Comprar un Barco
Nuevo: Las claves
Comprar
un barco nuevo, estrenarlo, sentir ese olor a nuevos materiales,
y descubrir por primera vez todos sus detalles, ofrece una grata
emoción. Disfrutamos contemplando su cubierta totalmente
reluciente, acariciando todos sus acabados y el aspecto impoluto
de sus interiores.
En un
barco nuevo con todos los equipamientos a estrenar, lo normal es
olvidarse de importantes gastos de mantenimiento hasta pasados 4
o 5 años, momento en que debemos programar revisiones y efectuar
algunas reparaciones. En un barco
nuevo todo está a punto, para cargar provisiones y echarse a la
mar.
Pero en
muchos casos no podremos permitirnos el lujo de comprar un barco
nuevo, y tendremos que recurrir al mercado de ocasión. La
diferencia de precio entre un barco de ocasión con 5 años de
antigüedad, frente al mismo barco nuevo, puede estar en torno al
30%. La diferencia es aún mayor, ya que cuando
adquirimos el barco nuevo debemos sumar los gastos de los
extras como equipos electrónicos, auxiliar, balsa
salvavidas, etc. Equipos que siempre van ya montados en el barco
de ocasión como son los cabos de amarre, defensas, muelles de
protección de amarre, equipos de seguridad, electrónica,
auxiliar, motor fueraborda…
Por
todo ello, si va apretado de presupuesto, el barco de ocasión
es el camino correcto, siempre y cuando revise el barco a
comprar para evitar malas sorpresas. Si usted no tiene
mucho tiempo libre y no tiene problemas de presupuesto, la opción de barco nuevo es la más
sensata. Pero sepa que incluso en un barco nuevo se gasta tiempo
en mantenimiento y tareas diversas aunque sean de menor
importancia. Los aficionados nuevos que adquieren su primer
barco, quedan en muchas ocasiones sorprendidos y desconsolados
por la cantidad de tareas que tienen que aprender a realizar
para mantener todo en correcto orden de funcionamiento.
El mercado de barcos
"nuevos"
El
mercado de barcos nuevos es muy diferente al de los coches
nuevos o al de las casas, básicamente por su pequeño volumen de
negocio si lo comparamos con los dos ejemplos anteriores.
Mientras que al año se venden decenas de miles de coches, en
barcos de más de 10 ó 12 metros estamos hablando de sólo algunos
centenares de ventas realizadas cada año, y si ya subimos el
listón al de los barcos oceánicos y de muy buena calidad, las
cifras bajan a las decenas (¡Y esto antes de la crisis!).
Total,
que para tan pocos clientes, y tan pequeña cifra de negocio
global, las administraciones no prestan
mucha atención al sector, que por ello carece de organismos
reguladores de la calidad y certificaciones que los astilleros
deban cumplir, seguros de responsabilidad civil, o seguros
decenales frente a fallos constructivos, como por ejemplo ocurre
con la construcción de viviendas en el mercado inmobiliario.
¿Cómo
es posible que haya tantos astilleros para tan reducido número
de ventas? A diferencia de la industria de la aviación o la del
automóvil, montar una fábrica de barcos empezando con proyectos
modestos no requiere grandes inversiones, y prácticamente ningún
control por parte de las administraciones.
No existe ningún instituto nacional de técnicas navales de
embarcaciones de recreo, como a cambio sí existe por ejemplo el
INTA para la aviación. Cualquiera puede montar un astillero o un
gabinete de diseño naval sin necesidad de certificaciones
especiales o realizar depósitos de garantías a ningún organismo
oficial. Cada cual campa por sus fueros, lo cual también tiene
su parte positiva al hacer que proyectos nuevos y modestos
puedan innovar crecer y madurar.
La industria de la náutica de recreo es
pequeña y por ello no puede soportar los costes que se exigen a
la industria del automóvil. No es posible crear un modelo de
cada barco para simplemente someterlo a diversas pruebas y "Crash-Tests"
con el fin de comprobar el comportamiento que tendrá y poder
mejorar aspectos que tendrían que ser corregidos.
Las primeras unidades vendidas de cada modelo son las que
sirven como "pruebas" y son modificadas según las
necesidades a posteriori. En muchos casos el comprador hace las
veces de "conejillo de indias" y de forma "gratis" para el
astillero.
Es duro, pero así están las cosas, y si el fallo a corregir le
sorprende navegando por la costa cercana el problema será menor,
pero como pretenda hacerse verdaderamente a la mar y navegar
atravesando el Atlántico… Por todo ello es muy buena idea
comprar un modelo que ya lleve en el mercado uno o dos años
en producción, de tal forma que los posibles fallos hayan dado
ya la cara en las primeras unidades.
Barcos nuevos en ofertas de
Salones Náuticos
Si
piensa comprar el barco expuesto en un salón náutico porque le
ofrecen un descuento especial o le regalan una serie de
accesorios, tenga varias cosas en cuenta. La primera de ellas es
que por el barco van a pasar muchos cientos de personas
toqueteándolo todo y en algunos casos forzando bisagras y otros
elementos. Son asuntos menores y por ello merece la pena la
compra pues nos ahorraremos seguramente los gastos de
transporte y sacaremos algunos extras "gratis".
Pero algunos astilleros se ven obligados a trabajar contra
reloj en fábrica para poder dejar el barco listo para mostrarlo
en la exposición y esto puede repercutir en la calidad de los
acabados por las prisas de última
hora. Tenga en cuenta que comprar el primer barco de una nueva
serie no es siempre la mejor idea. Siempre quedan cosas por
mejorar en la primera unidad. Deje que otros hagan los tests del
barco. Cuando de un barco se han fabricado muchas unidades, se
han mejorado muchísimos detalles gracias a los consejos de los
primeros armadores.
Desde
el punto de vista contractual tampoco hay uniformidad de ningún
tipo, y en muchos casos el comprador actúa con demasiada
frecuencia, de buena
fe, pudiendo quedar "pillado" en la operación de compra si el
astillero llega a tener problemas financieros. Comparado con el
mercado inmobiliario, observamos que no existe ninguna garantía
en los pagos contra certificaciones de la construcción, como por
ejemplo ocurre en las constructoras inmobiliarias con sus
obligadas certificaciones de obra. Conocemos de casos en los que
el astillero utiliza los pagos de un nuevo comprador para
finalizar la construcción del barco de otro comprador anterior,
o astilleros que suben el precio del barco tras firmarse el
acuerdo de compra.
Manual del buen comprador: 10 claves a tener en cuenta
1.
No es lo mismo comprar una pequeña
lancha de 5 ó
6 metros de eslora, que un yate de 50 pies en el que habremos de
invertir varios cientos de miles de Euros. Si para el primer
grupo, la compra es casi tan evidente como ir a un concesionario
de coches y comprar cualquier modelo, para los yates y veleros
de importancia, debemos tener cuidar y revisar los términos del
contrato con un abogado o asesor, especializado en compra
de embarcaciones.
2.
Compare
mucho entre diferentes astilleros que ofrezcan productos
parecidos, como también lo haría si fuera a comprar un barco de
ocasión. Intente localizar a varios compradores que hayan
adquirido este mismo modelo. Los astilleros más convencidos de
su calidad y transparencia no deberían negarse a ofrecer esta
información.
3.
Los
chollos no existen. Si bien es cierto los hubo, las
oportunidades "increibles" ya han pasado. Para saber si
un barco está bien de precio compare su precio por "Kilo" de
desplazamiento. (¡Sí, al peso!) Demasiados inexpertos
comentan que los barcos cuestan aproximadamente, a tantos euros
cada metro de eslora... Un disparate ya que sólo puede cumplirse
en un rango muy limitado de esloras.
Sin embargo tiene mucho sentido hacerse una idea del orden de
magnitud del precio del barco, calculando a cuanto sale el
kilo de barco, conociendo naturalmente el desplazamiento de
la embarcación. Si un barco parecido al que usted busca cuesta
por kilo de peso mucho más barato, deberá preguntarse si el
ahorro procede de un casco demasiado débil y con menos capas de
fibra, peor calidad en sus accesorios, y equipamientos, o por el
contrario el ahorro procede de una mano de obra peor pagada lo
cual no siempre significará mermas en la calidad final. En
cualquier caso, calidades equivalentes de diferentes barcos
ofrecen coste por kilo de desplazamiento muy parecidos.
4. La
seguridad que ofrece un constructor de renombre y
asentado en el mercado, debe ser muy considerada. Pero no deje
de informarse sobre la marcha de la empresa. A veces los
astilleros cambian de manos por problemas financieros. Los
nuevos dueños puede que sigan o no, al igual que los niveles de
calidad acostumbrados. Importantes marcas del marcado muy
conocidas han cambiado en los últimos años de manos, en algunos
casos para mejor, y en otros ..no tanto.
5. Pedir
informes financieros del astillero y también del distribuidor no
está de más, y aunque pueden quedar “tapadas” muchas cosas, está
claro que si existen demasiadas irregularidades estás saldrán a
la luz. Existen astilleros que cuando las cosas vienen mal
dadas, bajan la calidad de sus productos sin que ello suponga un
descenso en el precio para el comprador.
6. Una vez decidida la compra
y firmado el contrato, no pida modificaciones del
proyecto o nuevos extras ya que estos son pagados muy caros, por
no hablar de las modificaciones que a veces puede llegar a ser
ruinosas. Además cualquier modificación sobre la distribución
"estándar" que ofrece el fabricante no sólo es peligrosa sino
que además será cobrada muy cara.
Ojo, ya que los astilleros tienen muy bien estudiado todas las
dimensiones y quizás al pretender ganar unos centímetros a un
camarote, esto puede hacer impracticable el paso al sofá en el
salón. Por ello antes de pasar el pedido, considere con espíritu
crítico todos los accesorios y necesidades.
7. Tenga
presente que muchos elementos extras como la electrónica
puede ser perfectamente montados a posteriori por un profesional
instalador, lo cual le puede ahorrar dinero si la entrega del
barco es a largo plazo (más de un año), ya que los precios de la
electrónica tienden a la baja a bastante velocidad. Además los
técnicos instaladores de cada equipo son verdaderos
especialistas en su materia, lo cual no se puede decir de todos
los oficios de algunos astilleros.
¿Pagar impuesto de matriculación por los accesorios?
Hay algo importante que debemos destacar sobre este
particular. Cuando compra todos los accesorios por ejemplo
un costoso pack de electrónica, la valoración de todo el
equipo quedará incluida en el precio final del astillero,
por los que tendrá que pagar el 30% de impuestos sobre
esta partida, y no solo el IVA correspondiente. El hecho es
sumamente injusto, ya que si lo monta a posteriori una vez
matriculado y pasado un cierto tiempo para que la hacienda
pública no pueda reclamarle, se ahorrará un coste
importante.
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8. Tenga
presente que incluso las mejores marcas del mercado no
garantizan que el barco esté absolutamente perfecto. Si aparece
algún problema éste deberá ser reparado a posteriori, y
normalmente el astillero siempre exige que sea corregido por
su distribuidor. Si usted se ha llevado el barco lejos, a
otro lugar, tendrá dificultades para que se lo pueda reparar
cualquier otra empresa de servicios que facture a su vez al
distribuidor o al astillero. Por ello es importante comprar el
barco al distribuidor que se encuentre en su zona de navegación
habitual.
Si usted
compra un coche nuevo en Bilbao y se va a vivir a Sevilla, la
garantía seguirá cubriendo el coche en Sevilla, aunque lo haya
adquirido en Bilbao... Y aunque esto mismo debería ser aplicado
al mercado náutico, las cosas distan mucho de la realidad del
mercado de la automoción.
9. Cuando
redacte el contrato de compra, intente retener un 5% ó 10% del
pago del barco mediante una cláusula según la cual pagará este
último porcentaje tras hacer las pruebas de navegación y sea
aceptada la posible lista de deficiencias. Si el astillero no es
de gran renombre intente revisar el barco en fábrica, antes de
que sea botado para las pruebas de mar.
Es difícil protegerse contra un incumplimiento por parte del
astillero. Por ello, de nuevo una gran marca le
ofrecerá confianza. Exija que en su contrato aparezca un número
de casco que debe estar grabado en el casco, y un número de
orden de fabricación. Asegure que todos los pagos parciales se
hacen a cuenta de ese barco concreto. Si puede visitar el
astillero sáque fotos a su barco. Redacte el contrato de tal forma que
asegure la propiedad de su barco sea cual fuere el estado de
finalización y acabado de este barco irrevocablemente a su
nombre. Si tiene que efectuar pagos a cuenta, hágalos coincidir
con la finalización y comprobación de diversas fases en la
construcción del barco.
10. Si
quiere utilizar su barco nuevo para un gran viaje, es importante
dedicar varios meses en navegación local, probando todos los
sistemas y verificando el buen comportamiento de la embarcación
en todas las condiciones del mar. Además para hacer un largo
viaje, tendrá que instalar equipamientos adicionales cuyas
instalaciones y verificación de buen funcionamiento no se hace
ni mucho menos de un día para otro.
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