Es sabido que la
gasolina, a diferencia del combustible diesel, puede generar por
evaporación gases muy peligrosos, sobre todo durante el caluroso verano.
Almacenar 200 litros de combustible en un
tanque que puede evaporar gasolina y cuyos
vapores podrían quedar atrapados en el compartimiento del motor,
impone respeto.
Al poner en marcha el motor,
cualquier chispa del sistema de encendido sería suficiente para
detonar el volumen de gas, generando una fuerte explosión,
que a su vez desencadenaría un incendio imposible de controlar.
Los barcos de gasolina con motores
fueraborda son mucho más seguros, pues aunque el depósito sigua estando
dentro del barco, el motor y por tanto el “creador”
de la explosión, queda fuera. Hay muchos
barcos de gasolina que explotan todos los años en todo el mundo,
aunque estos datos sean poco difundidos, frente a prácticamente ninguno con motores fuera borda.
Por el contrario, los motores diesel
son mucho más seguros. La explosión es imposible y para que el
diesel arda es necesario que el combustible esté a alta temperatura.
El diesel se comporta como si se tratara de un "aceite" ligero. Es
bien sabido que si se intenta poner una cerilla sobre el aceite con
la intención de inflamarlo, éste no arderá a no ser que se encuentre
a muy alta temperatura -como ocurre por ejemplo con una sartén de
aceite caliente en la cocina. Es cierto que existen siniestros
en barco con motores diesel, pero el desencadenante de estos
incendios es casi siempre un circuito eléctrico en malas condiciones
que al calentarse dispara el incendio.
Vacaciones truncadas
Javier lleva varios días dando la vuelta a Mallorca con
sus amigos. Acaba de amanecer y tras un
rápido desayuno, se disponen a comenzar una nueva etapa de
navegación.
Al dar contacto para arrancar motores, la popa estalla
como una bomba. Inmediatamente tras la explosión, todo el solarium de popa empieza a arder. Los
tripulantes se tiran al agua, pero el que está sobre la
plataforma de baño se quema la cara y las manos.
Sorprende la inmediatez de todo lo
sucedido. En medio segundo se produce la explosión, el incendio y el
salto de la tripulación al agua.
Javier y sus amigos han tenido mucha suerte, tanto en la explosión,
como en el incendio desencadenado. En estos casos es fácil morir
en la deflagración, como
ocurre en varios barcos cada año a lo largo del mundo.
Menos mal que lo acaecido ocurrió a
pocos metros de la playa. De haber ocurrido mar adentro durante una
jornada de pesca, el asunto se complica aún más, al convertirse en
naufragio sin balsa salvavidas y sin aviso a salvamento marítimo...
Ojo con los barcos de gasolina
Cuidado con los intraborda de gasolina,
pues muchos armadores pasamos por alto, que el gran volumen de
combustible puede convertirse en una bomba si no
prestamos atención a ciertas normas de seguridad.
1- Antes de arrancar es del TODO
necesario abrir el compartimiento del motor y ventilar la zona
durante 2 ó 3 minutos. En Mallorca y en verano, a las 6:30 de la
mañana el sol aún no calienta con fuerza y sin embargo el barco ya
era un "polvorín" a punto de estallar. Ventilar el
compartimiento del motor es del todo necesario aún con temperaturas que no sean demasiado altas.
2- Poner a continuación en marcha los
ventiladores del motor y prestar atención al zumbido de los
electro-ventiladores, para
cerciorarnos de su correcto funcionamiento. Puede ocurrir que a
pesar de poner en marcha el interruptor estos no funciones por culpa
de un fusible o falso contacto. Debemos dejarlos en marcha varios
minutos antes de proceder al arranque de los motores.
3- De vez en cuando hay que echar un
vistazo al motor y especialmente a la línea de alimentación de
combustible, para asegurar que el tubo de la gasolina no gotea ni
tiene ninguna pérdida. Debemos tener presente que una gota de
gasolina sobre un carter caliente genera de forma instantánea un
montón de gases explosivos cuya temperatura de ignición es
moderadamente baja.
Ojo con el seguro
Existen bastantes barcos intraborda de
pequeña eslora y bajo presupuesto, con motores gasolina y
transmisiones de colas o Z-Drive, menos apreciados
en el mercado. Son más
"peligrosos" si no se operan con el procedimiento
adecuado. Además el mantenimiento de las colas es más laborioso y caro, si lo
comparamos con los barcos equipados con los motores fuera-bordas.
Los armadores prefieren motorizaciones fuera-bordas por tener
grandes ventajas frente a los intrabordas. Tan es así, que ahora es
normal encontrar modelos de 10 a 12 metros o incluso mayores
esloras, diseñados para ser motorizados mediante fuera-bordas.
Los barcos pequeños y económicos,
suelen tener pólizas de seguros con coberturas insuficientes. Este fue el caso de Javier. Siempre
debemos solicitar la cobertura de "remoción de restos" y es buena
idea pedir también la cobertura de "salvamento marítimo".
Además de la desgracia de perder el
barco (y casi la vida), el seguro no se hizo cargo de la
remoción de restos. Salvamento marítimo acudió
a sofocar el incendio y poco después el barco se
fue a pique. El coste de la remoción de los restos hundidos costó cerca de 2.000 €
y tuvo que ser
asumido por el propietario...
Debemos revisar las coberturas de la
póliza para comprobar que en caso de una desgracia, al menos tenemos
cubierto la Responsabilidad Civil, la Remoción de restos y el
Salvamento marítimo.
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