La última pregunta de navegar de popa
cerrada más rápido que el viento es la más contra-intuitiva de todas
ellas, pues
desde el momento en que navegáramos arrastrados por el viento a su
misma velocidad, el viento relativo es cero, y por tanto cabría
pensar que no es posible adelantarse a esa masa de viento que nos
empuja. Pero en física, la primera impresión no siempre es la
verdadera y efectivamente, además de ser posible navegar de super-ceñida,
directamente CONTRA el viento a cero grados respecto a su dirección,
también es posible adelantar al viento en empopadas cerradas.
AC72 a tres veces la
velocidad del viento
Da gusto verlos navegar en las costas
de la comunidad Valenciana entrenando a velocidades que parecen no
tener límites. Los Catas de la Copa América regatean bien trimados a
3 o 4 veces la velocidad del viento. Este 18 de Junio el Emirates New
Zealand registró una velocidad de 44,1 nudos con un viento de solo
15,6 nudos.
Los veleros “sienten” lo que llamamos
el vento aparente y que es MUY distinto al viento real,
especialmente en los barcos de altas prestaciones como estos AC72.
El viento real es el que realmente mueve el barco, pero como
resultado de ello los que van en el barco "sienten" un viento
resultado de la suma de la velocidad del viento real y la velocidad
del velero.
De este viento aparente, es del cual
se extrae energía capaz de propulsar el velero. Pero en popas cerradas el
aparente al ir totalmente empujados por el viento a su misma
velocidad es cero, lo cual en una ecuación de potencias expresado en
un denominador matemático da como resultado magnitudes infinitas...
Parece que matemáticamente,
no es posible avanzar más rápido que el viento…
salvo que la expresión matemática tenga excepciones y el barco navegue según principios físicos muy distintos, como ahora
veremos:
Velas Rotativas
El concepto fue patentado en
Inglaterra en el año 1.935, por Walker Windsail Systems, aunque
hasta ahora no se haya utilizado salvo en contados prototipos. La
idea consiste en un generador eólico, (parecido a los que ahora
vemos en los campos para producir energía eléctrica) y cuyo
movimiento acoplado a una caja de engranajes, acciona una hélice
bajo el agua. La propulsión proviene por tanto del movimiento una
hélice debajo del agua, como si se tratara de una barco de motor normal. Se podría
utilizar en vez de una conexión mecánica, un motor eléctrico que
utilizara la potencia eléctrica generada por la turbina de viento.
Si navegamos en un prototipo como
este, directamente contra el
viento, el viento relativo es máximo y la turbina producirá la
máxima energía, que es trasladada hacia la propulsión de la
hélice debajo del agua. El sentido de giro de la turbina será el
mismo al de un aerogenerador tradicional que crea energía eléctrica
a partir del viento. Ojo a este detalle como veremos más adelante.
El prototipo puede llevar una conexión
mecánica a través de una desmultiplicación o caja engranajes. Quizás podríamos generar energía eléctrica que alimentara un
parque de baterías del que se abasteciera un motor eléctrico de
propulsión. O podríamos utilizar esta potencia eléctrica para
alimentar directamente a un motor eléctrico que accionara la hélice debajo del
agua. Hemos visto prototipos de catamaranes según este principio,
con uno o más mástiles en cuyo extremo está ubicado una
aerogenerador.
El BlackBird exponsorizado
por Google
En 2010 el prototipo Blackbird,
financiado por Google y creado por el ingeniero Rick Cavallaro, aunque
"navegaba" en tierra firme, estableció un nuevo record en pista
asfaltada directamente a favor del viento, 2,8 veces más rápido que
la velocidad del viento, y 2,1 veces la velocidad del viento al ir
contra él. Algo que parece imposible de primeras dadas… ¿Cómo
puede ser?
Aunque esta misma idea aplicada a los barcos
ha sido desarrollada en distintos prototipos con mayor o menor
éxito, lo cierto es que es posible, aunque nunca se haya demostrado,
como por el contrario si se ha hecho sobre asfalto. Con veleros de velas rotativas, es posible
navegar en todas las direcciones de viento incluso directamente
frente al viento.
Más rápido que el
viento a FAVOR del viento
Cuando leí sobre ello, mi primera
impresión fue de total incredulidad. Si navegáramos a la misma
velocidad del viento, la velocidad relativa del barco o lo que es lo
mismo, el viento relativo es CERO. Y a partir de allí... pues ya no es
posible "extraer" energía del viento. Pero el Blackbird
demuestra lo contrario. Osea es posible
“navegar” más rápido que el viento al hacerlo a favor del viento. Pérdidas de rendimiento aparte,
trasladar el ejemplo del BlackBird a la náutica, consiste en
convertir las ruedas del prototipo en una hélice debajo del agua.
Deberíamos utilizar una hélice de gran superficie y mucho paso par
evitar el 'deslizamiento' (del cual ya hemos escrito en otros
artículos).
El físico Alex Kusenco de la
Universidad de UCLA, perdió una apuesta de 10.000$ al pensar que era
imposible, y de hecho supuso el motivo para animarme a escribir el
presente artículo. Físicos y divulgadores
tan conocidos como Neil DeGrasse Tyson pensaban lo mismo; imposible. Lo cierto
es que el planteamiento de la velocidad relativa es incierto si el
vehículo va propulsado trasladando el movimiento de la turbina hacia
el movimiento de unas ruedas y el planteamiento físico debe ser efectuado
en términos de energías.
En este modo de propulsión, la hélice
de la turbina al viento, gira en sentido contrario a como lo haría
un aerogenerador (aún más raro todavía). En el "Blackbird" de Google,
el movimiento de las ruedas contra el asfalto es lo que transmite
mecánicamente movimiento e impulsa la turbina que gira en sentido
contrario al de la masa de viento. Es decir la turbina actúa como un
"ventilador" y no como un aerogenerador, y propulsa aire hacia atrás más rápido que la velocidad
del viento, creando un efecto de "acción y reacción". De nuevo se
produce una contra-intuición y parece que hemos inventado un móvil
perpetuo. Pero no es así.
Sigamos con el ejemplo del Blackbird
que ha demostrado esta posibilidad en la práctica, y
que luego podemos trasladar a un barco sustituyendo ruedas por una
hélice debajo del agua. La potencia generada por el arrastre de las
ruedas contra el asfalto es igual al producto de la fuerza de las
ruedas contra el asfalto, multiplicado por la velocidad angular de las
ruedas. Y esa potencia debe ser igual a la fuerza de la hélice de la
turbina multiplicada por la velocidad relativa del viento. Dejamos unos videos en
los que se explica más
detalladamente el razonamiento físico, para aquellos que quieran
profundizar en el modelo físico y matemático.
Barcos de paneles solares
Son ya una realidad y existen varios
modelos en el mercado tanto en pequeñas motoras como en catamarán
cuyo HardTop está formado por una gran extensión fotovoltáica sin
posibilidad de quedar ensombrecidos por vela alguna, pues por no
llevar, no tienen ni siquiera mástil. A cambio, equipan una
importante extensión solar de más de 150 metros cuadrados, capaz de
generar una potencia solar de unos 30 Kw, cuya energía puede
almacenarse en un parque de baterías de litio, que a su vez alimenta
a los motores.
Poco a poco van apareciendo nuevos
modelos en el mercado con prestaciones sorprendentes. Navegando a
una velocidad baja de entorno a 5 nudos, algunos modelos son capaces
de navegar de forma continua, mientras haya sol. Es decir la
producción de energía iguala al consumo, sin necesidad de pre-almacenar
energía para poder navegar posteriormente.
La "química" de las baterías
evoluciona a gran velocidad, y en los próximos meses empezará la
comercialización de células de litio de estado sólido, que tras el
coche eléctrico, serán adoptadas por la náutica de recreo. Más
capacidad por unidad de peso, más seguridad y mejor precio, son las
características de estas nuevas tecnologías con las que seguirá
imparable la evolución de los barcos con motores pequeños movidos
mediante baterías y producción solar.
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