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Vivimos una época en la que con cierta frecuencia se encuentran
ofertas fabulosas. La acuciante situación financiera hace que
algunos armadores tengan que desprenderse de sus barcos en
condiciones forzadas. A veces es un banco el que (embarga) pone en
el mercado una unidad casi a estrenar a precios impensables. Pero….
¿Qué se “cuece” y donde se “esconden” estas ofertas?
La crisis
pilló desprevenidos a muchos nuevos armadores, y aunque se veía
venir, muchos aficionados habían adquirido sus barcos mediante
herramientas financieras de ahorro fiscal o lo compraron al contado
deshaciendo posiciones de inversión a costa de reducir su liquidez.
Muchos de ellos vieron como su economía se hundía al caer sus
empresas con la crisis del “ladrillo”. Ante la imperiosa necesidad
de tener dinero en “caja”, muchos de estos barcos han sido puestos a
la venta a precios muy bajos. En otros casos son los propios bancos
quienes tienen que embargar las embarcaciones por impago del armador
y sacarlas al mercado por el valor de la deuda en muchos casos muy
por debajo del precio de mercado.
Ahora es el momento
Muchas de
estas ofertas son localizables en portales náuticos de barcos de
ocasión, pero otras que provienen de embargos de bancos, es más
normal que entren en el mercado a través de la red profesional de
broker especializados.
En cualquier
caso ahora es el momento álgido en el que es posible localizar
auténticos chollos. En Europa ya existen parámetros que indican que
lo gordo de la crisis ya ha pasado, y por tanto, poco a poco la
situación se normalizará. Y como las buenísimas oportunidades
tienden a desaparecer, hay que es estar atento y preparado para
cazarlas “al vuelo”.
Los barcos de
esloras medias y pequeñas siguen gozando de cierto movimiento de
mercado y por ello no es tan frecuente encontrar “super” precios.
Con todo, ahora es el momento de cambiar nuestro barco por otro de
mayor eslora conseguido por precio que en algunos casos
sorprenden. Ya nos lo dice el refrán; "A río revuelto…ganancia de
pescadores".
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Como
aprobar la financiación con su banco
Lo
cierto es que si no se logran llevar a cabo más ventas de
barcos mediante financiación, sea del tipo que sea, es porque
los bancos se lo piensan mucho antes de arriesgar dinero en
créditos para embarcaciones de recreo. No hay mucho dinero en
el mercado y los departamentos de riesgo lo ponen muy duro...
Sólo se
puede dejar dinero a quienes puedan garantizar con absoluta
certeza el pago de las cuotas. Ósea a quienes no lo necesitan…
Y eso implica en bastantes ocasiones algo más que una nómina,
pues en los tiempos que corren ¡cualquiera se queda en la
calle en un “santi-amen”! En un escenario en donde la
morosidad se dispara mes a mes, los bancos tienen muy claro
que si un cliente financiado tiene problemas económicos, lo
primero que dejará de pagar será la letra del barco ¡y no la
del piso! Los bancos no quieren quedarse con ninguna
embarcación embargada por impago, por muy buen precio que esta
tenga, y así verse convertidos en brokers ocasionales de un
mercado que ni conocen ni quieren conocer.
El
problema de fondo no radica en la mejora de las garantías
jurídicas para asegurar la propiedad de la embarcación, a
nombre del banco en caso de impagos. El fondo del asunto
radica en que los bancos no pueden jugársela ni lo más mínimo,
por mucho que exista un ‘spread’ o diferencial de tipos
adecuado, que actúe como buena prima de riesgo frente a
impagos de los clientes armadores.
Si hace
un par de años, uno de cada 100 clientes dejaba de pagar, el
riesgo era del 1% y esa era la prima de riesgo que como mínimo
tendría que ser añadida a la rentabilidad del préstamo, para
que el banco pudiera dejarnos su dinero. Ahora con la
morosidad tan alta, el riesgo se dispara y por tanto los tipos
finales a los que el banco ofrece el dinero será algo más
elevado. Afortunadamente con los tipos Europeos tan bajos, al
final los préstamos se quedan en precios muy razonables,…
hasta que suban los tipos, una razón de más para actuar ahora
si realmente piensa en adquirir su embarcación.
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Como siempre,
nuestro consejo es asegurarse bien antes de comprar, controlar la
documentación del barco en el registro, como hacemos cuando queremos
comprar un piso y que una Gestoría náutica especializada y de
confianza coteje esta documentación y la verdadera situación del
barco a nivel documental, propietario y cargas posibles, bancarias o
de otro tipo.
En el caso de
que el barco que se quiera adquirir sea de bandera extranjera, estas
precauciones todavía se deben multiplicar y sobre todo asegurarnos
que después de realizada la baja de bandera del país de origen,
seremos capaces de poder matricular la embarcación en España a un
coste razonable, y que el pretendido “chollo” al final no nos salga
caro.
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