El material utilizado consiste en un termo plástico capaz
de encogerse y tensarse con la aplicación de
calor.
De esta manera se consigue una “funda” ajustada sobre el barco que
queda tensa para evitar que pueda flamear con el viento o dejar pliegues por
los que se pudiera rasgar. Al calentar el plástico con la pistola de
calor, este adopta la forma de la embarcación y se tensa, haciendo
que el agua resbale sobre la cobertura, quedando el barco protegido
de forma eficaz contra el agua, la radiación solar y el viento.
También evitamos las molestas "cagarrutas"
de gaviotas y otros pájaros que frecuentan los entornos marinos. Un
buen retractilado bien tensado también evitará la visita de insectos
y otras pequeñas criaturas que pudieran anidar o estropear los
interiores del barco.
Mucho más útil
de lo que pensamos.
Aunque todo el mundo ha visto algún que otro barco retráctilado en
varadero o quizás subido sobre un camión de transportes, lo
cierto es que se puede aplicar también para los barcos que están a
flote en un amarre. No se suelen ver barcos retractilados en los
fríos pantalanes, y sin embargo es bastante utilizado en otros
puertos del extranjero. Existe la idea equivocada de que el
retractilado es sólo para los barcos nuevos
que vienen desde fábrica, o como mucho para
un transporte o almacenamiento prolongado.
Retractilar en
invierno para ahorrar dinero.
Es perfectamente posible retractilar
el barco
incluso estando a flote sin necesidad de sacarlo del agua,
consiguiendo una protección que nos ahorrará mucho dinero. Si sólo
vemos el coste del retractilado estaremos ciegos ante la realidad.
Cuando llega el verano, en un barco sin protección hay que limpiar
la teca o incluso eliminar la fina capa quemada por los rayos
ultravioletas del sol, sustituir cabos desgastados por la intemperie
y limpiar inox y herrajes con manchas de oxido debido al salitre y
ambiente marino. El desgaste del barco sin funda es mucho mayor y
genera costes que no solemos valorar oportunamente.
Tenga presente que el desgaste más importante del barco se produce
durante los 9 ó 10 meses de los 12 que tiene
el año, cuando los armadores no hacen uso o disfrute del barco.
Haga sus números…. Por ejemplo la teka de la cubierta. Sin proteger esta puede durar en condiciones dignas
no más de 10 años. Cambiar toda una cubierta de teka tiene un coste
muy elevado. Si lo comparamos con el
precio de los 10 retractilados, las diferencias son evidentes. Y sólo
hemos tenido en cuenta la reparación de la teka. Lo mismo ocurre
para las lonas del lazy-jack, los herrajes, y
hasta la degradación del gelcoat y la cabullería.
El termo plástico ofrece una eficaz protección contra los rayos
ultravioletas del sol y soporta
perfectamente,
si fuera necesario, más de un año sometido a la intemperie. Con la
protección del plástico, tendremos la posibilidad de
reestrenar el barco año tras año.
La
aberturas
Para evitar la condensación en el interior del barco, se han de
realizar pequeñas aberturas en algunas zonas, por las que no debe
entrar el agua de lluvia pero por las que se garantiza una
ventilación interior.
También se pueden practicar accesos al barco que protejan la puerta
y permitan acceder al interior mediante una cremallera, a pesar de
estar el barco totalmente cubierto por el retractilado.
Se puede aplicar a cualquier tipo de barco y de cualquier eslora.
También es adecuado para crear estructuras y carpas de cobertura
sobre un barco cuando se necesita pintar una cubierta o trabajar el
casco.
Cubrir el
barco
Si el barco es de gran eslora o tiene alguna estructura complicada
en cubierta, es posible que tengamos que añadir algún montaje
normalmente efectuado con tubos de PVC para evitar zonas en las que
se pudiera embolsar agua y dar rigidez a la zona que vamos a cubrir
con plástico. Debemos dejar una distancia de unos 20 centímetros
entre la lámina de plástico y el barco, para crear una cámara y esta estructura debe ser lo suficientemente
resistente para soportar la significativa fuerza del plástico una
vez retractilado.
Dependiendo del barco a cubrir, el retractilado puede llevar varios días
de trabajo y debemos comenzar midiendo la eslora del barco y la
altura máxima a tapar, para comprar la bobina con la anchura
suficiente que permita cubrir la manga
máxima y el puntal, aunque también podremos empalmar varias
bandas hasta conseguir la anchura completa.
También debemos proteger los elementos punzantes que pudieran
perforar el plástico cuando apliquemos calor para el retractilado.
Nos fijaremos en los candeleros, antenas, herrajes, tensores,
roldanas, cornamusas que debemos proteger con bloques de espuma o de
goma.
La
pistola de calor
El plástico viene en bobinas de espesor de 800 ó
1000 micras y con un ancho que de ninguna manera proporciona la altura
necesaria para
cubrir todo un barco, a no ser que sea pequeño. Pero podemos pegar varias bandas de plástico
hasta conseguir el ancho y la forma necesaria. Una vez
pegadas, debemos comenzar el retractilado que consiste en calentar
la lámina con un enorme “secador de pelo”. El calor de la pistola
proviene de la combustión de gas que es soplado por un
ventilador instalado en su interior.
El tiempo de aplicación es corto y viene definido por el propio
retractilado del plástico. Debemos tener cuidado en no excedernos
con el calor ya que se
podrían estropear los elementos que estamos protegiendo. La
temperatura que alcanza el plástico es muy alta y por eso debemos
ponernos gruesos guantes de cuero que además nos permitirán apretar
diferentes piezas de plástico reblandecido para lograr una fusión y
unión de varios paños de este plástico.
Ventajas
frente a los toldos de hibernaje
Los todos no son eternos y valen muy caros. Un buen toldo de
hibernaje puede durar una decena de años si lo cuidamos
adecuadamente. Pero debemos tener pesente que el retractilado es muy eficaz
y mucho más barato, y evita invertir en un caro toldo que
debe ser amortizado en una decena de años.
El retractilado del barco es muy rentable
pues además no requiere la instalación de las fuertes estructuras en
las solemos apoyar los toldos, que en ocasiones rozan el gelcoat debido a los flameos del viento
o a los tensos cabos de fijación. El retractilado se ajusta como un
guante y no estropea nada el barco. No requiere ningún ajustar o retensado a mitad del invierno o tras un temporal.
Por otro lado, cuando pasa el invierno, basta con rasgarlo para
tener el barco listo para navegar tal cual lo dejamos al finalizar
la temporada anterior. Por el contrario, con el toldo debemos tener un
trastero o un pañol en donde almacenar el voluminoso tejido y las
estructuras desmontadas sobre el que se apoya. Frente a lo que
pudiera parecer, se pueden crear aberturas por las que poder entrar
en el barco y cerrar tras la visita a mitad del invierno.
Debemos
depositar el plástico retirado al
finalizar el invierno en un punto blanco de reciclado, para ser
respetuoso con la naturaleza. Además debemos tener presente desde un
punto de vista ecológico, que su
fabricación es mucho menos costosa desde el punto de vista
medioambiental
que el propio tejido con el que están confeccionados los toldos de hibernaje.
Hágalo usted
mismo
No es complicado y sale barato. Pero si quiere un trabajo perfecto
lo mejor es acudir a un profesional pues tienen experiencia y buenos
equipos para conseguir el mejor resultado en el menor tiempo. Es
importante que el equipo que pudiera contratar le firme una garantía
del retractilado por un año. Como el material y las herramientas
utilizadas son poco voluminosas, normalmente el equipo de retractilares suele tener movilidad y podrá trasladarse a su puerto
sin un extra-coste.
Antes de poner el plástico debemos limpiar el barco y desengrasar
las zonas de suciedad. Vacié las neveras y llévese a casa los
alimentos perecederos. Aconsejamos quitar incluso las latas de
bebidas. Basta que una se abra, lo cual no es tan raro, para dejar
todo hecho una porquería pringosa y desagradable. Si a pesar de todo
decide dejar latas de bebidas en el barco, déjelas con la apertura
hacia arriba. Si tiene sitio en casa, lo mejor durante el invierno
es retirar todos los cojines y tapizados, velas y cordajes.
Antes proceder a poner la lámina de plástico
sobre el barco debemos preparalo, recogiendo las velas,
cargando las baterías, e hibernando el motor para estos meses de
inactividad. Recogeremos las antenas y demás elementos que pudieran
entorpecer el retractilado. Asegúrese de tener el barco lo más seco
posible y con las sentinas sin agua acumulada.
La lámina de plástico termo retráctil se puede adquirir en varios
tamaños y colores y está compuesta por un polifenol con protección a
los UV y otros compuestos para darla un poco de elasticidad que
evitará el rasgado al estar sometida a bajas temperaturas. Los
colores más usuales son el blanco, aunque también es posible
adquirirla en azul oscuro o incluso transparente. El blanco refleja
la luz del sol y es seguramente la más adecuada. La de color azul
absorbe el calor del sol y por eso se utiliza en sitios más fríos
además de ayudar e evitar la condensación en el interior. La
transparente sólo es aconsejable para sitios
protegidos del sol. Durante la fabricación en caliente, el film es
estirado mientras se deja enfriar, y esta es la razón por la que la
película plástica tiende a tomar si tamaño anterior al estiramiento al aplicarla de nuevo
calor, una vez fijada sobre el barco.
Si el ancho de la bobina es insuficiente o hay zonas que
necesitan un añadido, existe una cinta adhesiva específica para
estos trabajos que permite unir las dos bandas. Con el quemador de
propano (y experiencia) también se pueden unir por fusión diferentes
piezas para conseguir uniones de gran dureza. También existe otra
cinta que permite adherir la cinta al gelcoat del barco para crear
una burbuja estanca, sin que deje restos cuando la retiremos meses
más tarde.
No debe utilizar cinta de carrocero o de pintor para estos fines
pues el calor la fundiría y dejaría el casco hecho una lástima.
Colocar
el plástico
Debemos estar atentos a la climatología, pues con mucho viento es
complicado controlar el plástico y retractilar la película. Con
niebla o lluvia se complica también la operación debido a la humedad
del ambiente.
En algunos volúmenes puede ser necesario el montaje de una
estructura sobre la que se apoyará y tensará el plástico y evitar
posibles embolsamientos de agua o nieve. Suele ser realizada con
tubos de PVC como los utilizados en fontanería para los desagües.
Dependiendo de la forma del barco debemos realizar algunos pliegues
si el material sobrante es demasiado extenso, pues en caso contrario
el retractilado no conseguiría lograr el tensado del material.
Una vez colocado el plástico sobre el barco, lo debemos pegar y sellar
contra el casco con la ayuda de una cinta adhesiva especial. Cuando
todo esté sellado y preparado, procedemos al retractilado mediante
una pistola de propano con soplador, aunque también puede emplease
un quemador manejado con mucha prudencia y cuidado ya que si no
aplicamos el calor suficiente el plástico no encoge y si nos pasamos
haremos un agujero o incluso podríamos quemar lo que hubiera debajo.
La pistola de calor es mucho más controlable y por tanto más que
recomendable. Los agujeros se pueden reparar con recortes de
plástico pegados con cinta adhesiva.
Tenga cuidado con los cascos pintados pues existen algunas pinturas
que no soportan el calor utilizado en el retractilado.
En las motoras no es conveniente retractilar el motor fueraborda
debido a los problemas de condensación, corrosión y fallos en los
sistemas eléctricos del motor. Pero conviene que el plástico selle
la popa al lado del soporte del motor, para dejar el casco
totalmente protegido. Si a pesar de todo decide retractilar el motor
fueraborda, asegúrese de que el aire puede circular por el motor
dejando alguna rendija en el mismo retractilado.
Ojo con
la humedad
El principal problema con el retractilado de barco es la
condensación. Al crear una burbuja estanca, se crea un
volumen en el que se condensa el vapor de agua y se crean por tanto
humedades. Para evitarlo, debemos crear aperturas protegidas de la
lluvia pero por las que pueda circular el aire y así desalojar
la humedad.
Algunos armadores que viven en sus barcos incluso utilizan el
retractilado para tener el barco bastante más calentito al
aprovechar el efecto invernadero y repeler la escarcha y la lluvia
fuera de la cubierta. Y para acceder al barco es fácil instalar una
cremallera pegada con cinta de doble cara específica para el pegado
de este material.
Llega la
primavera
La operación de retirada es muy sencilla pues basta un cutter
afilado y un mínimo de cuidado para no dañar el gelcoat ni nada al cortar la lámina de plástico. La cinta de doble cara sale sin
problemas y debemos retirar las estructuras montadas con tubos de PVC.
Todo el plástico debe ser depositado en un contenedor de plásticos
de donde será llevado para el reciclado.
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