadas a la cubierta, casco o
refuerzos interiores mediante tornillos. Los ambientes marinos
son muy corrosivos y es posible que cuando quiera desmontarlos
tenga problemas al quedar estos firmemente unidos.
Los
tornillos pueden ser de distintos materiales como acero
galvanizado o zincado, acero inoxidable o latón. La cabeza del
tornillo suele ser para tornillos planos, de cruz también
llamados ‘phillips’ o con cabeza Allen. Lo más importante
es conseguir un destornillador que encaje con la menor holgura.
Intentar sacar un tornillo problemático con la herramienta
inadecuada equivale a estropear la cabeza y tener que afrontar
problemas mayores. El destornillador debe ocupar todo el espacio
disponible en la cabeza. Si es necesario consiga otro
destornillador a ser posible de punta endurecida con aleaciones
especiales.
Utilice
un spray de aceite penetrante del tipo 3en1, y dé un golpe al
destornillador sobre el tornillo con un mazo. Esto le ayuda a
encajar perfectamente en la cabeza del tornillo y además afloja
algo el óxido.
Si
todos estos esfuerzos son infructuosos, debe intentar la operación
con un destornillador de impacto. Se trata de una herramienta
con forma de destornillador que al ser golpeado con el mazo
genera una torsión sobre este justo en el momento de realizarse
la máxima presión debida al golpe. Casi ningún tornillo se
resiste a este procedimiento.
Pero
si a pesar de ello no lo consigue, existe una manera muy
efectiva y contundente para forzar su extracción. Golpée la
cabeza del tornillo con un destornillador muy afilado y con la
ayuda de un mazo, en un punto
tangencial de la cabeza, de forma que este impulso tienda
a su giro de extracción. Aplique un angulo de unos 45 grados
respecto a la vertical para que el destornillador literalmente
se empotre en la cabeza. No conozco tornillo que se haya
resistido a esta técnica, aunque lógicamente el tornillo quede
completamente inutilizable. Cuando vuelva montar el equipo
sustituya los tornillos al menor desperfecto de la cabeza, lo
agradecerá en futuros trabajos!
En
las situaciones más apuradas, la cabeza del tornillo se ha
partido. Naturalmente la pieza sale sola, pero no podrá poner
nuevos tornillos. En este caso el trabajo es delicado y consiste
en perforar el eje del tornillo con una broca de acero teniendo
cuidado en no dañar la rosca de la base. No es necesario llegar
al fondo , ya que con pocos milímetros podremos encajar en la
perforación una espiga de extracción de tornillos que funciona
a contrarosca del tornillo.
El
caso más desesperado se puede producir cuando en esta última
situación hemos perforado descuidadamente hasta estropear la
rosca de la base. También en esta horrible situación existen
soluciones... y hasta dos. La primera de ellas es utilizar una
especie de muelle especial llamado 'Helicoid' que
se ajusta al agujero en su superficie exterior y hace las veces
de rosca en su superficie interior. Por último podremos si esto
falla hacer una rosca nueva con una herramienta apropiada para
ello de un diámetro inmediatamente superior, utilizando entonces
tornillos de más grosor. Artículos relacionados:
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