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2.013

 
 

     
 

Retractilar tu barco

 

 

Si dejamos el barco sin uso por mucho tiempo el retractilado lo conservará como nuevo. El plástico evita la suciedad, el polvo, los excrementos de gaviota y protege del viento, la lluvia y los destructivos rayos ultravioletas del sol.

El retractilado consiste en un plástico con el que podemos envolver y proteger los barcos de forma eficaz y por poco dinero, para el invernaje, el almacenamiento, el transporte, o las reparaciones.

El material utilizado consiste en un termo plástico capaz de encogerse y tensarse con la aplicación de calor. De esta manera se consigue una “funda” ajustada sobre el barco que queda tensa para evitar que pueda flamear con el viento o dejar pliegues por los que se pudiera rasgar. Al calentar el plástico con la pistola de calor, este adopta la forma de la embarcación y se tensa, haciendo que el agua resbale sobre la cobertura, quedando el barco protegido de forma eficaz contra el agua, la radiación solar y el viento. También evitamos las molestas "cagarrutas" de gaviotas y otros pájaros que frecuentan los entornos marinos. Un buen retractilado bien tensado también evitará la visita de insectos y otras pequeñas criaturas que pudieran anidar o estropear los interiores del barco.

 

Mucho más útil de lo que pensamos.

Aunque todo el mundo ha visto algún que otro barco retráctilado en varadero o quizás subido sobre un camión de transportes, lo cierto es que se puede aplicar también para los barcos que están a flote en un amarre. No se suelen ver barcos retractilados en los fríos pantalanes, y sin embargo es bastante utilizado en otros puertos del extranjero. Existe la idea equivocada de que el retractilado es sólo para los barcos nuevos que vienen desde fábrica, o como mucho para un transporte o almacenamiento prolongado.

 

Retractilar en invierno para ahorrar dinero.

Es perfectamente posible retractilar el barco incluso estando a flote sin necesidad de sacarlo del agua, consiguiendo una protección que nos ahorrará mucho dinero. Si sólo vemos el coste del retractilado estaremos ciegos ante la realidad.

Cuando llega el verano, en un barco sin protección hay que limpiar la teca o incluso eliminar la fina capa quemada por los rayos ultravioletas del sol, sustituir cabos desgastados por la intemperie y limpiar inox y herrajes con manchas de oxido debido al salitre y ambiente marino. El desgaste del barco sin funda es mucho mayor y genera costes que no solemos valorar oportunamente.

Tenga presente que el desgaste más importante del barco se produce durante los 9 ó 10 meses de los 12 que tiene el año, cuando los armadores no hacen uso o disfrute del barco.

Haga sus números…. Por ejemplo la teka de la cubierta. Sin proteger esta puede durar en condiciones dignas no más de 10 años. Cambiar toda una cubierta de teka tiene un coste muy elevado. Si lo comparamos con el precio de los 10 retractilados, las diferencias son evidentes. Y sólo hemos tenido en cuenta la reparación de la teka. Lo mismo ocurre para las lonas del lazy-jack, los herrajes, y hasta la degradación del gelcoat y la cabullería.

El termo plástico ofrece una eficaz protección contra los rayos ultravioletas del sol y soporta perfectamente, si fuera necesario, más de un año sometido a la intemperie. Con la protección del plástico, tendremos la posibilidad de reestrenar el barco año tras año.

 

La aberturas

Para evitar la condensación en el interior del barco, se han de realizar pequeñas aberturas en algunas zonas, por las que no debe entrar el agua de lluvia pero por las que se garantiza una ventilación interior.

También se pueden practicar accesos al barco que protejan la puerta y permitan acceder al interior mediante una cremallera, a pesar de estar el barco totalmente cubierto por el retractilado.

Se puede aplicar a cualquier tipo de barco y de cualquier eslora. También es adecuado para crear estructuras y carpas de cobertura sobre un barco cuando se necesita pintar una cubierta o trabajar el casco.

 

 

Cubrir el barco

Si el barco es de gran eslora o tiene alguna estructura complicada en cubierta, es posible que tengamos que añadir algún montaje normalmente efectuado con tubos de PVC para evitar zonas en las que se pudiera embolsar agua y dar rigidez a la zona que vamos a cubrir con plástico. Debemos dejar una distancia de unos 20 centímetros entre la lámina de plástico y el barco, para crear una cámara y esta estructura debe ser lo suficientemente resistente para soportar la significativa fuerza del plástico una vez retractilado.

Dependiendo del barco a cubrir, el retractilado puede llevar varios días de trabajo y debemos comenzar midiendo la eslora del barco y la altura máxima a tapar, para comprar la bobina con la anchura suficiente que permita cubrir la manga máxima y el puntal, aunque también podremos empalmar varias bandas hasta conseguir la anchura completa.

También debemos proteger los elementos punzantes que pudieran perforar el plástico cuando apliquemos calor para el retractilado. Nos fijaremos en los candeleros, antenas, herrajes, tensores, roldanas, cornamusas que debemos proteger con bloques de espuma o de goma.

 

La pistola de calor

El plástico viene en bobinas de espesor de 800 ó 1000 micras y con un ancho que de ninguna manera proporciona la altura necesaria para cubrir todo un barco, a no ser que sea pequeño. Pero podemos pegar varias bandas de plástico hasta conseguir el ancho y la forma necesaria. Una vez pegadas, debemos comenzar el retractilado que consiste en calentar la lámina con un enorme “secador de pelo”. El calor de la pistola proviene de la combustión de gas que es soplado por un ventilador instalado en su interior.

El tiempo de aplicación es corto y viene definido por el propio retractilado del plástico. Debemos tener cuidado en no excedernos con el calor ya que se podrían estropear los elementos que estamos protegiendo. La temperatura que alcanza el plástico es muy alta y por eso debemos ponernos gruesos guantes de cuero que además nos permitirán apretar diferentes piezas de plástico reblandecido para lograr una fusión y unión de varios paños de este plástico.

 

Ventajas frente a los toldos de hibernaje

Los todos no son eternos y valen muy caros. Un buen toldo de hibernaje puede durar una decena de años si lo cuidamos adecuadamente. Pero debemos tener pesente que el retractilado es muy eficaz y mucho más barato, y evita invertir en un caro toldo que debe ser amortizado en una decena de años.

El retractilado del barco es muy rentable pues además no requiere la instalación de las fuertes estructuras en las solemos apoyar los toldos, que en ocasiones rozan el gelcoat debido a los flameos del viento o a los tensos cabos de fijación. El retractilado se ajusta como un guante y no estropea nada el barco. No requiere ningún ajustar o retensado a mitad del invierno o tras un temporal.

Por otro lado, cuando pasa el invierno, basta con rasgarlo para tener el barco listo para navegar tal cual lo dejamos al finalizar la temporada anterior. Por el contrario, con el toldo debemos tener un trastero o un pañol en donde almacenar el voluminoso tejido y las estructuras desmontadas sobre el que se apoya. Frente a lo que pudiera parecer, se pueden crear aberturas por las que poder entrar en el barco y cerrar tras la visita a mitad del invierno.

Debemos depositar el plástico retirado al finalizar el invierno en un punto blanco de reciclado, para ser respetuoso con la naturaleza. Además debemos tener presente desde un punto de vista ecológico, que su fabricación es mucho menos costosa desde el punto de vista medioambiental que el propio tejido con el que están confeccionados los toldos de hibernaje.

 

Hágalo usted mismo

No es complicado y sale barato. Pero si quiere un trabajo perfecto lo mejor es acudir a un profesional pues tienen experiencia y buenos equipos para conseguir el mejor resultado en el menor tiempo. Es importante que el equipo que pudiera contratar le firme una garantía del retractilado por un año. Como el material y las herramientas utilizadas son poco voluminosas, normalmente el equipo de retractilares suele tener movilidad y podrá trasladarse a su puerto sin un extra-coste.

Antes de poner el plástico debemos limpiar el barco y desengrasar las zonas de suciedad. Vacié las neveras y llévese a casa los alimentos perecederos. Aconsejamos quitar incluso las latas de bebidas. Basta que una se abra, lo cual no es tan raro, para dejar todo hecho una porquería pringosa y desagradable. Si a pesar de todo decide dejar latas de bebidas en el barco, déjelas con la apertura hacia arriba. Si tiene sitio en casa, lo mejor durante el invierno es retirar todos los cojines y tapizados, velas y cordajes.

Antes proceder a poner la lámina de plástico sobre el barco debemos preparalo, recogiendo las velas, cargando las baterías, e hibernando el motor para estos meses de inactividad. Recogeremos las antenas y demás elementos que pudieran entorpecer el retractilado. Asegúrese de tener el barco lo más seco posible y con las sentinas sin agua acumulada.

La lámina de plástico termo retráctil se puede adquirir en varios tamaños y colores y está compuesta por un polifenol con protección a los UV y otros compuestos para darla un poco de elasticidad que evitará el rasgado al estar sometida a bajas temperaturas. Los colores más usuales son el blanco, aunque también es posible adquirirla en azul oscuro o incluso transparente. El blanco refleja la luz del sol y es seguramente la más adecuada. La de color azul absorbe el calor del sol y por eso se utiliza en sitios más fríos además de ayudar e evitar la condensación en el interior. La transparente sólo es aconsejable para sitios protegidos del sol. Durante la fabricación en caliente, el film es estirado mientras se deja enfriar, y esta es la razón por la que la película plástica tiende a tomar si tamaño anterior al estiramiento al aplicarla de nuevo calor, una vez fijada sobre el barco.

Si el ancho de la bobina es insuficiente o hay zonas que necesitan un añadido, existe una cinta adhesiva específica para estos trabajos que permite unir las dos bandas. Con el quemador de propano (y experiencia) también se pueden unir por fusión diferentes piezas para conseguir uniones de gran dureza. También existe otra cinta que permite adherir la cinta al gelcoat del barco para crear una burbuja estanca, sin que deje restos cuando la retiremos meses más tarde.

No debe utilizar cinta de carrocero o de pintor para estos fines pues el calor la fundiría y dejaría el casco hecho una lástima.

 

Colocar el plástico

Debemos estar atentos a la climatología, pues con mucho viento es complicado controlar el plástico y retractilar la película. Con niebla o lluvia se complica también la operación debido a la humedad del ambiente.

En algunos volúmenes puede ser necesario el montaje de una estructura sobre la que se apoyará y tensará el plástico y evitar posibles embolsamientos de agua o nieve. Suele ser realizada con tubos de PVC como los utilizados en fontanería para los desagües.

Dependiendo de la forma del barco debemos realizar algunos pliegues si el material sobrante es demasiado extenso, pues en caso contrario el retractilado no conseguiría lograr el tensado del material.

Una vez colocado el plástico sobre el barco, lo debemos pegar y sellar contra el casco con la ayuda de una cinta adhesiva especial. Cuando todo esté sellado y preparado, procedemos al retractilado mediante una pistola de propano con soplador, aunque también puede emplease un quemador manejado con mucha prudencia y cuidado ya que si no aplicamos el calor suficiente el plástico no encoge y si nos pasamos haremos un agujero o incluso podríamos quemar lo que hubiera debajo. La pistola de calor es mucho más controlable y por tanto más que recomendable. Los agujeros se pueden reparar con recortes de plástico pegados con cinta adhesiva.

Tenga cuidado con los cascos pintados pues existen algunas pinturas que no soportan el calor utilizado en el retractilado.

En las motoras no es conveniente retractilar el motor fueraborda debido a los problemas de condensación, corrosión y fallos en los sistemas eléctricos del motor. Pero conviene que el plástico selle la popa al lado del soporte del motor, para dejar el casco totalmente protegido. Si a pesar de todo decide retractilar el motor fueraborda, asegúrese de que el aire puede circular por el motor dejando alguna rendija en el mismo retractilado.

 

Ojo con la humedad

El principal problema con el retractilado de barco es la condensación. Al crear una burbuja estanca, se crea un volumen en el que se condensa el vapor de agua y se crean por tanto humedades. Para evitarlo, debemos crear aperturas protegidas de la lluvia pero por las que pueda circular el aire y así desalojar la humedad.

Algunos armadores que viven en sus barcos incluso utilizan el retractilado para tener el barco bastante más calentito al aprovechar el efecto invernadero y repeler la escarcha y la lluvia fuera de la cubierta. Y para acceder al barco es fácil instalar una cremallera pegada con cinta de doble cara específica para el pegado de este material.

 

Llega la primavera

La operación de retirada es muy sencilla pues basta un cutter afilado y un mínimo de cuidado para no dañar el gelcoat ni nada al cortar la lámina de plástico. La cinta de doble cara sale sin problemas y debemos retirar las estructuras montadas con tubos de PVC. Todo el plástico debe ser depositado en un contenedor de plásticos de donde será llevado para el reciclado.

 

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