Cuando el depósito de Diesel está contaminado y
tiene una humedad excesiva, el problema de los hongos del gasoil es
casi inevitable. Un problema muy típico ocurre con los tanque muy
grandes, especialmente si estos son metálicos, que quedan casi
vacíos durante largos períodos. La condensación de humedad en el
interior las paredes de tanque conduce a la presencia de algo de
agua que a su vez producirá el crecimiento de bacterias que son
capaces de digerir el diesel, formando como resultado una especie de
gelatina negra capaz de anegar cualquier filtro.
El motor no coge revoluciones y
notamos una marcada falta de potencia. Lo primero que debemos mirar
es el sistema de alimentación, para asegurar que el motor recibe
suficiente cantidad de combustible.
Al acceder al interior
de un tanque metálico en un barco con problemas de combustible, nos
encontramos con este 'panorama', originado por los hongos del
diesel. Hay que vaciar y limpiar en profundidad.
Diesel limpio o contaminado
Es fundamental que el combustible que
entra al motor esté totalmente libre de contaminantes y que pueda
disponer a un flujo suficiente. En caso contrario se producen
presiones negativas que conducen a mermas de potencia y revoluciones
y en casos extremos a paradas del motor.
Por ello es importante montar un
sistema de pre-filtrado que asegure la limpieza del diesel que llega
al filtro de combustible del motor. Si el tanque tiene suciedades,
estas deben ser atrapadas por el sistema de prefiltrado. En una
buena instalación debemos prever dos filtros y sus valvulerías, para
que podamos conmutar el circuito sin detener el funcionamiento del
motor y detectar rápidamente un posible fallo en el sistema de
filtrado.
Estado de un filtro
que aún pudiendo trabajar, debería ser sustituido por otro nuevo.
Tipos de contaminación Diesel
(agua, partículas, microorganismos)
Lo más típico y molesto es la
contaminación por colonias de microorganismos formados por bacterias
y/o hongos, que en condiciones ideales pueden proliferar a una
velocidad vertiginosa. Pero lo normal suele ser la proliferación de
bacterias, pues los hongos y algas necesitan luz solar para poder
realizar la fotosíntesis, y esta no suele estar presente en el
interior de los tanques de combustible.
Una contaminación también bastante
frecuente es producida por pequeñas partículas contaminantes
provenientes de restos de pintura o partículas de arena y de todo
tipo, que pueden provenir de un tanque en mal estado y oxidado, o de
una gasolinera de baja calidad, que ha comprado el combustible a una
refinería que no da la talla, o con empresas de transporte de
combustible con tuberías contaminadas y poco cuidadas.
Como ya hemos comentado, el agua es
una de las contaminaciones más típicas, y puede provenir de la
propia gasolinera o de una aportación de agua al depósito debido a
una falta de aislamiento del exterior, o por un problema de
condensación. Los tanques metálicos condensan en sus paredes
interiores más agua que los de plástico, y en algunos casos puede
ser necesario proteger a los tanques metálicos con materiales
aislantes para ayudar a evitar la condensación en su interior.
En algunos combustibles no es raro
encontrar hasta un 1% de humedad (en peso), sin que se lleguen a
formar gotas de agua. Este problema ocurre más fácilmente con los
combustibles ecológicos que ya no llevan nada de partículas
sulfurosas y que facilitan la absorción de humedad ambiente. Cuando
el combustible ya no puede absorber más agua, o ésta se aporta del
exterior, se forma una película de agua más pesada que va al fondo
del tanque. El agua aparece en estado líquido, o se emulsiona al
diesel formando una mezcla lechosa y traslúcida que puede contener
hasta un 3% en peso de agua.
Si el agua pasa al common-rail del
motor en forma de humedad disuelta en el diesel, el problema es
bastante inocuo, pero si entra emulsionada, esta agua puede producir problemas serios y averías caras en los sistemas de inyección,
bombas de inyección e inyectores. El combustible emulsionado tenderá
a separar el agua que quedará en el interior del sistema de
inyección, pudiendo provocar averías por oxidación de las piezas
metálicas del interior del sistema de inyección.
El agua del interior del tanque de
combustible puede ser eliminada de forma sencilla mediante filtros
con decantadores o en casos extremos, bombeado el agua a un deposito
de deshechos.
Dos pre-filtros en
paralelo para conmutación 'en caliente'
Aditivos
Existe una variedad de productos y
aditivos que se añaden al diesel para dispersar el agua o impedir el
crecimiento de bacterias. Pero la mayoría de estos productos tiene
alcoholes que son capaces de absorber la humedad y el agua, con el
inconveniente de que el alcohol es un disolvente problemático en las
líneas de alimentación de combustible pues puede disolver con el
tiempo las gomas. Otros aditivos sin alcohol,
hacen justo lo contrario, impidiendo la emulsificación o absorción
de agua, para que esta precipite y pueda ser extraída en el
decantador del prefiltro.
Como ya hemos comentado, el agua
además contribuye activamente a la proliferación de bacterias y por
ello constituye la raíz del problema que debemos resolver.
Filtración en etapas
El pre-filtro con decantador es
fundamental y suele estar atornillado a algún mamparo cerca del
motor. El combustible sale de los prefiltros y se dirige entonces al
motor en donde la bomba de combustible lo impulsa al filtro más fino
del motor.
El pre-filtro captura y separa el agua
y filtra las partículas de mayor tamaño. Es importante configurar
una instalación que permita un mantenimiento sencillo sin que entre
aire al circuito, que deberíamos purgar si este fuera importante.
Los mejores filtros llevan un sistema de alarma que avisa al armador
en caso de detectarse agua en el circuito. La instalación de un
vacuometro en su salida nos permitirá conocer si el elemento
filtrante está ya colapsado y debe ser sustituido.
Un buen esquema de
filtrado PRIMARIO. El Diesel que sale del depósito entra
simultáneamente en dos prefiltros protegidos por llaves que pueden
cerrarse de forma independiente, lo cual permite hacer el
mantenimiento de uno de ellos mientras el otro sigue asistiendo a la
alimentación del motor en marcha.
A la salida de estos
prefiltros se conectan otros dos de 10 micras y posteriormente otro
de 2 micras que protege de forma casi indefinida el filtro propio
del motor que a veces es más dificil de sustituir. En la salida del
sistema de filtrado hemos colocado un medidor de vacío que se
chivará si la cadena de filtrado está demasiado embotada.
Alarmas de filtrado y medidores
Algunos tipos de filtros incluyen un
sensor de agua, de tal manera que si este filtro detecta agua en su
interior, tendremos una alarma en el panel
de instrumentos avisando la presencia de agua en el
combustible. Esta alarma detecta agua separada y no emulsionada en
en forma de humedad disuelta dentro del combustible.
Otro elemento interesante es el
vacuómetro medidor de vacío, que nos permitirá saber el grado de
obstrucción que tienen los filtros.
Si el filtro está demasiado
obstruido y no deja pasar suficiente combustible, cuando la bomba de
combustible del motor intenta absorber el diesel, se producirá un
vacío en la línea de alimentación que podemos detectar mediante el
medidor de presión, como una presión negativa.
En definitiva, un vacuómetro nos indicará el estado de obstrucción del pre-filtro,
ayudándonos a diagnosticar un futuro fallo en la alimentación de
combustible del motor.
En la imagen el medidor no aprecia
nada presión negativa lo cual indica que los filtros están limpios y
no cae la presión en la línea de alimentación.
Elegir el filtro correcto
Cuanto más "coma" un motor, más grande
será el flujo de combustible a alimentar, y por tanto el filtro ha
de ser capaz de filtrar más combustible. Lógico…
Pero el volumen de diesel que entra al
motor es notablemente superior al consumido, pues parte de este
combustible se devuelve al depósito por el tubo de retorno. Los
motores diesel utilizan este sistema como refrigeración del circuito
de alimentación de diesel. Por ello, capacidad del filtrado del pre-filtro
debe ser bastante mayor al consumo del motor. En los motores "common
raile" a veces el doble…
Si tenemos una motora con dos motores
diesel de 200 CVs, deberíamos contar, en principio, con un filtro que acepte unos
200 litros/hora, pero si estos motores son common rail, el
prefiltrado debería aceptar un flujo de unos 350 litros/hora. Una
forma de conseguirlo es utilizando varios filtros en paralelo, o
bien con un filtro único de mayor tamaño.
Otro asunto fundamental es el tamaño
de las partículas filtradas en este circuito primario. Si los
filtros son de 2 micras, el diesel llegará muy limpio al motor pero
se nos colapsará antes, pues el número de partículas filtradas es
inversamente proporcional al tamaño de las partículas que filtremos.
Uno de 30 micras es demasiado basto y tardará en dar señales de
agotamiento, pero hará trabajar más al filtro del motor, y aunque
uno de 10 micras puede resultar correcto, bastantes fabricantes de
motores indican que debemos utilizar un prefiltro de 2 micras en el
circuito primario de filtrado, pues además suele ser más fácil y
barato sustituir un filtro en el primario, que en el propio motor,
dejamos de esta forma el del motor como filtro de seguridad. Todo
ello conduce a que dependiendo de la potencia de los motores y del
tipo de instalación, sea conveniente dividir y montar filtros en
cascada, de modo que tengamos un primer filtro de 30 micras, luego
otro de 10, y finalmente otro de 2 micras.
Cómo funciona un
filtro ciclónico
En un filtro de tipo ciclónico,
como este 'Racord' USA, el combustible (en
flechas de color Rojo) entra y pasa una válvula
anti-retorno formada por una esfera flotante, hacia la parte
inferior del filtro en donde podemos hacer una inspección
visual del diesel que entra, mirando la cazoleta transparente.
El doble embudo con aletas de
plástico obliga al combustible a circular formando un
movimiento circular ciclónico que tiene a separar las
partículas de mayor tamaño por fuerza centrífuga, que caen
depositada al fondo, como también lo hará el agua por
gravedad, al ser más pesada que el combustible. Estas
impurezas puede ser drenadas del filtro abriendo la llave
situada en la parte inferior del filtro.
Una vez centrifugado, el diesel
(flechas azules) sube
hacia la parte superior del cuerpo filtrante atravesando el
cartucho de celulosa filtrante y hasta alcanzar la parte
superior cerrada por la tapa que podemos abrir fácilmente sin
herramientas, retirando la palomilla de bronce de la tapa
superior. El filtro utilizado (flechas
verdes) en este tipo de cartuchos suele
ser de 30 micras lo cual deja el combustible listo para una
última filtración a 10 y / o 2 micras.
El combustible ya filtrado (flechas
verdes) baja de nuevo por el tubo
central del cuerpo de aluminio del prefiltro, en el que está fijado el cartucho filtrante, para
salir filtrado por el lado contrario al de la entrada. Desde
esta salida podríamos entrar en otro filtro a 10 micras y
conectar un medidor de vacío que detectará el estado en que
está el cartucho filtrante. |
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