Mando electrónico Yamaha, la potencia justa
Imagine una palanca suave y totalmente progresiva.
Imagine una precisión sin precedentes en la dosificación de la
potencia. Imagine una comodidad y ergonomía desconocida. Imagine
una seguridad de mando absoluta. Una instalación más práctica,
sencilla y flexible….
¡Pues todo esto ya está aquí! Se trata del nuevo
mando digital de YAMAHA. La electrónica ha penetrado totalmente en
la ingeniería mecánica y la marca de los tres diapasones demuestra
nuevamente su posición de liderato en el sector de los fuerabordas
gracias a esta sorprendente innovación.
...Una vez manejado este mando,
cualquier otro parece simplemente obsoleto...
De primeras dadas, la cosa podría pasar
desapercibida, pues exteriormente el mando se parece al de muchos
otros motores, salvando las distancias en cuanto a diseño y
belleza, pues en este apartado Yamaha también ha sabido crear un
instrumento elegante y agradable. El kit de la cuestión radica en
la eliminación de cualquier conexión mecánica mediante cables o
varillas desde el mando hasta el motor.
Desaparece por tanto la posibilidad de que el cable
se endurezca debido a una fricción excesiva con la camisa. También
desaparecen las limitaciones de distancia de montaje entre motor y
mando abriendo nuevas posibilidades para el diseño de
embarcaciones equipadas con fuerabordas. Desaparecen las palancas
agarrotadas y que cambian su dureza según sea la posición del trim,
la solidificación del aceite lubricante o la vejez de la
instalación. Así es el nuevo mando Yamaha, siempre está “nuevo” al
carecer de elementos mecánicos para los mandos.
Por
mucha curvatura que tengan los cables en una instalación
electrónica Yamaha, la suavidad y sensibilidad del mando es
independiente y siempre perfecta.
En las instalaciones con mandos tradicionales
mediante cables, por muy limpias que estas sean, los cables
tienden a adoptar curvaturas forzadas al llevar el motor a su
máximo recorrido en un viraje y especialmente cuando tenemos el
motor muy arriba al llevar el trim subido para pasar por aguas muy
someras. En estos momentos aumenta la resistencia y la fricción
del cable lo que hace más duro su manejo. Y lo que es peor,
perdemos mucha sensibilidad y capacidad de ajuste y dosificación
de la potencia entregada. A la larga esta dureza puede hacer que
el cable se parta produciendo una grave avería estando en el mar.
Ventajas del mando
electrónico Yamaha
Las ventajas con un mando electrónico van mucho más
allá. Los mayores beneficios provienen de su manejo en navegación.
Estamos hartos de manejar motores en los que “cuesta” mover la
palanca. Por esta razón tradicionalmente estas palancas tienen una
buena veintena de centímetros, para aumentar el par mecánico y
poder ser manejadas más fácilmente. A pesar de ello, con las
palancas tradicionales a veces queremos meter un poquitín más de
revoluciones para adaptar la navegación al estado de la mar y al
intentarlo nos pasamos más de de la cuenta teniendo que reducir
otra vez y volver a comenzar absurdamente el intento de lograr el
ajuste perfecto.
Pues con la palanca digital de Yamaha las cosas son
bien distintas. La verdad es que para el diseño del mando bien
hubieran podido valer media docena de centímetros de altura de la
palanca, justo la distancia necesaria para adaptarse a nuestra
palma de la mano.
Personalmente prefiero apoyar la mano sobre
cualquier parte cercana a la palanca o sobre la misma base del
mando y abrazar ligeramente la palanca con la mano. Al deslizar la
mano hacia delante o hacia atrás o mover ligeramente los dedos
conseguimos ligeros movimientos de la palanca y por tanto una
sensibilidad de ajuste totalmente desconocida hasta ahora. Y es
que el motor probado en este caso responde de forma fantástica,
pues es capaz de manifestar el mínimo cambio ajustándose
ligeramente en revoluciones según nuestro antojo y necesidades.
El
paso de punto muerto a marcha queda “marcado” mediante un click
que notamos al llevar la palanca hacia delante o hacia atrás. De
esta manera notamos claramente cuando el motor vuelve a punto
muerto o comenzamos a tener propulsión. Una vez manejado este
mando, cualquier otro parece simplemente obsoleto.
Maneras de
pilotar
Dos maneras totalmente diferentes de pilotar
con la palanca de gases. Al agarrar la empuñadura tendremos
a mano el control del trim para efectuar los ajuste
pertinentes. Pero cuando verdaderamente necesite ajustar la
potencia con mucha “delicadeza” lo mejor es tomar la palanca
sobre la base. Podría pensarse, con lógica, que de esta
manera el ajuste es menos preciso, pero nuestra experiencia
nos ha demostrado lo contrario. Al ser tan suave y preciso
el mando digital, basta insinuarse un poco con la palanca
para poder transmitir nuestras necesidades de ajuste al
motor.
Esta es la
forma tradicional de agarrar la palanca. El
manejo del trim es evidente. Pero aunque el brazo de
palanca es mayor, perderemos sensibilidad al no poder
apoya el brazo ni la mano en algo que nos sirva de
referencia. |
Después de
navegar 1.000 millas con todos los estado de la mar,
vemos que esta es una postura perfecta para dosificar
la potencia YAMAHA. El mando es tan suave que no
necesitamos mayor par de fuerzas. Comodidad y
precisión son perfectas. |
Lo importante de esta segunda
postura es que por
mucho que se mueva la embarcación con la mar, estos
movimientos no alteran nuestro ajuste sobre la palanca al
tener la mano apoyada sobre la base de mando. El movimiento
y deslizamiento de nuestra mano no se ve alterado por mucho
que se mueva el barco. Algo imposible de hacer en caso de
agarrar la palanca por la empuñadura, pues en este caso al
recibir un pantocazo, nuestro brazo tenderá a mover (y
moverá) la palanca de gases. Cuando el motor es de 20
caballos la cosa no tiene tanta importancia, pero si del
movimiento de la palanca dependen la dosificación de 700cv,
la cosa tiene su importancia!
|
El ajuste preciso de las revoluciones y por tanto
de la potencia de un motor es mucho más importante de lo que
algunos pudieran pensar. No sólo de potencia viven los buenos
pilotos. Es muy importante poderla dosificar con precisión. Por
ejemplo, si nos lo queremos pasar bien haciendo un poco de “surf”
en una amplia ola sinusoidal proveniente del mar de fondo de alta
mar, es fundamental poder dosificar la potencia con gran
“dulzura”. Primero aceleraremos a fondo al verla venir y luego
quitaremos mucha potencia, a la par que vamos dosificando la
palanca a la justa potencia que nos permita mantenernos en la
parte anterior de la ola sin caernos de ella. “Volaremos” casi sin
esfuerzo desplazándonos sobre ella y divisando el mar con mucha
perspectiva, pues nos encontraremos sobre la ola. La sensación es
divertidísima, pero debemos dejarla escapar cuando veamos que nos
acercamos excesivamente a la costa, y antes de que esta comience a
levantar su temible rompiente.
En otras ocasiones cuando toca navegar con mala
mar, el ajuste correcto de la potencia se torna de gran
importancia, pues si llevamos algo más de lo necesario podremos
meternos sustos al poder “pinchar” alguna ola sobre la que nos
abalancemos. Por el contrario si llevamos menos potencia de la
necesaria, estaeremos expuestos a la mar de popa y podríamos
meternos más sustos aún al ver como alguna ola se monta encima de
nuestro espejo de popa.
Seguridad total:
La prueba de las 1.000 millas
Para conocer la fiabilidad y la
seguridad de manejo de un nuevo dispositivo, lo mejor es hacerlo
trabajar a fondo y durante mucho tiempo. La experiencia durante las
más de 1.000 millas náuticas recorridas por ahora durante la 1º
parte del Ride-Sea a lo largo de toda la costa norte
Peninsular y de la costa Francesa hasta la Bretaña, nos ha demostrado
la calidad del nuevo mando digital YAMAHA:
EXCELENTE; El mando digital nos ha
permitido “jugar” y disfrutar de la mar como posiblemente no
lo hubiéramos podido hacer con otro tradicional. El truco para
disfrutar con plenitud de la mar y permitirse ciertas “alegrías”
es disponer de una buena potencia siempre disponible y muy fácil
de dosificar y administrar. La fiabilidad del conjunto Mando-Motor
ha sido sencillamente TOTAL. Una verdadera gozada.
Esto nos ha permitido experimentar sensaciones que
en condiciones normales podrían rayar la temeridad. Como por
ejemplo enfrentarnos a una ola de unos 2 metros a punto de
reventar en las surferas costas de las Landas. Sientes la energía
de la mar en primera persona. Ver la transparente cresta verde
azulada totalmente cristalina en sus últimos 50 centímetros
mientras se curva en un infinito rodillo, mientras suave pero
enérgicamente aceleras para no dejarte atrapar... es sumamente
excitante pero sólo practicable si confías totalmente en tu
motor... y la respuesta de su mando.
En un fuerte salto con su correspondiente pantocazo navegando en aguas agitadas cercanas a Royan pudimos
sentir como al amerizar, el motor subía ligeramente de vueltas al haberse
movido unos milímetros la palanca hacia delante por el fuerte
golpetazo. El efecto no es muy importante pues la palanca en sí misma es
liviana y por tanto no genera fuertes inercias, y de hecho ocurrió
en una única ocasión en los casi 2.000 kilómetros de costas
recorridas. Para evitarlo se puede ajustar la resistencia de la
palanca incrementando la fricción. Para ello basta con girar un
poco un tornillo "allen" en la base de la palanca. Pero preferimos no “frenar” ni siquiera
ligeramente, la fricción de la palanca mediante el ajuste de
fricción que posee el mando, pues para nosotros la sensibilidad
del mando es perfecta tal como está.
Los
relojes digitales de Yamaha recogen la información enviada por el
motor a través del HUB. En ellos aparecerán todas las
informaciones relevantes como revoluciones, temperaturas de agua y
aceite, presión de aceite, datos de consumo de combustibles,
gasolina gastada y remanente en el tanque, y otras informaciones y
avisos como la detección de agua en la gasolina.
Electrónica
digital en el mando Yamaha
El nuevo mando electrónico de YAMAHA queda
conectado al motor mediante una “caja negra” conocida como HUB.
Este HUB es una especie de “concentrador” de informaciones
digitales donde llegan y de donde salen todas las señales de
control tanto del motor como de la palanca de mando o de los
relojes digitales. Su protocolo de comunicaciones es estándar y
hace de “intercambiador” de datos entre los dispositivos que
integran la “red” del motor. Es decir, al HUB se conecta un cable
que va hasta el motor, o a cada motor en una instalación múltiple,
otro que va a la palanca de mando, otro cable que va a cada reloj
digital, etc.
Por ello si necesitamos montar la palanca de mando
muy alejada del motor no habrá problema. Se trata de un cable
eléctrico. El mando electrónico del Yamaha muestra un led de color
azul indicando que el sistema está activo y funcionando. Debajo de
él existe otro piloto que no hemos podido ver nunca encendido y que se iluminaría
en caso de existir algún problema de comunicación entre el motor y
el mando.
El manejo del trim es muy rápido y de doble
velocidad, de tal forma que el ajuste es muy fino en las
posiciones de navegación con casi toda la cola metida en
el agua, pero al sacarlo y pasado unos grados de inclinación, el trim tira del motor con mucha más velocidad hasta dejar el motor
totalmente fuera del agua. A la izquierda y en la base
encontraremos el botón de aceleración libre. Estando en punto
muerto, podremos mantener pulsado este botón mientras empujamos la
palanca. Mientras aceleramos en punto muerto el led azul indicador
de actividad parpadea indicando que no está engranada la hélice.
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