Si “cateamos” en varias de estas
preguntas, debemos hacer pruebas más contundentes, como es medir la
compresión, la cual nos va a indicar de forma más precisa, el estado
interno de los cilindros y las válvulas y sus asientos. Debemos
tener el libro o manual de mantenimiento del motor para conocer los
datos de compresión en estado correcto y poderlos comparar con las
medidas tomadas.
Como regla general debemos aceptar que
una pérdida de hasta un 10% es aceptable, siempre y cuando no haya
una desviación de compresión más allá del 5% entre los distintos
pistones del motor. Un maletín con la herramienta para la medición
de compresión de motores diesel, se puede conseguir por unos 80€ en
Internet. Y debe ser para Diesel, pues los medidores para motores de
gasolina son distintos al tener un rango de presiones muy
diferentes.
Una revisión intermedia
Si la prueba de compresión está bien,
no quiere cambiar el motor por ahorrar dinero, y prefiere dejar para
más adelante un posible overhaul, puede recurrir a una puesta a
punto general del motor sin necesidad de desmontarlo ni sacarlo del
barco, que dará una segunda juventud por un presupuesto moderado.
Para ello, además de sustituir
líquidos y filtros (aire, gasoil y aceite), deberemos cambiar
impeler por supuesto, o incluso cambiar la bomba de refrigeración
entera, limpiar el intercambiador llenándolo toda una noche con
vinagre de manzana para eliminar las calcificaciones, sustituir el
codo del escape, poner un nuevo alternador, cambiar correas, y
cambiar también inyectores y quizás mandar revisar la bomba de
inyección. También debemos revisar silent-block y cambiarlos si
están demasiado deteriorados y por supuesto revisar, si o si, la
línea de combustible, incluido el depósito y sus impurezas.
Una vez
finalizado el "Overhaul', toca llevar y montar el motor en el barco
¿Motor Marino o de Coche?
Sobre los repuestos, hay que indicar
que MUCHOS motores marinos parten de un bloque motor normalmente
diseñado para la industria del automóvil, y que ha sido "marinizado"
por la marca. Por ejemplo, el Volvo MD2020 es en realidad un motor
Perkins fabricado en Japón. La marinización por Volvo consiste en la
instalación de un intercambiador de calor. El resto es puro Perkins
y como tal, el precio de las piezas, si las compramos como Perkins y
no Volvo, es del orden de una tercera
parte o incluso menos, por tanto brutalmente más barato. Debemos encontrar
los repuestos como Perkins y no como Volvo.
Lo mismo ocurre con algunos motores
Yanmar cuya base es un motor de automoción Toyota (por eso son tan
buenos…), aunque otros motores están fabricados directamente por
Yanmar en Japón. La diferencia es muy sencilla; el mismo alternador
vendido por el distribuidor Yanmar costará del orden de 1.000€ y si
va a una tienda especializada en alternadores para coches lo
encontrará por algo más de 100 €.
Volvo produce de forma propietaria sus
modelos de mayor potencia mientras que los pequeños son Perkins
marinizados por Volvo. Pero a su vez Perkins utiliza Kubota como
base para crear su motor. Perkins (UK) pertenece a Caterpillar
(USA).... Y la historia se complica… Los franceses Nanni dependiendo de
la potencia, están construidos a partir de bloques Kubota, MAN,
Toyota, o John Deere (el fabricante de tractores USA). Vetus usa
para sus motores Kubota o Mitsubishi. Incluso
Vetus ha llegado a fabricar un motor marino a partir de un motor de
coche Peugeot diesel. Cosas de la globalización…
Para veleros las marcas reconocidas, y
en la prácticas las que podemos encontrar son Yanmar, Volvo,
Betamarine, Westerbeke, Perkins, Vetus y Nanni y Solé. En motoras de
potentes motorizaciones, encontrarnos además Man, Caterpillar y
alguna más. En veleros el líder es Yanmar seguido muy de cerca por
Volvo, copando entre ambos el 90% del mercado. Y sea cuál sea su
motor, le interesa tener el manual de despiece, e investigar y
conocer en base a qué motor ha sido construido, tanto por el asunto
del precio de los recambios, como por seguridad de poder obtener
cualqueir pieza en cualquier lugar del mundo, en dónde es mucho más
fácil conseguir una pieza de automoción de motores marinos.
Y lo mismo ocurre con los motores Solé,
Betamarine (marinizados a partir de motores Kubota) y tantos más.
Sobre Kubota debemos indicar que son motores muy fiables utilizados
en maquinaria industrial y de agricultura, de inyección mecánica,
sin "common rail" y sin complejos controles electrónicos, a pesar de
lo cual cumplen con todas las normas de emisiones.
Cambiamos por uno nuevo
Cambiar a un nuevo motor es la
solución más costosa, y que a veces también puede dar dolores de
cabeza, pues es posible que tengamos que instalar uno parecido en
potencia pero no exactamente igual en dimensiones. Esto implica
reconfigurar la bancada y ajustar los anclajes y dimensiones al
nuevo motor. Si vamos a por uno nuevo, quizás sea momento de
plantearse si vamos a por la misma potencia o evaluar si el motor
viejo
quedaba un poco corto y convendría remotorizar con algo más de
potencia. En este
caso, debemos estar seguros que el nuevo motor puede ser correctamente
instalado en el hueco que tenía el anterior. Afortunadamente los
motores modernos son más compactos y es normal que un motor de un
poco más de potencia respecto a otro de 30 años de edad sea más
pequeño y más ligero, lo cual despejará en alguna medida la sala de
máquinas.
Bajada del motor
utilizando la botavara y una driza de mayor.
Un motor nuevo costará ciertamente
algunos miles de euros más, pero tendremos la seguridad de llevar
motor nuevo y con garantía de varios años por parte del fabricante.
Además en motores muy antiguos es posible que algunas piezas sean
complicadas de encontrar y no tendremos garantía tras una
reconstrucción completa.
Pero puestos a cambiar por un nuevo
motor, la opción puro eléctrico empieza a tomar cuerpo para muchos
barcos, aunque aún no pueden competir en autonomía para largas
travesías. Si además de plantear cambiar de motor, tiene en mente
reconfigurar su parque de baterías pasando a litio en alta
capacidad, y quizás montar una instalación de paneles solares con
bastante potencia, estará sumando puntos para replantear la solución
desde un enfoque avanzado y puramente eléctrico y con regeneración
de energía.
Una solución interesante para estas reconversiones
consiste en instalar un potente parque solar cuya energía será
almacenada en un rack de baterías a 48 voltios, que además de
alimentar a un inversor para disponer 220 volts a bordo y
naturalmente al motor eléctrico de propulsión, también alimenta un
conversor DC-DC para así poder conservar toda la instalación
eléctrica y electrónica anterior del barco.
Lo cierto es que ya hay veleros puro
‘blue-waters’ que YA equipan, como motor principal de propulsión, un
motor eléctrico. Algún catamarán de nueva producción en 2022 propone
un modelo que consume a 7 nudos de crucero,tanto como genera, lo cual le
permite navegar todo el tiempo, mientras haya sol…
Un enfoque muy interesante es el de
los sistemas híbridos en sus diferentes modalidades con generador y
motor eléctrico, o motor eléctrico con embrague al eje de propulsión
del motor diesel tradicional. Y estas soluciones tan interesantes
las dejaremos para próximos artículos.
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