Por
todo ello, es una excelente idea llevar un bote de epoxi y
su endurecedor, así como los distintos útiles para su
trabajo entre los que debemos incluir envases en donde
hacer las mezclas, una balanza para dosificar, además de
al menos un par de aditivos para convertir el pegamento de
epoxi en masillas de distintas densidades y cometidos.
En mi caja 'Epoxi', acostumbro
guardar algunos envases de aluminio de los flanes y tocinos de cielo,
pues ofrecen una capacidad perfecta para mezclar pequeñas cantidades
de epoxi con su endurecedor, adecuadas para hacer una reparación
típica, entre un gramo y hasta 50 ó 100 gramos de material.
Como son metálicos los podremos calentar suavemente con un secador
de pelo o con una pistola decapadora o un mechero, para conseguir tiempos de
endurecimiento desde rápidos a muy rápidos. Esto se debe a que la
velocidad de polimerización del epoxi es proporcional a la
temperatura de la mezcla, y un epoxi que tarde a 20 grados
centígrados unas 6 horas en endurecerse, puede acelerarse a pocos
minutos si elevamos la temperatura sin llegar a quemar la mezcla.
Salvo cuando
laminamos un tejido para hacer por ejemplo un refuerzo, los aditivos
son especialmente importantes pues permiten hacer de la mezcla un
material que posteriormente podamos lijar o mecanizar de diferentes
maneras.
Las cargas
Para ello podemos
utilizar polvo de talco, o mejor aún polvo de vidrio en forma de
microesferas, también llamadas microbalones por ser huecas y por
tanto de densidad muy baja. Con ellas se consiguen mezclas que una
vez polimerizadas son mecanizables, y más livianas y
fáciles de trabajar.
Dentro de los
tipos de cargas también se utiliza el polvo de sílice, que no es más
que arena de playa muy fina y sin sales de cloruro sódico. La granulometría es
importante, y puede ser desde gruesa a una arena de playa, o casi un
polvo de sílice. Cuando mezclamos con arena de sílice, la mezcla
conseguida se convertirá una vez catalizada, en una pieza
extraordinariamente fuerte.
Pero hay muchos
tipos de cargas que se utilizan en diferentes aplicaciones. Vemos algunas de ellas:
TIPO DE CARGA |
USOS |
Talco |
El talco como carga en resinas termoestables se
usa fundamentalmente para abaratar y dar resistencia |
Carbonato Cálcico |
El Carbonato Cálcico como carga en resinas
termoestables se usa fundamentalmente para abaratar. Sus
principales aplicaciones son en coladas, gel coats
y pinturas. |
Alúmina Hidratada |
La Alúmina Hidratada como carga para mejorar
las propiedades de la resina de
resistencia al fuego. Su empleo más popular es en coladas y
solide surface, también se emplea para colorear. |
Alúmina Calcinada |
La Alúmina Calcinada se usa fundamentalmente
para mejorar las propiedades de la resina de resistencia al
fuego. Su empleo más popular es en coladas y solide surface,
también se emplea para colorear. |
Marmolina |
La Marmolina como carga se usa para mejorar el
acabado superficial en coladas de figuras, lavabos, etc. Es la
carga más frecuentemente empleada en el sector del sanitario.
Tiene excelentes propiedades de suspensión en la resina, por
lo que una resina admite más cantidad de marmolina que de
otras cargas. |
Sílice Coloidal |
La Sílice Coloidal se usa fundamentalmente para
mejorar las propiedades tixotrópicas de la misma. |
Micro esferas |
Las Micro esferas se usa fundamentalmente para
disminuir el peso de la pieza y mejorar sus propiedades de
lijado. |
Dióxido de titanio |
El Dióxido de titanio se usa fundamentalmente
para dar color blanco a la misma. |
Microbalones fenólicos |
Los Microbalones fenólicos como carga en
resinas termoestables se usa fundamentalmente para disminuir
el peso de la pieza y mejorar sus propiedades de lijado. |
Si tuviéramos un
molde o un relleno en el que deseamos efectuar una colada con
capacidad estructural, no debemos pasarnos en aumentar la viscosidad
pues lo que queremos es que el espacio en el que colamos el epoxi
quede totalmente ocupado por la resina. Este es el caso típico de un
relleno de un agujero en el que luego queremos fijar un tornillo con
resistencia estructural, o fijar un perno para que quede
estructuralmente unido a la cubierta.
Taller de Epoxi en
Fondear
Saber un poco
como usar el epoxi y resolver problemas es importante. Por
ello en unas semanas
(Enero/Febrero) tendrá lugar el primer taller de Epoxi en las
oficinas de Fondear de "Las Rozas", para que puedas
aprender a manejar el epoxi, las cargas, los diferentes
aditivos y algunos interesantes trucos que te vendrán muy bien
para hacer bricolaje en el barco, saber cómo afrontar
reparaciones urgentes, y ser en definitiva más
autosuficiente cuando navegas.
Trataremos
varios ejemplos prácticos con los que aprenderemos a manejar
los productos, saber como catalizar una reparación en pocos
minutos, como laminar con epoxi, cómo hacer cargas y aplicar
capas con colorantes, hacer reparaciones estructurales o rellenos con
masillas, reparaciones cosméticas en gelcoats y refuerzos de
diferentes tipos.
Gratis para
Socios Club Fondear. Otros asistentes 95€.
Apúntate en el
telf 607 99 90 90 o mándanos un email a info@fondear.com
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TODO SOBRE LAS
MICROESFERAS DE VIDRIO
Las microesferas huecas de vidrio pueden ser de
muchos tamaños desde una milésima de milímetro a esferas de
más de 1 milímetros en aplicaciones especiales, aunque el
tamaño normal comercial es de unos 20 a 100 micras. Se trata
de un polvo de color blanco muy liviano y de baja densidad.
También hay microesferas de tipo fenólico normalmente de color
marrón o creadas a partir de materiales acrílicos.
¿Cómo se fabrican esferas huecas tan pequeñas?
Se trata de un proceso en el que el vidrio
fundido es soplado junto con un gas a través de finísimas
toberas. Existen diferentes procesos en los que se mezcla
sulfato de sodio con vidrio de borosilicato que contienen
sodio y que en su fusión produce gas sulfuroso que al
enfriarse genera las microesferas huecas. Las microesferas de
plástico de tipo acrílico se crean en procesos parecidos pero
tienen una densidad inferior.
¿Son peligrosas?
No especialmente, pero al ser tan ligeras es
conveniente ponerse mascarilla para no respirarlas, o al menos
mezclarlas al exterior y con el envase a sotavento. No son muy
reactivas, pero pueden llegar a irritar la piel y mucosas en
algunas personas por lo que conviene llevar guantes de látex o
nitrilo.
¿Qué tipo de masillas permiten fabricar?
Son muy ligeras y por tanto al ser añadidas a
la resina, reducen el peso y hacen que el material final se
pueda lijar o tornear con más facilidad. La masilla obtenida
es más estable pues el resultado de la mezcla es más estable
al reducirse el coeficiente de expansión lineal. Las masillas
son más transparentes al radar al estar más huecas y también
aumenta n las características de conductividad dieléctrica del
material.
¿Cuáles son sus aplicaciones?
Para fabricar buenas masillas de epoxi para
pegar o rellenar. Aumentan el volumen de la mezcla y reducen
el peso. Las de materiales plásticos se usan en cremas de
cormética o dntifricos y son responsables de la contaminación
por microplásticos. Pero sobre todo las microesferas hacen que
la mezcla polimerizada pueda ser lijada y suavizada para
conseguir un acabado perfecto, lo cual sería muy duro y
difícil de conseguir con una pasta de resina pura.
|
El
gelificante (agente tixotrópico).
Además de la
microesferas de vidrio, debemos llevar siempre en nuestro kit de
epoxi, un tarrito con un polvo gelificante como por ejemplo el polvo
de silicato de aluminio o de magnesio, o el sílice coloidal. Se
trata de materiales tixotrópico que alteran drásticamente la
viscosidad de la resina para convertirla en un gel que puede ser
moldeado como si fuera plastilina o barro.
La viscosidad del epoxi dependerá en primer lugar del tipo de epoxi
que hayamos adquirido, y en mucha medida de la temperatura a la que
se encuentre la mezcla, que puede tener la apariencia de una miel
bastante viscosa, o ser más "liquida" y parecida a la de un aceite
como el que se utiliza para los bebés.
A medida que la
mezcla va siendo cargada con microesferas o arena
fina (sílice), esta va aumentando la viscosidad pero por mucho que
esté cargada tenderá a descolgar si la aplicamos en techos o
superficies verticales en los que la mezcla tienda a caer por gravedad.
Cuanta
más cantidad de microesferas pongamos más fácil será el lijado de la
pieza, pero se perderá poder de adherencia y dureza en el pegado. Si
la mezcla tiene que ser moldeada o puede gotear y descolgarse
durante la polimerización, debemos añadir el gelificante. Para
entendernos, si la mezcla con la carga quedara con la viscosidad de
una miel densa, al poner el gelificante pasará a tener la
consistencia de por ejemplo la pasta de nocilla o nutella, o incluso
hacerse tan densa como el barro de hacer esculturas.
Esto es
importante si el relleno que vayamos a efectuar tiene que seguir una
forma redondeada o un codo que podemos suavizar una vez aplicada,
mediante el dedo mojado en agua jabonosa.
GelCoat y Tixotrópico
En las
reparaciones en cubierta y en la obra muerta, el gelcoat es
fundamental. A todos se nos ha caído alguna vez un objeto pesado
sobre la cubierta que ha hecho
saltar un poco el geocoat en cualquier rincón del barco o de una
superficie anti-derrapante. La reparación debe ser efectuada en
gelcoat que ha de ser catalizado con una gotas de MEKP al 2%. Si la
reparación es en una zona vertical o peor aún invertida, este goteará
mientras no catalice.
Por ello antes de catalizarlo, podemos mezclar un poco de agente tixotrópico para aumentar
significativamente la viscosidad del gelcoat, y
sólo entonces proceder a la catalización. Tendremos tiempo para
aplicarlo e incluso imitar con una espátula las formas prismáticas
características de los antiderrapantes.
Laminar con
Epoxi
El epoxi y otras
resinas permiten crear materiales compuestos, y así es como están
hechos muchos de los barcos en los que navegamos. El Epoxi al hacer
un laminado actúa como una matriz en la que dar forma a las fibras
de vidrio que son las que aportan las propiedades de resistencia al
conjunto. Fibras de vidrio, de kevlar o de carbono, que son la que
aportan las cualidades estructurales y mecánicas, gracias a la
resina que las fija. La forma y direcciones en que vayan estas
fibras es tan importante como la composición de estas. Por ello un
material composite puede variar enormemente su resistencia
dependiendo de cómo haya sido construido de la misma forma que al
resistencia de una pieza de metal variará mucho dependiendo del
metal y aleación utilizada.
Lo más utilizado
como tejido en un laminado en la fibra de vidrio que como su nombre
indica son hebras extremadamente finas de vidrio cuya composición es
muy parecida a la de los cristales de nuestra ventanas. ¿Cómo es
entonces posible que el tejido de cristal sea tan flexible como una
de las ropas que llevamos puestas? ¿Si el cristal de la ventana es
quebradizo y frágil, cómo es posible que las fibras de cristal sean
extraordinariamente fuertes? El vidrio es extraordinariamente fuerte
siempre que la superficie de la fibra no tenga imperfecciones y la
flexibilidad proviene del hecho de tener un diámetro minúsculo y
mucho más fino que el espesor de un cabello.
De ello podemos
concluir que la resistencia se consigue por la cantidad de fibras
aportadas y no por la cantidad de resina utilizada, que ha de ser la
justa y suficiente para empapar correctamente el tejido utilizado.
Por ello en el
Kit Epoxi, es buena idea llevar
algunos fragmentos de tejido biaxial de fibras de vidrio, y si
podemos que sean de diversos gramajes.
Pegar con Epoxi
Supongamos que
queremos crear un armario o un mamparo separador en algún
compartimento o en un cofre de la popa. Podemos cargar un poco el
epoxi para que el volumen de pegamento sea mayor y gastemos menos
epoxi, pero sobre todo para dar un espesor a la unión de pegado y
salvar así las irregularidades de las dos superficies a unir. Si
cargamos poco la resina no sufrirán las prestaciones de pegado.
Es importante
untar las dos superficies a unir por separado y sólo entonces
ponerlas en contacto. Al apretar las piezas a unir sobrará material
que podemos retirar mediante una espátula o herramienta parecida.
Unión
estructural
En vez de retirar
el material sobrante podemos si fuera necesario añadir un poco más,
para dejar un cordón ajustado a lo largo de toda la unión, de forma que
consigamos un resultado mucho más resistente.
Para añadir más
masilla podemos utilizar una bolsa de plástico que
cerraremos para dejarlo conectado a una boquilla, como las
utilizadas en los tubos de silicona. Apretaremos para hacer salir el
material por la boquilla.
Un truco
interesante, en caso de tener que aplicar cordones muy largos,
consiste en utilizar los tubos de silicona vacíos y reaprovecharlos.
Cuando gastamos un tubo de silicona es muy fácil empujar el embolo
hacia fuera con un vástago para reaprovecharlo. Podemos cargar el
material por detrás y meter la pasta de epoxi en el tubo que de esta
forma podremos utilizar cómodamente durante unas horas con un
aplicador estándar. Por tanto la próxima vez que utilice un bote de
silicona acuérdese y guarde algunos envases vacíos.
En estas uniones
de maderas o mamparos perpendiculares podemos utilizar cinta de
pintor en los dos bordes para que al retirarla, una vez suavizado el
cordón mediante una espátula redondeada, el resultado sea
simplemente perfecto.
Si queremos dar
aún más resistencia estructural a esta unión, podremos laminar una o
dos banda de fibra de vidrio que cubran toda la unión hasta una
anchura de unos 5 ó 10 centímetros de anchura. Así es como se
fabrican los barcos en epoxi contrachapado, que tiene una
resistencia estructural enorme pero con un peso bajo, lo que permite
fabricar barcos extremadamente rápidos y libres de mamparos internos
pues el mismo casco actúa como un todo estructural.
Reparar los
tornillos pasados de rosca
En muchas
ocasiones el material al que se fija un tornillo, por ejemplo en una
bisagra, una chapa de refuerzo, o la capa de fibra en la que están
fijados los paneles del techo de un salón, está machacados por culpa
de haber atornillado con demasiado esfuerzo o haberlo metido y
sacado más veces de la cuenta. En este caso debemos inyectar masilla
sin demasiada carga, pero con agente gelificante para evitar el
goteo y esperar a que polimerice. Bastará entonces rehacer una
perforación con una broca fina de 2 milímetros para dejar el
material base listo para recibir al nuevo tornillo.
Un caso parecido
ocurre en las cubiertas cuando tenemos que fijar, sin tornillos
pasantes, carriles o acastillajes sueltos o de nueva instalación.
Las cubiertas están realizadas en sandwich de madera de balsa que de
ninguna manera es capaz de soportar esfuerzos estructurales si lo
que vamos a fijar requiere aguantar mucha fuerza. En este caso la
solución consiste en perforar un hueco cilíndrico en el que debemos
hacer una colada de masilla de epoxi con un carga moderada para que
penetre en todos los huecos. Una vez relleno, podemos aplicar un
poco de calor con un secador de pelo o una pistola decapadora, pues
este calor antes de comenzar la aceleración de la solidificación,
bajará la viscosidad de la mezcla durante unos minutos haciendo que
esta penetre y se adhiera perfectamente al hueco. Una vez
polimerizado debemos hacer una perforación pequeña y acorde con el
diámetro del tornillo que vayamos a utilizar.
Un método muy
parecido puede ser utilizado para fijar un perno de acero inox a
cubierta, o sellar y bloquear una cornamusa con holgura, o incluso
fijar un winch con un pequeño ángulo que facilite las maniobras con
la jarcia de labor. En este caso la masilla de epoxi de relleno si
debe ser cargada a tope ayudada mediante el agente tixotrópico para
que podamos moldear el material que formará el peralte.
Kit Epoxi en el barco
Se trata de
llevar en el barco una caja o maleta cerrada con todo lo que podamos
necesitar para trabajar con resinas y contar con los elementos
necesarios para realizar una reparación o mejora en el barco. Además
de las resinas y cargas comentadas, hay que llevar un bote con
acetona para limpiar las herramientas, papel de limpieza del que
utilizamos en la cocina, guantes de latex, gafas de protección, y la
balanza de cocina digital que habremos conseguido en una gran
superficie por solo unas decenas de euros. Palitos de plástico para
mezclar, un par de espátulas y pigmentos para teñir las mezclas.
Trabajar seguros
Como trataremos
con pequeños volúmenes de mezclas el peligro disminuye, pero debemos
tener presente que la resina epoxi puede irritar la piel y producir
reacciones alérgicas, aunque no son tan irritantes como las resinas
de poliéster o vinilester. El endurecedor del epoxi está hecho con
aminas y son más irritantes que la resina. En general, para trabajar
con resinas debemos protegernos con gafas, guantes y mascarilla,
pero como es de sentido común, la peligrosidad aumenta con el
volumen y nada tiene que ver mezclar unos pocos gramos para un
pequeño trabajo, que hacer varios kilos de mezcla para una gran obra
de refit.
La acetona que
utilizamos para la limpieza de las herramientas o de nuestras manos,
permite disolver el epoxi antes de polimerizar y actúa como vehículo
para trasladar la resina al interior de nuestra piel. Una vez curada
ya no la disolverá. La acetona es altamente inflamable y por si
misma puede producir dermatitis pues disuelve las grasas y es
absorbida por nuestra piel. Intente no respirar sus vapores. Use
guantes, vamos…
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